Kaem: Perversión En La Bratva

18° strelyat'

Lianys

Mis manos se apoyan de su pecho con las palmas bien abiertas mientras las de él las funde en mis mejillas profundizando el beso. Mi corazón se acelera a medida que el beso sigue y nuestras lenguas danzan a un mismo ritmo; sin embargo, la voz de un hombre me hace separar bruscamente de Edelian con la respiración errática.

Carraspea antes de hablar.

— Mi Koroleva. — dice Dani con el semblante serio — Creo que es necesario su presencia en el evento.

— ¿Ya salieron de la reunión? — pregunto apenada y este asiente.

— El Boss está hablando con su hermana Saskia... discutiendo.

Esa última palabra hizo que mis sentidos se pusieran en alerta, le dí una mirada al Sottocapo y me encaminé hacia la sala principal. Helen me mira con una sonrisa de oreja a oreja bebiendo una copa de champán, Arabella cruza miradas conmigo y me señala el pasillo, avisando que sus mellizos se encuentran por ahí.

Camino lo más rápido que los tacones me permiten, me consigo con varios soldados resguardando pero al verme me dejan pasar. A medida que avanzo los reclamos de Saskia son cada vez más fuertes y alterados al igual que la dominante voz del Boss. Comienzo a caminar con cautela hasta que escucho algo que me deja estática en mi sitio apoyada de la pared.

— Eres un descarado Kaem, ¿Cómo se te ocurre invitar a la puta de Helen estando tu esposa aquí? ¿Acaso quieres hacer un trío o qué?

— ¡No me faltes el respeto, Saskia!

— ¡Tú se lo estás faltando a mi mejor amiga, imbécil!

— Yo no sabía que ella asistiría al evento. Además, lo que suceda en mi matrimonio no te incumbre, preocúpate de que Jerome no se entere que te revuelcas con Lukas...

Escucho una bofetada dejando un silencio sepulcral en el ambiente.

Me pongo la mano en el pecho procesando todo lo ocurrido, en tanto me siento como la mujer más golfa del mundo por aceptar un beso de un hombre que no es mi marido, él se revuelca con esa señora que le debe de llevar más de quince años de diferencia. Empiezo a atar cabos de los meses que estuvo desaparecido y caigo en cuenta que Kaem estaba con ella.

Mientras que caí en una depresión por su ausencia, mi esposo le daba la atención que yo merecía a otra mujer.

Los ojos se me llenan de lágrimas y salen como las cataratas de Niágara, se oyen unos pasos aproximarse pero no soy capaz de levantar la cabeza. Los brazos de mi mejor amiga me envuelven y me desmorono por completo con ella, me siento como una tonta al pensar que esto llegaría a ser diferente, que podía cambiar al Boss pero él ya es así y no hay vuelta atrás.

— Lianys...

Kaem intenta acercarse pero su hermana no se lo permite.

— Un golpe en las bolas es poco para el sufrimiento que le has ocasionado a ella. — expresa Saskia — No la dañes más.

— Déjame a solas con mi mujer. — ordena.

Miro a mi amiga y ella se retira cabreada por permitirle dar una pequeña explicación y quizás lo hago porque aun me siento culpable de besar al alemán.

— Yo... es que...

— Durante los meses que me abandonaste ¿Estuviste con ella?

Agachó la cabeza como respuesta.

Sonrío con lágrimas en los ojos. — No me hubiera importado si antes de que te unieras a mí andabas enredandote con ella, pero te follaste a esa descarada estando casado conmigo.