22° ¿A dónde vamos?

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Narrador Omnisciente

Tercera persona

La brisa fría de febrero hacía que las hojas de los árboles se sacudieran de un lado a otro tipo vaivén. Los pájaros cantaban al aproximarse el atardecer, la familia Ivanov estaba emocionada porque la hija mayor se casaría, volaría a otro nido que con amor Arabella y Akem construyeron con esfuerzo. Sin embargo, estaban felices porque sabían que Jerome Petit las respetaría en todo momento.

Los invitados ya esperaban en la Catedral de San Basilio, no solo organizaciones criminales estaban ahí, si no, reporteros, el directivo del concurso de belleza, miembros de la empresa de Jerome y muchas personas más. Eran alrededor de quinientos invitados y uno de ellos era Edelian Meyer.

Saskia esperaba muy pensativa que su madre la Reina la terminara de arreglar para salir al mundo donde sería atada para siempre, sus hermanas, incluyendo a Sasha que pudo salir de la OEFAM para la celebración, tenían una sonrisa en el rostro de felicidad. Pero la que no paraba de llorar de nostalgia era Lianys Ivanova, ver como su mejor amiga de toda la vida, futura madrina de su bebé «cosa que la Miss Rusia aún no sabía» y cuñada, se uniría en cuerpo y alma a un solo hombre.

Las demás la veían extrañada por su reacción, pero algunos síntomas del embarazo los estaba empezando a tener junto a su marido Kaem.

— Ya estás lista, mi princesa. — dijo Arabella — Si te digo todo lo que pienso y siento, no llegarás a tu boda.

Se rieron.

— Sé feliz hija, estoy al tanto de Lukas y tú, pero eso se termina cuando digas, acepto, ¿okey? – asintió — Deja que Jerome te conozca realmente, y conocelo tú, él es buen hombre.

— Gracias mami, no haré nada que te decepcione, de eso puedes estar segura. — aseveró la novia — Por favor, déjenme a solas con Lianys.

Todas aceptaron y la Koroleva se secó las lágrimas con un pañuelo dado por su amiga horas antes.

— ¿Se puede saber por qué lloras tanto? ¿De felicidad o qué? Porque yo estoy a punto de que me fugue.

— Entiendeme ¿vale? — refunfuñó Lianys — Desde niñas nos imaginamos nuestras bodas y ahora verte aquí, así vestida de novia me da mucho sentimiento.

Empezó a gimotear.

— ¿Por qué me hablas así? ¿No ves qué estoy sensible?

La Koroleva inició nuevamente a llorar como si no hubiera un mañana, Saskia se acercó y la llevó a su pecho refugiando a su amiga entre sus brazos. Ella también quería desahogarse y salir corriendo, la emoción que experimentó mientras organizaba su boda desapareció cuando el reloj marcó las doce del día de hoy.

— Amiga — llamó la morena dudosa —, ¿Quieres ser la madrina de mi bebé?

La novia se alejó boquiabierta, se posicionó la mano en el pecho como si la pregunta fuese una ofensa para ella.

— ¡Obviamente, loca! yo seré la tía madrina de todos tus futuros hijos. — respondió aun no notando el verdadero mensaje que Lianys le quería decir.

— ¡Saskia por Dios, estoy embarazada.....!

— ¡Enhorabuena! — respondió Akem Ivanov de repente haciendo que ambas se sobresaltaran.

La Koroleva pasó saliva asustada por la reacción de su tío. No sabía si él había respondido con sarcasmo o era sincero pero cuando vió una sonrisa radiante en su rostro, su corazón brincó de alegría. Akem la abrazó no con mucha fuerza para no lastimar a su nieto. La felicidad que el antiguo Boss sentía en su pecho era algo descomunal, ya que él había pensado que no tendría la dicha de conocer a sus nietos o por lo menos, no el primero. Se separó de ella y besó su barriga pidiéndole permiso antes, empezó a hablar con su nieto para luego poner absoluta atención en su hija.

Kaem: Perversión En La BratvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora