El agua tibia caía por su cuerpo lleno de cicatrices, de graves heridas que no podía tratar como debían de ser tratadas. El agua resbalaba llevando aún pequeñas tonalidades rojizas de sangre que aún era restante de sus nuevas heridas.
Pasaba una gasita con agua oxigenada sobre ellas para limpiar las más graves en su abdomen y piernas.
Todo su cuerpo le dolía y se sentía tan débil.
Cuando terminó, se puso solamente su bata de baño y salió del baño.
Sobre la cama había un gran ramo de rosas con una tarjeta. Ni siquiera se molestó en leerla, sabía que era una disculpa llena de promesas vacías, seguramente con un "te amo", como última frase, antes de decir que él llevaría la cena para esa noche.
Dejó las flores sobre la mesa de noche y se recostó sobre la cama, haciéndose bolita se abrazó a sí mismo mientras se abrigada con las sábanas calientitas.
Cerró los ojos y en cuestión de poco rato, se quedó dormido.
Había situaciones como estas. No era la primera vez que lo golpeaba de esa manera, había incluso llegado hasta dejarlo inconsciente, así que incluso consideraba que le había ido "bien" en esta ocasión.
— Esto no pasaría si no fueras una maldita zorra.
Junkyu asintió, mientras servía su desayuno.
Los celos de Jihoon eran tan peligrosos... TN dolorosos.
— ¿T-te puedo servir en algo más?
— ¿Servirme? — preguntó con una cínica sonrisa en su rostro. — Pero si tú no me sirves para nada, esto sólo es tu trabajo.
Y se echó a reír en burla.
Junkyu se quedó callado, viendo a un punto fijo sobre la mesa.
Jihoon estiró su brazo y lo acercó a él.
— Quiero que te sientes conmigo y me atiendas como merezco.
Y por eso, se refería a que le diera de comer en la boca y que, de igual manera, le diera a beber.
El omega de sentó a su lado y se dispuso dándole frente. Tomó el tenedor con un trozo de fruta y lo guió hasta la boca de su novio. Este lo tomó y empezó a comer mientras se recostaba sobre la silla.
— Me mato todo el día trabajando y esto es lo mínimo que me puedes dar.
Junkyu se limitó a sólo asentir con la cabeza.
— ¿Sabes? Siempre me pregunto que es de lo que tanto te quejas al decirme que no tienes tiempo de nada.
— ¿Q-qué quieres de-decir...?
— Lo único que haces es estar en la casa, encerrado todo el día o con tus estúpidas flores. — dijo, señalando al jardín. — Los omegas son tan inútiles. Al menos me sirves para algunas cosas.
— Yo... limpio la casa... — se atrevió a decir. — Y... lavo tu ropa... y hago de comer... y-yo...
— ¿Eso es todo? — preguntó con una mueca amenazante a soltarse en risas en cualquiermomento. — Eso es tu deber, ¿para qué más podrías servir? Tienes suerte en saber cuidar flores también.
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Gone - [HaruKyu]
FanfictionJunkyu vive una relación de abuso por su actual pareja. Cada día suplica al cielo que alguien lo salve del infierno del que no podía escapar. Un día, un joven universitario se muda a la casa de al lado, escuchando todas las noches ruidos y gritos ex...