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   Regulus, más a allá de moribundo y cansado, puede incluso que consumido, estaba muy callado. No me hablaba, ni a mi, ni a nadie. La primera semana no le había dado importancia, pues creí que estaba en modo clasista. Cuando llevas un mes sin que te dirijan una palabra, comienza a cabrear.

   No podía simplemente hablarle durante la clase de pociones, porque Slughorn nos había dejado elegir compañero de clase, y hubiera sido raro ponernos juntos.

   Así que tuve que buscar alguna otra hora en la que coincidiéramos para llamar su atención.

      -¿Vas a abrir el pico de una vez?-    dije molesto, acorralándolo una tarde en la clase de astronomía, cuando todos se habían ido. Me miró sorprendido, y antes de hablar tosió, como calentando su garganta para un gran esfuerzo.

       -¿Te molesta?-.

      -A ver, un poco. Digo, no mola que te dejen de hablar porque sí-    agachó la cabeza y puso la carita de perro malherido abandonado.

      -Ya, no lo pensé-.

      -No estoy tan enfadado, no llores-    dije en broma.

      -No lloro, no seas idiota. Simplemente estaba probando una cosa, con lo de estar callado...-.

      -¿Un experimento o que? No vuelvas a hacer eso, me da ansiedad. Menudo mesecito...-.

      -¿Te diste cuenta todo el mes?¿Y por qué no me dijiste nada?-.

      -Me dio ansiedad-    le guiñe un ojo. Pero ahora Regulus me veía impresionado, y en verdad temí que comenzará a llorar.

      -¿Quieres dar una vuelta? Tenemos clase de historia a la misma hora. Creo-.

      -Sí, vamos-    caminar juntos, como amigos, se sintió extraño. Le pregunté a Regulus por su experimento, para que me confesara de que se trataba. No me lo dijo, pero me aseguró que había aprobado.

   Años después, antes de los EXTASIS, me preguntó si recordaba el incidente. Lo cierto es que no lo hacía, me lo tuvo que recordar. Me explicó que no existía el experimento. Se había propuesto quedarse callado, hasta que alguien notará lo que estaba haciendo. Aquel era su primer verano completo sin Sirius, y no estaba bien. No dijo una palabra en todo el verano, ni durante el primer mes de clase, hasta que yo lo confronté.

   Cuatro meses de completo silencio porque de sentía solo. Le dije que era tonto del culo, pero me asusto de verdad. Le abracé en silencio toda la noche, y cuando despertó a la mañana siguiente y trato de irse en silencio, le pedí que se quedará, que me contará cosas de cuando era pequeño. Lo hizo.

   Volviendo a quinto curso, Regulus era el nuevo heredero de la casa Black, y era parte de su aura de una forma inmaterial que no puedo comprender. Era la esperanza de la gran y legendaria casa Black. Espero que se entienda mi sarcasmo en esto último.

   Sirius se movía con un nuevo ritmo, como si el gran peso que acababa de soltar le permitiera ser un persona diferente. Regulus había recogido ese peso, lo había abrazado, y era respetado por ello. Mientras caminábamos me dijo que había dado la orden de que nadie molestará a mi hermana, porque me veía preocupado. No supe que decir, así que le di las gracias, analizando lo que me acababa de decir. Había dado la orden. Orden de mandar. Tenía ese poder entre sus compañeros.

      -Comprendo que te debe molestar bastante que tu hermana allá terminado en Slyterin, así que me pareció bueno librarte de la obligación-    dijo.

      -Perdón, ¿qué obligación?-    a veces era tan raro.

      -La de cuidar de ella, todo el tiempo, cuando estás molesto-.

SOUL LOVE [RegulusxOC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora