A un paso de ti

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Jihoon salió de su casa y se subió a su camioneta. Llevaba una cerveza en mano y empezó a tomar mientras arrancaba. Iría de nuevo a la cantina, de la que últimamente no salía.

El dinero con el que vivían era parte del que había robado mientras estuvo en la policía, en Corea. El dinero se le estaba acabando al mantener a tres personas y por las botellas que consumía casi diario. Aún tenía un parto en camino y seguramente Junkyu iba a querer mandar a ese maldito mocoso al preescolar el siguiente año.

¿En qué momento se le ocurrió recoger a ese bastardo? Todo por tener contento a la zorra esa que tenía por omega. Maldito el momento en el que lo recogió, y ahora iba a tener a otro mocoso en casa. Junkyu iba a empezar a necesitar más atenciones y ya estaba harto de eso.

En cuanto naciera ese mocoso iba a volver a venderlo. Cobraba de maravilla con esa perra.

¿Y si no quería? Bueno, eso era fácil de resolver. Ahora tenía un punto débil muy visible, sus dos hijos. Tenía en claro que eran lo que más le importaba y que por ellos haría cualquier cosa.

Empezó a buscar en sus bolsillos para llamar a un viejo contacto y comenzar a preparar un negocio, ¿por qué no?

Pero fue ahí cuando se dio cuenta de que no llevaba su teléfono.

— Maldita sea... — susurró dando retorno a su camino de regreso a su casa.

¿Dónde había dejado su teléfono?

Si esa zorra lo encontraba...

— Si te atreves a intentar algo, Junkyu... te mato junto a ese bastardo...

.

"Haruto, mi amor..."

— Junkyu, mi amor, no sabes la alegría que me da saber de ti... — respondió levantándose de su lugar. — ¿Dónde estás? Te he estado buscando todo este tiempo, mi amor, dime.

"No sé dónde estoy. Haruto, por favor, ven por mí, tengo mucho miedo, no sé qué hacer...."

— ¿Puedes darme alguna referencia? ¿Puedes ver algo alrededor?

"Hay un granero.... manzano y un naranjo... a la derecha... y.... de un... azul..."

La señal era inestable.

— Que siga en línea. — dijo uno de sus hombres mientras conectaba su teléfono a un localizados satelital para rastrear la llamada.

— Mi amor, no puedo entenderte...

"No hay muchas casas... está... camioneta negra..."

— ¿Conoces las placas?

Junkyu tardó un momento en responder.

"Es... TR...1...02...KH...D"

No estaba seguro si siquiera había copiado el nombre correcto por la interferencia de señal, pero ahora era todo lo que tenía.

— ¿Puedes repetirla, mi amor?

"TRD...2...JK...GD"

Si volvía a sobreponer y ordenar la letras...

— ¿Es TRD102JKHGD?

Gone - [HaruKyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora