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   A duras penas logré recuperar las clases perdidas. Los profesores no me exigieron que entregará todas las tareas, pero que intentará hacerlo si quería una buena nota. Me sentía enfadado todo el tiempo. Alerta. Sin saber quién podría haber sido el psicópata que me había maldecido.

   Prácticamente me mude a la biblioteca. Era imposible que recuperará todo lo perdido para antes de las siguientes clases. Solo el profesor Flitwick se había ofrecido a darme clases extra.

   En la biblioteca todo era tranquilo. Poca gente perdía tanto tiempo allí como yo. Solo Remus y algún otro compañero. Remus no era un empollón, lo entendí rápidamente, utilizaba la biblioteca para estar solo.

   Cuando llegaba, me sonreía, y se sentaba en el mismo lugar que el año anterior. Yo me cambié más cerca de las ventanas.

      -¿Estás en runas?-    me interrumpió una tarde, sentándose sobre mi mesa con los brazos cruzados. Asentí sorprendido, viéndole sacar un grupo de apuntes    -Mis apuntes de tercero, espero que te sirvan-.

      -No sabía que estabas en runas-.

      -Estoy-    respondió encogiéndose de hombros. Yo le agradecí los apuntes y esperé que dijera algo más antes de irse    -Te dejo estudiar-.

      -Claro... ¿Te molesta si me siento cerca de ti? Para preguntar alguna duda y eso...-    me miró de lado, creo que dudando un poco, pero asintió no muy convencido.

   Moví mis cosas al lugar frente a Remus, y me dediqué a transcribir meticulosamente los apuntes. Le pregunté por una o dos palabras que no era capaz de entender. Estábamos mucho más tranquilos al final de la tarde.


      -¿Eres amigos de Regulus?-    me preguntó mientras volvíamos juntos a la sala común. No, por supuesto que no, solo hablaba con él alguna vez. Sonrió y asintió. ¿Alguien pensaba que yo era amigo de Regulus?    -No, claro que no-.

      -Pero lo has dicho-.

      -Regulus le preguntó a tu amiga la gordita por ti-    dijo sin ninguna malicia. Nadie me había comentado aquello. Siquiera Emily.

      -No lo sabia-    mi tono sonó más pensativo de lo que debía, pero no pude evitarlo. Se sintió muy bien saber que Regulus había preguntado por mi, casi logró que se me escapará una pequeña sonrisa. Remus me miró mientras abría el retrato de la dama gorda, sabía que me estaba analizando. Aquel hijueputa era muy listo.

   Me despedí con un gesto seco, a la inglesa, y subí a mi habitación pensando en la siguiente clase de pociones. Por mi cabeza pasaban a gran velocidad muchas preguntas diferentes, tratando de entender todo lo que había sucedido aquella tarde. Sobre todo el comportamiento de Regulus.

   ¿Se sentía realmente preocupado por mi? Había demostrado en otras ocasiones tener interés en lo que me sucedía, aunque nunca de forma directa. Tal vez se sentía culpable, tal vez era él el responsable de la maldición. Por lo que nos habíamos llegado a conocer, no parecía posible, pero era un Black después de todo.


   Me senté a su lado en pociones, sin decir nada. Cada cierto tiempo le lanzaba alguna mirada indiscreta, esperando alguna reacción. Era la primera vez que nos veíamos en dos semanas.

      -¿Qué?-    me dijo dándome una corta mirada, antes de ver hacia el pupitre de nuevo. Podía ser culpa o vergüenza.

      -Nada, perdona-    dije mirando hacia Slughorn un poco confundido. No me dijo gran cosa durante la clase, pero me vigilaba. Cacé su mirada más veces en un día que en todo el curso.

SOUL LOVE [RegulusxOC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora