23

84 9 4
                                    

Asombrosamente Braun encontró vuelos con tan poco tiempo de anticipación, a pesar de que éramos tres personas más, la aerolínea hizo una excepción y nos puso en el vuelo en que viajaría Braun, esa mañana nos levantamos cuatro horas antes del vuelo y cuando faltaban dos horas llegamos al aeropuerto, había hecho solo dos maletas llenándola de cosas que realmente necesitaría y las demás Derek, Emma y yo las pusimos por paquetería, obviamente llegarían mucho antes que nosotros, pero los expedientes que había tomado de la oficina de Ariel, Braun me había dado la dirección de su departamento para que llegaran ahí y no a la casa de mis padres.

Documentamos las maletas en el mostrador y esperamos en la puerta destinada para abordar, Derek y Braun fueron a conseguir algo para desayunar mientras Emma y yo nos quedábamos sentadas esperando que la azafata anunciara nuestro vuelo, la fila para documentar las maletas fue eterna, a un señor de le había ocurrido ponerse a discutir con un asistente y dolo había un mostrador disponible.

- ¿Te encuentras bien? – escuché.

Desvié mi vista de la pista de aviones y la posé sobre mi amiga, apenas había dicho dos palabras después de la escena de ayer por la tarde, habíamos parado en la oficina postal para enviar mis cosas y llegado al departamento por la noche y lo primero que hice fue encerrarme en la habitación y no salir hasta hoy por la mañana, acostada sobre la cama podía escuchar a Derek y Braun queriendo entrar pero Emma los detuvo, justificando que necesitaba estar sola y apoyo moral empeoraría mi estado de ánimo, y cuánta razón tenía, después de un tiempo la única que entró fue ella, acostándose a mi lado y abrazándome.

- Si – por fin respondí, me enderecé porque mi espalda comenzaba a molestar – solo estoy un poco cansada.

- Dormiste con la misma ropa de ayer, supongo que es normal – no tenía ganas de hablar así que opté por asentir – y no has dicho más de cuatro oraciones desde ayer.

- Su mirada transmitía preocupación, pero también sabía que estaba cansada porque sus ojos la delataban.

- Sé que todo esto lo están haciendo por mí – susurré – prácticamente huyendo y dejando todo lo que ha recolectado detrás – comencé a verla borroso por las lágrimas acumuladas – lo siento tanto.

- Noa, nada de esto es por tu culpa – negó – tu solo tratabas de salir adelante dejando tu pasado detrás, eso no es ningún delito – llevó su pulgar a mi mejilla para quitar una lágrima – el peso de nuestras decisiones es solo nuestro, si yo decidí terminar mi relación con Tea y dejar mi trabajo fue porque no iba a permitir tremenda injusticia hacia ti, pude ser yo, Derek o cualquier otra persona, pero eso es lo curioso de la vida, a veces te toca y otras veces no.

Eso lo tenía muy claro, mi cirugía la pudo haber sufrido otra persona, pudo morir alguien más en el accidente de Anna en lugar de ella o pude haber muerto cuando intenté suicidarme, pero curiosamente eran demasiadas cosas malas que me pasaron en un año.

- Noa – escuché – debes dejar de pensar que todo lo malo que nos pase es por tu culpa.

- En realidad, trato de no pensarlo – susurré – pero cada que pasa algo así todo lidera hacia mí.

- Escúchame bien – me dijo firme – tú no eres la razón por la que las personas se comporten tan mierda, nada lidera hacia ti, tú – me señaló – eres la que nos mantiene a flote.

La miré extrañada.

- Noa si no fuera por ti no me hubiera dado cuenta el tipo de persona con la que vivía – dijo sincera – Derek hubiera huido a otra parte del mundo sin arreglar las cosas con tu padre y tus padres no se hubieran del gran error que estaban cometiendo al no querer recibir ayuda, y – pausó - ¿enserio quieres que te diga lo que has hecho por Braun? – preguntó obvia – ese hombre simplemente no hubiera parado hasta encontrarte porque – volvió a pausar, como si se estuviera cuestionando su siguiente oración – tú lo mantienes vivo.

Después de ti. (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora