"mi bebé"

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— Me sirves más como puta que como omega.

Junkyu mantenía la mirada perdida, con los ojos hinchados mientras su novio lo abrazaba, soltando humo de su cigarrillo y juntando su cuerpo desnudo con el suyo, que también estaba desnudo.

— Nunca me voy a cansar de tu precioso cuerpo, mi amor. — susurró a su oído, dejando un beso en su mejilla. — Contigo tengo tanto placer y dinero a la vez, ¿qué más puedo pedir? No resultaste tan inútil como te ves.

Después de ello empezó a reír, soltando el humo en el rostro del omega.

— Tengo hambre... — susurró con la mirada perdida. — Hace días que no me dejas comer nada...

— La belleza cuesta, precioso. Y si quiero seguir teniendo dinero de ti, debo asegurarme de que sigas siendo perfecto para los clientes.

Junkyu no respondió ante lo dicho, sólo pudo sentir como una lágrima resbalaba por su mejilla.

Esto nunca iba acabar. Cuando creyó que su vida no podía ser más miserable, Jihoon le demostró cuan equivocado estaba.

Se dio la vuelta, abrigandose con las sábanas y cerrando los ojos para descansar un rato. Era ya bastante tarde y debía levantarse temprano para limpiar la casa antes de que Jihoon se despertara.

Últimamente se sentía muy extraño. Ya había pasado varias veces en las que era sometido a dietas extremas, a golpizas y abusos constantes, incontables veces se había sentido cansado, pero esta vez era muy diferente. Se sentía cansado de manera excesiva, había ocasiones en las que incluso sentía que iba a desmayarse. No podía describir como se sentía exactamente, pero era como morir, algo que para esas alturas de su vida, ya le parecían la mejor opción y la única salida de esa miserable vida.

Mentiría si no dijera que constantemente le rogaba a Dios y al cielo que a la mañana siguiente ya no despertara. Quería paz, ya no podía más con eso.

.

— ¿Sabes qué día es mañana?

Junkyu dejó de lavar los platos al escuchar la pregunta. Por supuesto que lo sabía.

— Mi reunión con mis guardias. — agregó. — Pero, he decidido subir tu costo. Mi superior quiere una noche contigo. Estaba pensando en tu costo, un omega de raza pura lo vale.

A diferencia de otros omegas, Junkyu era algo peculiar, pues él era hijo de dos omegas, quienes además eran mujeres, si ya era poco probable que entre dos mujeres, omega y alfa, tuviesen un varón, era incluso más extraño que fuera entre omega y omega. Eso hacía tan peculiar a Junkyu, tan cotizado además.

— Ya quiero que sea tu día. — me van a pagar muy bien por ti.

Junkyu empezó a llorar en silencio al escuchar aquello.

Jihoon se acercó a él, dejando su plato sobre el lavabo.

— Por ahora vete a descansar. Ya estarás lo suficientemente ocupado todo el fin de semana, zorra.

Junkyu se alejó, secando sus manos mientras lo hacía.

— También quiero comunicarte que voy a reemplazar la habitación de tu hijo.

Jihoon jamás había aceptado a su hijo como de él. Acusaba a Junkyu de haberle sido infiel, así que ni siquiera sentía una pizca de arrepentimiento por lo que hizo.

Gone - [HaruKyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora