26° Koroleva

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Lianys

Despierto del sueño en el cual no quería salir, la habitación está a oscuras pero siento la presencia de alguien o mejor dicho... de él. Se encuentra sentado en el sofá individual de cuero con las piernas abiertas con un vaso entre sus manos con algún tipo de licor invertido ahí, su respiración es lenta haciendo que los latidos de mi corazón se desboquen. Me acomodo en la cama tratando de enfocarlo bien pero los ojos me arden tanto debido a los litros de lágrimas que he dejado escapar. Él se levanta y camina con seguridad, me hago a un lado pero que se pueda sentar a mi lado, la cama orilla de la cama se hunde por su pesado peso, le da el último trago a su bebida y deposita el vaso en mi mesita de noche. Acaricia mi pierna desnuda con movimientos relajantes y para nada eróticos haciendo que poco a poco logre tranquilizarme más.

Posa sus ojos en mí demandando esa mirada vengativa y llena de morbo, sonríe pero no transmite lo de siempre, en cambio, es una sonrisa de que tiene un plan en mente que empezó o empezará a ejecutar.

— Strelyat', las lágrimas que tus hipnotizantes ojos han derramado, no serán en vano. El causante de tu llanto solo puedo ser yo y no tengo planeado verte infeliz, la cabeza de George Brown la tendrás en tus manos. — alza el mentón con seguridad — Eso te lo juro.

— No es justo lo que le hicieron a mi padre.

Me abrazo a mi misma y él lo nota.

Enseguida se acerca a mí y me abraza envolviendome con su peligro y oscuridad que extrañamente me reconforta. Me aferro a su camisa depositando mi frente en su hombro.

— Te necesito fuerte, Lianys. Llevas a mi hijo en tus entrañas y mi sangre no debe de sentir debilidad. — Damon se aleja unos centímetros — El mundo es cruel y las personas más, la gente buena siempre termina en ruinas y los malvados con coronas en sus cabezas. Por lo tanto, haz uso del poder y los dones que tienes porque esto apenas empieza.

— ¿Qué quieres decir con eso?

— Eres la jodida Koroleva, reina de la mafia rusa. Mientras que no haya asignados por el Boss para el puesto de tu padre, tú te harás cargo al ser su única heredera al puesto. Tienes el poder en tus manos, solo con un chasquido, el mundo quedará en llamas.

Se pone de pie evitando otro tipo de contacto entre nosotros.

— Toma una ducha y cambiate para ir al funeral y entierro de Boris. — camina hacia la puerta, la abre y se queda inmóvil por unos segundos — No le muestres a nadie cuán rota estés... en la mafia no hay que fiarse de absolutamente nadie, ni de nuestra propia sombra.

Y sin más nada que decir, sale de la recámara dejándome sola.

Cojo aire y me dirijo al baño con mucha pesadez en las piernas. Me quito la ropa, lleno la tina y cuando está considerablemente repleta, cierro el grifo. Me sumerjo en ella hasta que queda a tope de mi cuello, echo mi cabeza hacia atrás viendo el techo pensando en cómo será mi vida a partir de ahora. Todas las veces que Arabella me dijo que sacara mis garras porque en el mundo criminal no es color de rosa y no le presté atención, me está pesando mucho en los hombros.

Pero las palabras dichas por Damon han hecho que pisara tierra firme, de la bondad no tendré vida en este mundo y tengo que proteger a mi hijo a como dé lugar. Mi madre era fuerte y mi padre lo era más, yo no me puedo quedar atrás.

Con estos pensamientos en mente, me baño tranquilamente, luego cepillo mi cabello y me maquillo sutilmente para tapar mi cara demacrada. Accedo al vestidor tomando como opción un vestido negro pegado a mi cuerpo con unos zancos bajos del mismo color, mi ropa interior es a juego. Quince minutos más tarde, me estoy viendo en el espejo de cuerpo completo el resultado, cojo el sombrero de la cama y lo pongo sobre mi melena rizada e hidratada. La puerta es tocada dos veces y doy señal para que puedan pasar, Dani aparece ante mi vista con la espalda recta, pide permiso para entrar, cosa que accedo inmediatamente.

Kaem: Perversión En La BratvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora