Al amanecer del domingo, finalmente era la hora de irse.
Junkyu se despidió de la familia de Doyoung y del mismo, así como de Jeongwoo, agradeciendo todo su apoyo y lo mucho que lo ayudaron.
— No tienes nada que agradecer, kyu. — decía Doyoung negándose a soltarlo de su abrazo. — No sabes lo feliz que soy de saber que irás a donde ese monstruo no pueda volver a encontrarte. Te prometo que te visitaré y te juro que todo va a estar bien. Tú vas a estar bien y vas a recuperarte pronto, te lo prometo, yo lo sé.
Junkyu asintió, mientras Doyoung sobaba su espalda.
— Si necesitas algo, avísame. — dijo Haruto dándole un abrazo a Jeongwoo. — Mi papá estará al pendiente de ustedes.
— Mucha suerte. Espero que puedas seguir con tu carrera pronto.
— Empezaré el siguiente año, mientras tanto trabajaré en el restaurante de mi madre para poder estar al pendiente de Junkyu.
Jeongwoo asintió mientras veía al omega. Aún era muy delgado y muchos golpes seguían sin sanar. Había otros que tal vez dejarían alguna marca, pero sin duda lo mejor era que se fueran.
Junkyu finalmente se separó de Doyoung, yendo con Haruto, quien le abrió la puerta para que subiera primero.
Su padre le había enviado dos camionetas equipadas con sus hombres. Irían hacia Iksan, donde tomarían un vuelvo privado a Japón, en Fukuoka, donde serían recibidos por la familia de Haruto.
Haruto lo dejó subir primero. Era un auto muy lindo y amplio, podía ver el paisaje a través de los vidrios y nadie lo vería.
— ¿Te sientes bien? ¿Necesitas algo? — preguntó con cierta preocupación, para asegurarse de que estuviera cómodo.
— Estoy algo nervioso... — respondió el omega sentando a su muñeco y su peluche a su lado. Haruto les puso el cinturón a los tres, incluido Junkyu. — Nunca había salido de Corea... me da miedo...
— Pero no tienes por qué temer, ¿ya lo olvidaste? Estoy aquí.
— Eso me hace sentir seguro. — respondió viéndolo sentarse a su lado.
Junkyu recostó su cabeza en su hombro y Haruto lo abrazó a los hombros, sobandolo un poco mientras lo recorfortaba.
Era algo nuevo para él, era entendible que tuviera miedo. Pero estaba bien, Haruto estaba ahí para ayudarlo. Y estaría ahí el tiempo que necesitara.
Doyoung se despedía dando brincos mientras movía la mano, apenas alcanzando a ver a Junkyu que también se despedía.
.
Durante todo el camino, Junkyu iba viendo el paisaje. Nunca había salido de Seúl, así que todo era nuevo para él. A la vez, sentía un poco de miedo, pero volvía a sentirse seguro cuando Haruto sobaba su hombro y le hacía saber que ahí estaba él para protegerlo.
Después de un rato, empezó a sentir algo de sueño, así que se acomodó, recostando su cabeza en el hombro del alfa.
— Descansa. Llegaremos en un rato. — dijo el japonés dándole un par de palmaditas en el brazo.
Haruto no podía dejar de mirarlo mientras se quedaba dormido a su lado.
Acarició su cabellera al sentirlo dormir y lo abrigó con su sudadera ya que era demasiado temprano aún y el clima era fresco.
No entendía cómo o por qué, pero desde que se habían vuelto más cercamos tenía una gran necesidad de cuidar de Junkyu todo el tiempo y de todo. Sólo quería que Junkyu tuviera momentos felices y nada más, que sus días estuvieran llenos de lindos momentos y que cada día pudiera unir los pedacitos de su lastimado corazón.
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Gone - [HaruKyu]
FanficJunkyu vive una relación de abuso por su actual pareja. Cada día suplica al cielo que alguien lo salve del infierno del que no podía escapar. Un día, un joven universitario se muda a la casa de al lado, escuchando todas las noches ruidos y gritos ex...