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   No vi a mis padres en la estación. Estuve parado junto a Alphie, viendo como su madre se despedía de él con mucho cariño. Busqué a mis padres, todo el tiempo, pero nada. Estaban los de Regulus, muy elegantes, como siempre. Se veía cansado y algo más mayor, muy serio. No me parecía el mismo, al menos de lejos. Me miró y me saludó con un pequeño movimiento de cabeza, entrando en su vagón seguido de Crouch.

   Encontré a mi hermana en el tren, que al verme me abrazó. Me gritó un montón de cosas, me pidió disculpas por no escribir, dijo que mamá había llorado muchísimo.    -Pero no me han escrito ni una vez-    respondí yo a su reproche. No contestó nada, se enfadó conmigo. Volvió al vagón con sus amigas. 

   Ninguno de mis amigos se atrevió a preguntarme por mi verano. Emily ya no estaba en nuestro vagón, evitando a Ethan. Ella no tendría ningún pudor en preguntarme delante de todos. Lo cierto es que necesitaba hablar del tema.

   Durante los primeros días Regulus no me miraba, tampoco me escribió. Le envié una serie de notas que no respondió. No estoy seguro de como me sentía. Siempre esperaba que me dejará de hablar, pero no estaba realmente preparado para ello.

   Me escribió al final de la semana, me esperaba en el despachó de siempre. Cuando llegué estaba limpiando con magia la suciedad general de la habitación. Me saludó con un sencillo hola, y le miré incrédulo, mientras cerraba la puerta con un conjuro. Pose la varita a un lado, en una estantería, para no olvidarla.

      -¿Qué tal tu verano?-    le pregunté. Se encogió en hombros, y sin mirarme, respondió que había sido tranquilo. Si había hecho algo no tenía intención de contármelo. No insistí al principio. 

   Me preguntó si de verdad pensaba entrar en el ejército de Dumbeldor. Un pinchazo en mi pecho vino acompañando a una fuertes ganas de llorar.

      -Sí-    respondí a la defensiva, Regulus me miraba. Me daba tanto miedo comenzar a llorar que me empecé a enfurecer.

      -Entonces luchas contra mi-    negué con la cabeza molesto. Odiaba que se incluyera dentro del grupo de servidores de El-que-no-debe-ser-nombrado.

      -No es cierto, tu no eres como ellos-.

      -¿Ellos?-.

      -No, pues ya sabes... Crouch, Rosier... Los servidores de ese...-    me quedé callado sin saber cómo referirme. Regulus me respondió con un tono molesto que logró que me enfadará.

      -Como los Black-.

      -Pero no tú-.

      -Hablas de mi familia y amigos-.

      -Sí, porque tampoco tienes a nadie más que llamar así-    vi que le había dolido mi comentario. Susurré un perdón que no se si llegó a escuchar.

      -Al menos mi familia me sigue hablando-    respondió. Le miré lentamente de arriba a abajo, apretando los dientes. ¿De qué iba?¿Qué le pasaba?

      -No creo que quieras hablar de familias que abandonan a sus miembros-    Regulus no respondió, se sentó sobre la mesa y me volvió a mirar.

      -No vas a ser bueno en la guerra, te mataran-    me dijo.

      -Por qué tú lo digas-.

      -Eres bueno, Canna, por eso me gustas tanto. Te van a matar-.

      -Vete a la mierda-    le respondí y me acerqué    -¿Y a ti no te van a matar? Eres un sensiblón, no vas a llegar a nada en ese ejército de asesinos-.

SOUL LOVE [RegulusxOC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora