Las reglas de la amistad siempre fueron tentadoras para Sebastián y bella. « Así que decidieron romperlas para saber lo que era correr un riesgo peligroso.»
〼 A Roier fanfic: Part one [Finalizada]
〼 female oc...
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B E L L A
Osvaldo y Roier se quedaron a dormir en casa ya que terminamos muy noche nuestro vicio de juegos y películas. Esa misma noche después de que mi cuñado y samy se unieran, también llegó Aldo.
Estaba feliz por que estábamos todos como antes aún que si podía notar a Roier un poco alejado de un rato a otro, también como Aldo se secreteaba con el, las miradas de vez en cuando de ellos haciéndome sentir extraña. Lo deje pasar y la noche pasó, hasta que llegó la mañana y decidimos quedarnos en casa y no ir a entrenar.
Nos tomamos el día ya que no faltaba mucho para la velada y de todas maneras en españa entrenaríamos.
Cuando estábamos desayunando todo transcurrió normal hasta que ronny llego al depa con comida para todos, comimos el doble y entre risas y miradas molestar de parte de sebas desayunamos otra vez.
Sebastián siempre que tenía la oportunidad le mandaba indirectas a él tatuado, el otro por más que le ignoraba llegó el punto que empezó a responderle, la mesa se volvió incómoda hasta que samy les regaño. Eso provoco que Sebastián subiera a mi habitación y se encerrara.
Ahora yo me encontraba sola en la sala viendo un directo de Juan, samy y ronny estaban en su setup hablando de cosas de trabajo y mientras que felix junto con Aldo se decían a "limpiar" la cocina yo elegí escaparme y hacer nada.
No quería ir por roier por que sabría probablemente me aventaría la puerta en las narices, quería evitarme una operación.
Pero al pasar de las horas este se dignó a aparecer, cuando me vio hizo una mueca para rodar ligeramente los ojos, indignada le mire con el entrecejo fruncido.
— Perdón, y esa cara que fue?! — Le pregunte un poco molesta.
Este bufo.
— Y tu novio? — Replicó.
Rodé los ojos al entender por que el enojo.
— Piensas más en ronaldo que yo cuando andaba con el. — Bromeé.
Pero este no río. Se cruzó de brazos y se recargó en el marco de la puerta con una expresión seria, desvió la mirada hacia la pantalla y hizo como si no existiera.
¿Y este que se cree?
— Háblame roier. — Le pedí tratando de no sonar desesperada.
Este me miró indeciso.
— Sebastian. — Fruncí el ceño. — dime Sebastián, por favor..
Asentí sin entender su actitud.
— Que te está pasando? — Pregunté.
Este se encogió de hombros, dio una zancada para quedar a unos pasos frente a mi. Yo enseguida me levante del sofá.
