𝓔𝓵 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓻𝓻𝓸𝓰𝓪𝓽𝓸𝓻𝓲𝓸

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_____ Lebarde

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Por la mañana siguiente desperté alrededor de las nueve y media. Al abrir mis ojos no estaba Tom en la cama; me incorporé aún cubriendo mi cuerpo con las sábanas y di un bostezo estirándome un poco.

— ¿Tommy? —No recibí contestación alguna por parte de él.

Terminé por ponerme su camiseta de la pijama y fui al baño a tomar una ducha para despertar mejor. Seguramente se encontraba en su oficina o en el gimnasio de casa entrenando.

Me vestí con unos pantalones deportivos, una camiseta holgada y unas calcetas negras de lana, algo cómodo para no salir de la comodidad de mi casa. Miré por un momento la camita de Tessa, me acerqué a cambiarle su periódico y de paso preparar su alimento para que comiera al igual que llené de agua su otro platito destinado a los liquidos. Una vez asegurada que Tessa se encontraba bien, fui hacia la oficina de Tom y al abrir la puerta encontré a Leandro como siempre encargándose de su agenda. Apenas abrí la puerta, Leandro volteó a verme.

—Señorita, buen día.

—Hola, Leandro —saludé con una sonrisa al asistente de Stan—. ¿Y Tommy? ¿Tuvo una junta tan temprano?

—Ah, no. Llegó una visita —explicó—. Seguramente deben seguir en el gimnasio, señorita. ¿Lo requería para algo?

—No, no realmente. ¿Y de qué visita se trata? —Pregunté de nuevo.

—Ah, es un chico. Al parecer viene por parte del señor Hilbert.

—Ya veo —musité para mí—. ¿Y los tipos esos de anoche siguen afuera vigilando la casa?

—Así parece, ¿pensaba salir?

—No realmente, pero me frustra la idea de pensar que hay un montón de gente afuera de casa vigilando todos nuestros movimientos.

—Es por su seguridad, señorita. Nada de lo que ha mandado a hacer el joven Thomas tiene otra razón que no sea su bienestar.

—Lo sé —suspiré—. Iré a buscarlo al gimnasio, pero antes de eso...

— ¿Qué ocurre, señorita?

— ¿Te puedo pedir un favor, Leandro?

—Claro, ¿qué necesita?

—Que dejes libres dos semanas en la agenda de Tommy —me acerqué hasta el escritorio de Tommy—, ¿pueden ser las dos primeras semanas del siguiente mes?

— ¿Dos semanas libres? ¿Puedo preguntar por qué?

—Tommy me dejó organizar unas pequeñas vacaciones, necesito dos semanas libres para eso —expliqué—. Pensaba en reservar una casa en París, ¿no sería lindo?

𝓜𝓪𝓯𝓲𝓪 (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora