Lianys
Entro a la cocina un tanto sensible, me siento en el taburete viendo como Jacinta hace el almuerzo. Mis tripas empiezan a rugir sin ningún tipo de vergüenza haciendo que las mejillas se pongan rojas apenada cuando ella me mira con una sonrisa entre los labios. Los cólicos son cada vez más fuertes provocando que me retuerza por el dolor, Jacinta me pregunta que me pasa y le explico por lo que comienza a preparar un té que según se me quitará todos mis males.
A mi mente llegan esos recuerdos en los cuales he compartido y divertido con Damon. Reconozco que esta mañana colapsé, estallé soltando todo lo que pensaba y sentía liberando una gran carga que martilleaba mi cabeza, pero ver como él se fue sin decir nada, me hace dar cuenta que tal vez lo lastimé.
— Jacinta. — la mencionada me miró expectante a lo que diré a continuación — ¿Desde cuándo sabes de Damon?
— Desde que empecé a trabajar para él, mi niña. A los quince años el Boss se separó de su familia, su mamá me contrató para que estuviera al pendiente de él y fuera sus ojos en la propiedad. — confiesa — Al principio me daba miedo sus cambios de personalidad, Damon intentó matarme pero como nunca me inmutó su oscuridad, me dejó vivir y ser su señora de servicio de confianza.
Asiento analizando sus palabras.
— Él no es malo, Lianys, solo que no sabe cómo amar. Y si te ha dejado vivir es porque ha visto algo en ti que le da cierta curiosidad. — me sonríe — Además, hoy lo vi preocupado cuando no sabía donde estabas.
Lo sé, vi su preocupación cuando me vió llorar en la ducha. Ando hormonal y ya se el motivo pero sentir el calor que sus brazos me brindó y la preocupación en el tono de su voz, me hizo cuestionar la versión errada que quizás tenga de él.
— Y... ¿Sabe por qué Kaem no quiere hijos?
Ella parpadeó un par de veces sorprendida pero cuando vió mi confusión cambió el gesto solo para tranquilizarme.
— Eso te lo debería contar el joven Kaem.
— Si se lo pregunto pensará que estoy embarazada. — digo frustrada y me echo para atrás con el taburete.
— ¿Lo estás? — preguntó con cierta emoción — Sería lindo ver a niños correr por el jardín.
Me rio nerviosa e incómoda.
— Pues si se dió cuenta, me está elaborando un té por el dolor en mi vientre así que el periodo me llegó. Y hoy tengo cita con la ginecóloga pero no se si ir ya que ando así.
— Disculpa mi indiscreción, pero ¿Se cuida cuando tiene intimidad con su esposo?
Niego con la cabeza. — Entonces Dios la cuidado porque por lo mucho que follan por toda la mansión, me extraña que no estés gestando.
— ¡Jacinta! — exclamé entre risas.
— Lo siento, pero lo tenía que decir.
— Está bien, tranquila. ¿Crees qué pueda quedar nuevamente embarazada? Pues recuerde que tuve una pérdida por...
No quise terminar la oración ya que la lastimaría al recordarle que fue culpa de su nieta. Ella asintió con tristeza y siguió pendiente del hervido que preparaba y olía delicioso.
— La vida da muchas vueltas, mi niña. Pero serías una excelente madre, eso te lo puedo asegurar.
Sentí gratitud y mi pecho se hinchó feliz. Agarré de la nevera torta de chocolate para luego avisarle a Dani que iríamos al hospital que se ubica a las afueras de la ciudad, me da pena ir al de mi suegra, no quiero que sepa que ando buscando métodos para no embarazarme.
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Kaem: Perversión En La Bratva
Fiction généraleEn la oscura y peligrosa atmósfera de la mafia rusa, Kaem Ivanov se encuentra ante el desafío de asumir el liderazgo como nuevo Boss de la Bratva. Sin embargo, su lucha interna se intensifica al enfrentarse a un trastorno de identidad disociativo qu...