Capítulo 49

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Raven

Viernes 27 de noviembre, 2020

Lo que me faltaba para rebasar mi paciencia: estar celoso.

Por supuesto que conozco a ese jugador de la NBA, y no se me pasó desapercibido que viniera a chequear cómo se encontraba Leighton luego del disgusto por el que la hizo pasar la reportera. Ahora no puedo parar de pensar en el porqué fue. ¿Acaso están saliendo? ¿Son una clase de sexo casual? No quiero pensar en ello, me da ganas de vomitar y estampar mi puño contra Vincent Knight si llegó a tocarla de alguna forma.

No debí cumplir el pedido de mis padres de venir a verla. Fui un idiota por pensar que podría comportarme y actuar como si todo estuviera bien entre ella y yo. Nada está bien. Y creo que mi madre ya comienza a sospechar.

—No quiso hablar mucho conmigo —dice Daphne con un poco de desilusión.

—El agobio del momento, mamá.

—La invitaremos a cenar esta noche —propone papá, y casi grito que no.

—No, Cyrus. Gray se irá de Los Ángeles en unas horas —termina informando y caminamos por la acera de afuera del establecimiento.

¿Se irá? ¿Tan rápido? No debería interesarme la razón, al fin y al cabo, son sus decisiones. Ella seguirá en su mundo de fama y estrellato, y yo el mío, que lo conforman cuatro ruedas y un campeonato de por medio.

¿Cómo llegamos a este punto? Es deprimente.

***

Leighton

Miércoles 2 de diciembre, 2020

Luego de días estresantes en los que tuve que recurrir a mi psicólogo nuevamente, puedo afirmar que me encuentro mejor. Bueno... Al menos no estoy encerrada en mi habitación.

Jagger se anduvo encargando del asunto de la reportera, la cual no estaba acreditada para estar en nuestro evento. No saben exactamente cómo logró colarse, pero por el momento están levantando varios cargos contra ella. ¿Y la verdad? Me parece bastante justo. Aunque seguro se zafe pagando alguna multa elevada, me genera satisfacción que la pongan en la lista negra de Hollywood.

Mi teléfono no para de vibrar con los mensajes emergentes de Maeve y Winstlyn, y eso hace que se me dificulte prestar atención al partido de Vincent contra los Mavericks. Saqué todas mis energías para venir hasta Dallas. Además de porque Knight me invitó, todavía me falta cerrar unos puntos suspensivos de mi vida en esta ciudad.

En el medio del tiempo muerto que piden los Warriors, la cámara de celebridades me enfoca y aparezco en la gran pantalla. Sonrío y saludo con la mano. Espero el minuto más eterno de mi vida a que el camarógrafo pare de enfocarme y vuelvo a mi cara seria.

El partido termina nuevamente con la victoria de los Warriors, y me levanto para aplaudirlos de pie. Son realmente buenos, y Vincent se la pasó tirando triples a lo loco. Me pregunto si no seré una motivación... Pero enseguida eso sale de mi mente cuando lo veo hablar de una forma muy seductora con una de las reporteras de ESPN. Es una diosa, si digo la verdad. Sus rulos azabache hacen un contraste hermoso con su gran sonrisa y esa piel morena.

Vincent se pasa unos minutos dándole una nota para el canal de la morena, y cuando me encuentro chequeando los mensajes de mi celular, una voz masculina llama mi atención.

Hasta la última vueltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora