Remus enfermaba cada varias semanas. Lo noté porque no estaba en la biblioteca ni en las comidas. Nunca pregunté a nadie por esto, pero no puedo negar que traté de averiguar que podía tener.
Aquél año aprobé mis exámenes sin problema. Me sorprendió que estudiar funcionará de verdad, pensé que era alguna clase de mito que las madres te decían para estar quieto en tu cuarto.
Cuando salí de la clase de transformaciones, con un examen excelente y el sentimiento de realización más completo, me encontré con Evans Rosier. Era aquél chico extraño, que la única que me había hablado me había sugerido matarme. Me miró de lado mientras pasaba, y me dio miedo. Creo que le escuché decir que asco, tal vez me lo imaginé.
Rosier me aterraba, sentía verdadero terror sobre su persona. Prefería quedarme atrapado en un armario con Crouch Junior, que cruzarme en un pasillo, a plena luz del día, con Rosier. No le presté mayor importancia. Tenía dos años más que nosotros, no estaba a su nivel para pelear.
Durante los últimos días de clase Patty me pidió un tiempo. Sonreí con alivio, y ella se enfadó conmigo. Siempre he sido muy expresivo, no iba a fingir que me parecía mal. Emily me dijo que Patty era una puta, no respondí nada, pero yo sabía que era mi culpa todo lo malo de nuestra relación.
Salí a los jardines a tomar el sol, tratando de olvidar todas mis preocupaciones. Me senté enfrente del lago para descalzarme. No pensaba bañarme, no estaba demente, pero sí quería mojar los pies.
El agua estaba fría, y se sintió bien. Estiré las piernas, reclinándome hacia atrás sobre mi mismo, para apartar el pelo de mi cara y que me diera bien el sol. En una semana volvería a casa, a correr por la plaza, montar en bici y bañarnos en el lago de las afueras. Gritaríamos y construiría algún fuerte en el bosque cercano.
Una vez a la semana yo y mis amigos tomaríamos las bicis para llegar al pueblo vecino, que tenía cine. Repetiríamos las películas del verano una y otra vez, hasta aprendernos los diálogos. Yo haría del galán, porque siempre hago de galán. Lucharíamos, con espadas, pistolas, o a golpes. Habría sangre, pero nada que no cure el tiempo.
Cumpliría trece años, y podría decir oficialmente que soy un adolescente. Mi padre siempre dice que él empezó a crecer a los trece, tal vez yo también. Me cambiaría la voz, por fin, y tal vez mis hombros ensancharan. Podría ser un buen cazador de Quiddich, si crecía un poco y me regalaban una escoba para mi cumple.
Los chicos mayores del grupo, algunos que tenían casi catorce, empezaron a pasar tiempo donde las chicas. Jamás nos habíamos juntado con la chicas, y desde que me había dado cuenta de que era gay me resultaba aún más molesta la idea.
No por ellas, eran agradables, pero no querían jugar a lo mismo que nosotros, y cuando querían, muchas veces los otros chicos no las dejaban jugar. Era un círculo vicioso que nos mantenía alejados entre si, salvo en ciertos momentos.
-Tienes el pelo muy largo Canna- me dijo un día Manuela. Sin darme tiempo para responder, estiró su mano hacía mi pelo y hundió los dedos sobre la raíz, acariciando suavemente el cabello. Yo la miré en silencio, la vi sonreír -¿Me dejas hacerte un trenza?-.
-Va bene- Manuela dividió mi pelo en tres mechones, rascando con sus uñas la superficie.
Yo cerré los ojos, dejando caer la cabeza hacia detrás. No estábamos solos, pero se sintió tranquilo. Por un momento se me ocurrió que Manuela podía ser mi siguiente novia, aquél alguien con el que ocultar que me atraían los chicos.
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SOUL LOVE [RegulusxOC]
Fanfiction- Historia de romance sobre Regulus Black y un OC, Canna Mellifer. - Romance gay, porque Regulus Black es muy y totalmente homosexual. - Ambientado en la época de los merodeadores, es decir entre los 70s y 80s, puede abarcar un poco de la ép...