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¡Hola!

He decidido los viernes y sábados un capítulos, ¡entonces tendrán dos capítulos por semana!

¡Muchas gracias por su apoyo!

T.

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- No puedo creer que te haya ayudado – hablaron al otro lado del teléfono.

- Necesitaba salir de ahí – respondí.

- Prométeme que no harás algo estúpido – sentenció.

- ¿Cuántas veces tengo que decirlo? – tomé mi maleta y caminé hacia dentro del aeropuerto.

- Solo promételo, Noa – suspiró Derek.

Miré hacia el escritorio donde me darían mi boleto para abordar, la señorita que atendía estaba atenta a la computadora y no había notado mi presencia, estaba dudando si esta era una decisión que quería, si irme del país era lo que necesitaba. Todo mi alrededor me recordaba a ella, solíamos hacer todo juntas y no me molestaba.

La azafata por fin me miró y me sonrió, tomó mis documentos y se volvió a perder en la computadora.

- Lo prometo – por fin respondí.

- ¿A dónde irás? – me preguntó.

- Eres el único que lo sabrá – tomé el boleto que me tendió la azafata y me dirigí a buscar mi puerta de abordaje – así que ahora tú promete no le dirás nada a mis padres.

- No me hablan desde... – pausó, sentía cómo dudaba en terminar la oración – te lo prometo.

Esa noche nos rompió a todos, cada uno ha tratado de salir adelante por su cuenta, pero eso nos rompió cómo familia, me sentía egoísta dejar a Derek atrás, pero si no me iba lo más pronto posible de la ciudad terminaría ahogándome.

- Emma está viviendo en Alemania – comencé – hace unos meses me invitó a quedarme con ella por un tiempo, pero nunca acepté, hasta ahora.

- ¿Cuándo planeas volver? – preguntó.

- No lo sé – suspiré.

Dejé un momento el teléfono para pasar por seguridad y volví a tomarlo.

- ¿Qué dices? – pregunté.

- ¿Estás segura de esto?

- No lo sé – respondí – pero si no me voy terminaré explotando.

- Cuídate por favor – dijo después de un tiempo.

- Tú también – llegué a la puerta de abordaje y ya estaban pasajeros formados, me senté en una silla a esperar que abrieran las puertas.

- Te quiero Noa.

- Te quiero hermanito.

Colgué y deposité mi celular en la bolsa de mi sudadera, acomodé mi bolsa y me recargué en la silla, aún seguía mareada por los calmantes que me habían suministrado en el hospital, pero podía aguantarlo, miré hacia el techo pensativa.

Les había dejado una carta a mis padres disculpándome por todo, la muerte Anna, que tuvieron que sufrir mi episodio y el haber huido del hospital, no sé cómo había convencido a Derek de ayudarme y tampoco cómo nos las arreglamos para salir del hospital, mis padres se habían encargado de que una enfermera me visitara cada 15 minutos en mi habitación, supongo que la cara de Derek servía de algo al fin, me había ayudado a empacar una maleta en casa de mis padres y de ahí tomé un taxi al aeropuerto, Derek debía volver a la empresa para que mis padres no se dieran cuenta.

Después de ti. (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora