lo que llevas en la sangre, el reflejo de lo que más odias

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— ¿Y bien? ¿Qué avances tienen para mí?

Yoshinori le entregó un sobre las anotaciones de las investigaciones de sus hombres.

— No hay registros de algún pasajero de avión con su nombre. Al amanecer me entregarán cámaras de vigilancia. Fue difícil, pero nada que no pueda resolver. — se acomodó sobre su lugar mientrasbsoltaba el humo de su cigarrillo. — Casualmente tengo un registro de un vuelo no autorizado ni conocido... hay mucho que me deja pensar sobre ello. Junkyu está en Japón.

Jihoon asintió guardando el sobre.

— Yo recorrí la parte oeste de Japón. Negocios y lugares más transcurridos. — dijo Mashiho. — Un comerciante mencionó que le es familiar, pero no recuerda dónde lo ha visto. Junkyu está en Japón.

— ¡Jefe! — llamó uno de sus oficiales entrando a su oficina. — Los familiares de los dos chicos lograron huir. Entramos a las direcciones que nos dio, pero ya no había nadie. Los vecinos dijeron que se fueron por la madrugada.

— Esos dos ya no me importan. — respondió levantándose de su lugar. — Quiero que estén al tanto de los siguientes vuelos a Japón, cualquier ciudad. Sus números están desconcetados, lo más seguro es que vayan para avisarle.

— Es más seguro que lleguen a Tokio. Es el aeropuerto más grande y el principal internacional, de ahí pueden ir a cualquier parte. — dijo Mashiho desde su lugar.

— Mis hombres los seguirán en cuanto lleguen. — agregó Yoshinori. — Le avisaré a Mashiho para que los siga en cuanto salgan de Tokio y no generar sospecha con la vigilancia de dos oficiales de Osaka.

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— ¿Cómo está el novio más precioso? — saludó Haruto, entrando a la casa del omega mientras dejaba un beso en su mejilla, cargando un enorme ramo de margaritas y girasoles.

— Hola, Haruto. — saludó el otro recibiendo el beso. — Creí que llegarías más tarde, apenas estaba preparando la comida.

— Salí temprano y pasé por esto para ti. — respondió mostrando el ramo de flores. — ¿Dónde lo puedo dejar?

— Haruto, no llevamos ni una semana andando y ya llenaste mi casa de flores. — dijo Junkyu tomando las flores.

— ¿No te gustan? — preguntó mirando los 12 ramos de 3 días, adornando el espacio de la sala.

— Si me gustan, pero estás por terminarte mis trastes. Ya no tengo en qué poner las flores. — respondió señalando a lo que usaba como florero.

Tazas, jarras y algunos vasos ocupaban las flores del japonés.

— Ya sólo tengo un vaso. — señaló el omega mientras acomodaba las nuevas flores en otro vaso más.

"Nota mental: traer flores y floreros. También chocolates.

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Esos labios se habían vuelto una adicción para él. Lo único en lo que pensaba era en el momento en el que llegaría de la Universidad e iría inmediatamente a la casa de Junkyu y podría tener la oportunidad de probar esos dulces y bonitos labios.

Ahora mismos estaban en la cama de Junkyu, a punto de dormir, pero Haruto antes deseaba un "buenas noches" labio a labio, bien dado de su novio.

No podía cansarse de esos labios.

Gone - [HaruKyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora