27° La Condamine

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Kaem

Diez horas antes

Me planto viendo desde la pantalla plana como los soldados de la OEFAM comienzan a subirse a las avionetas que serán llevadas hacia Mónaco, realmente no era mi asunto si los atacaban o no ya que mi madre se los advirtió desde que Bruno pasó la información; sin embargo, la manera de que ellos jugaran sucio eliminando a un cabecilla importante de la Brava ha hecho que me lo tome personal. Y no porque sea el padre de mi mujer o mi padrino, sino que George Brown lo hizo con toda la intención para que yo me revelara y lo ha conseguido. Las ganas que he tenido de tenerlo frente a frente desde que ocasionó la pérdida de mi hijo, es un recuerdo latente que no podré borrar jamás de mis pensamientos al no ser vengado.

El general da sus órdenes mientras que va leyendo algunos documentos. Me tenso cuando veo a mi hermana Sasha plantandose en frente de él dándole el debido saludo militar, frunzo el ceño cuando lo veo sonreír ante la presencia de ella. Sasha sabe que la estoy viendo a través de las cámaras que ella misma situó por toda la central ya que de vez en cuando posa su vista en ella.

— Quiero oír el audio de esta cámara. — exijo y acto seguido comienzo a escucharlos hablando un inglés fluido.

— Mi general, reconozco que no han solicitados mis servicios para curar a los soldados heridos para esta misión, pero de verdad quiero apoyar y así tener más conocimiento de mi labor con alta presión. — explica con una dulce sonrisa, esa misma que ha hecho que le cumpla todos sus caprichos.

— Soldado Willians — la nombra por su apellido falso —, tengo entendido por los capitanes y sargentos que te has ganado el respeto de todos. Pero eres muy joven para ir a una misión que es a muerte, nada garantiza que llegues con vida nuevamente a esta central...

— Lo sé mi general, y disculpe por interrumpirlo pero déjeme demostrarle mis habilidades, por favor.

Sus ojos grises que en ocasiones cambian a miel lo observan como si le estuviera leyendo hasta el alma. Arabella ha criado a cada una de sus hijas de distintas maneras al visualizar los diferentes dones de persuasión que cada una heredó de ella.

Saskia con su carisma, belleza y peligrosa sonrisa.

Mikhaila con la hipnosis de la música y rostro angelical la cual brinda sencillez e inocencia.

Y por último Sasha, que a pesar de no tener la misma sangre que nosotros, se ha adaptado perfectamente bien con las costumbres de la mafia. Sus ojos son como la de una bruja, te hechiza al tan solo verlos, lleva consigo la belleza de un ángel y los dones de convencimiento que mi madre ha explotado al máximo para que sea su arma segura. Ahora que estoy por aquí, felicito a la Reina internamente por el buen trabajo que ha hecho.

— Soldado Willians... Está bien, prepara tus cosas que en quince minutos partiremos. — accede — Pero con una sola condición.

— ¿Cuál será mi capitán?

Se para firme.

— A la primera que te veas en peligro, te quiero lejos de todo esto ¿Vale?

Ella asiente entusiasmada por haber conseguido lo que quería.

Pide permiso para retirarse y este de lo autoriza enseguida. Blanqueo los ojos a tanta falsa y fingida amistad entre ellos, George debe de querer algo más allá con mi hermana, él es como yo, un depravado que oculta sus demonios a través de un traje demostrando ser quien no es, en cambio, yo los muestro sin necesidad de mentirme a mí mismo de lo que soy y a dónde vengo. A mi lado se ubica Igor el cual desde su tablet va solicitando todas las almas que llevaremos para el ataque, cuando cumplí quince años ya tenía más de diez armas creadas por mí, las cuales no se han utilizado debido a que no habíamos tenido amenazas como la hay ahora.

Kaem: Perversión En La BratvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora