Después de ti. (TERMINADA)

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¡Holaa!

Perdonen por el MIA de la semana pasada, pero necesitaba unos días para mí y que más para tomar inspiración.

Como disculpa les subiré los capítulos de esta semana juntos.

L@s amoo.

T.

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Cuando llegamos a mi departamento Emma nos estaba esperando con Tea, las dos se encontraban en el sofá cuando los dos entramos, era muy tarde para empujar a Frederick fuera de la vista de Tea así que mentimos.

- Me lo encontré en la puerta – dije – te estaba buscando.

- ¿Qué necesitas hermanito? – preguntó.

- Te quería preguntar – pausé – que – volvió a pausar – si – pausó otra vez – irás con mamá.

Tea lo miró extrañada.

- Sabes que los fines de semana voy a la casa de papá – sentí a Frederick tensarse a mi lado.

- Claro – respondió cortante – iré a mi departamento.

Dicho esto, cerró la puerta con él fuera del departamento.

- No entiendo cuánto tiempo durará esto – masajeo su cien – su relación con papá es cada vez peor.

- Le tienes que dar tiempo – la abrazó Emma – estas cosas se tardan.

- ¿Cuánto tiempo más? – preguntó agobiada - ¿hasta qué papá muera de una recarga de medicamentos?

Fruncí el ceño.

- Tranquila – susurró Emma.

Sin hacer ruido caminé a mi habitación

Era la primera vez que veía a Tea en un estado tan vulnerable, nunca la había visto triste o con un estado de ánimo tan bajo. Mientras me acostaba y con la bolsa aún en mi mano traté de recordar cómo era su padre, nunca lo había conocido pero mi madre siempre me había hablado de él. Aparentemente nunca habían presentado problemas ante la sociedad, pero mi madre me contó que siempre peleaban e incluso la llego a agredir, es ahí donde su matrimonio acabo y la obligó a mudarse de ciudad, ahora todo tenía sentido, cuando la veía dos veces al año era en los cumpleaños de sus hijos, siempre llegaba a nuestra casa y se iba a los dos días.

Mientras seguía observando el techo sentí mi celular vibrar al mismo tiempo que tocaban mi puerta.

- Adelante - dije.

Silencie la llamada de Derek y espere que entraran, ya lo llamaría después.

- ¿Cómo está Tea? - pregunté.

- Estaba mejor cuando se fue - respondió - todo el tema de su padre la tiene en un abismo.

- Me imagino - dije con una mueca.

Se sentó junto a mí y se acomodó.

- Vengo a hablar contigo sobre el departamento - comenzó - Mi contrato vence en un mes.

- ¿Cómo? - pregunté sorprendida.

- Tea me pidió que me mudara con ella.

- ¿Enserio? - asintió - Entonces las cosas van de maravilla.

- Algo así - sonrío - todavía tengo que esperar a que me presente a sus padres, pero todo marcha bien.

- Me alegro mucho por ti - dije sincera - te lo digo de corazón.