Kaem: Perversión En La Bratva

Epílogo

4 meses después...

Sentada en la recepción donde ahora hacen las terapias el Dr. Bumes Pappas, nuevamente el psiquiatra de la Bratva, me acaricio mi enorme panza gemelar.

Han sido cuatros meses que he podido disfrutar de mi único embarazo que tendré en la vida, pero tengo la satisfacción de que tendré a dos hermosas princesas. Kaem ha evolucionado con cada sesión que puedo asegurar que está en paz consigo mismo. Claro que ha tenido sus recaídas y crisis de personalidad; sin embargo, las ha sabido controlar haciendo que Damon no salga y se mantenga neutral.

Helen Mackris...

Ella está pagando cada una de las cosas que me ha hecho sufrir a mí, a mi familia y a Edelian Meyer. Aunque ella no lo haya matado, ocasionó con su veneno de víbora que Damon lo mutilara. Cabe destacar, que su bebé no sobrevivió a todas las torturas que tanto el Boss y yo le hemos hecho. Por motivos obvios de mi embarazo, no he querido bajar al subterráneo ya que estoy propensa a cualquier actividad física que sea de suma fuerza, tenga un embarazo prematuro haciendo que una de las gemelas se vea más afectada que la otra.

Dani está a unos pocos centímetros de mí con sus manos hacia delante, con el audífono micrófono de escolta en la oreja y sus lentes oscuros ocultando el color de sus ojos.

La recepcionista desde que estamos acompañando a Kaem a las terapias no le quita los ojos de encima, siempre trata de resaltar ofreciendo cualquier dulce o bebida, cosa que a veces rechazo, en cambio él, siempre es un no con tan solo ella acercarse.

— Dani...

— Koroleva. — se acerca un poco más.

— ¿Qué has sabido de Brown?

— Muy poco mi señora. Hasta lo último que le hemos hecho seguimiento está de baja temporalmente por la muerte de su hija Sasha. Al ser uno de los mejores generales y no tener algún tipo de descanso antes, se lo darán ahorita por un año y medio para que regrese con la mente despejada y pueda regresar a la OEFAM como es debido. — informa.

Asiento analizando aquella información tan útil.

Aún tengo en mi poder todo lo que pude recuperar del sistema de datos de esa rama judicial. Los próximos ataques ya están resueltos para recibirlos ya preparados, queremos darles entender que no estamos listos, teniendo esa información bajo de la manga.

— Voy a ir al baño. — le aviso permitiendo que me ayude a levantar ya que se me dificulta muchísimo.

Nunca me había importado tanto vestirme bien, es decir, que sea ropa de marca pero vestir pura ropa de maternidad porque nada me queda es algo que no me gusta para nada, en lo absoluto.

Me detengo por un momento sintiendo un raro pero pequeño dolor en la parte baja de mi espalda, cojo aire y continúo mi camino hacia el sanitario.

— La esperaré aquí.

— Ni modo que entres conmigo. — ruedo los ojos entre risas.

— Con usted nunca se sabe.

Me guiña el ojo y se ubica en la puerta mandando información a los demás soldados de donde nos encontramos.

Y sí, Kaem ahora está obsesionado con la seguridad de todos, incluyendo la de sus padres.

Me encamino hacia el lavado y mi reflejo me sorprende. Tengo los ojos un tanto rojos, mi respiración es anormal y mis manos comienzan a hincharse. De repente, siento como me orino encima provocando que el líquido se deslice por mis piernas. Los latidos de mi corazón se intensifican haciendo que por un instante me paralice y bloquee por temor a que mis hijas les pase algo.