Gone - [HaruKyu]

Conociendo el vecindario

Al caer la tarde, Junkyu preparaba la cena para ambos, mientras su novio permanecía sentado, trabajando en su computadora y escuchando algo de música. Ninguno hablaba con el otro, simplemente le hacía compañía.

Aquel día Jihoon había estado en casa todo el día, por lo que Junkyu había estado atendiendolo desde en la mañana. Era algo normal ya para él, recibir una orden y deber cumplirla lo más rápido posible, así que había aprendido a hacerlo.

— Hay un nuevo vecino. — habló el alfa repentinamente.

Junkyu levantó la mirada, poniendo atención a lo que decía.

— Vi esta mañana a alguien salir de la casa de al lado. Desde hace un par de días que escuchaba ruidos, no creí que la rentaran tan pronto.

— Vi un camión de mudanza hace poco... no recuerdo cuando... supongo que era para esa casa. — respondió sin darle mucha importancia.

— ¿Viste al tipo?

— No... — se apresuró a responder. — Yo... sólo vi al camión.

Jihoon volteó a la ventana, viendo del otro lado de la cerca a dos jóvenes que aún parecían carrear algunas cosas al interior de la casa.

— La cena está lista... — interrumpió el omega. — ¿Quieres que te sirva ahora?

— No tengo hambre ahora. — respondió cerrando su computadora. — Hace mucho que no pasamos un rato juntos, ¿no crees?

Junkyu se limitó a asentir.

Jihoon se levantó de su lugar y caminó hacia él, empezando a olfatear su cuello mientras rodeaba su cintura.

— Un omega como tú es difícil de encontrar... tan perfecto... y sólo mío...

El omega cerraba los ojos, rezando porque no le hiciera daño otra vez.

En ese momento, alguien llamó a la puerta.

Los dos se sorprendieron, volteando a la puerta y escuchando otro llamado.

— ¿Quién podrá ser? — preguntó separándose de su pareja y empezando a dirigirse a la puerta.

Junkyu lo siguió por detrás, pero deteniéndose en el margen de la entrada a la cocina, seguramente era algunos de sus compañeros de trabajo o algo así. Realmente no quería saber. Regresó para seguir limpiando la cocina.

Jihoon abrió la puerta, encontrándose con el mismo joven que había visto antes.

— Hola. — saludó el menor. — Mi nombre es Haruto. Soy estudiante de medicina y seré su nuevo vecino. Espero no molestarlo, pero me preguntaba si podría prestarme algunas herramientas para ajustar algunos muebles nuevos que compré.

En un principio, le pareció desagradable la visita, pero sabía reconocer a alguien con poder cuando lo veía, además, sería doctor, y si estaba estudiando en la universidad que pensaba, sus sospechas estaban más que aseguradas.

De repente quitó la mala cara y tomó una buena actitud.

— Por supuesto. — respondió abriendo la puerta para que entrara. — Por favor, pasa. Buscaré lo que pides.

Haruto entró a la casa, mirando a su alrededor. Que lindo y limpio estaba todo.

— Por cierto, soy Jihoon. — agregó mientras buscaba entre el estante en la sala.

— Mucho gusto. Su hogar es agradable.

— Entonces, ¿estudias en la Universidad que está cerca del campanario?