Destino verdadero extraño

Capítulo 12: Espejo Espejo, Parte 2

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Capítulo 12: Espejo Espejo, Parte 2

Fugo apretó los dientes ante la situación.

A pesar de que Abbacchio era el mayor, Bruno había puesto al antiguo erudito a cargo de la situación. Esta 'búsqueda del tesoro' que el jefe les había hecho pasar requería inteligencia y conocimiento de las ruinas, algo que se sabía que tenía debido a una extensa investigación de este lugar en el pasado. Y en este momento, ese conocimiento ofrecía poca o ninguna forma de predecir qué hacer contra este tipo de enemigo. ¿Un stand que funcionó alrededor de los espejos? La idea no era tan absurda de creer, de hecho, sonaba como una habilidad brillante para que la tuviera un asesino. Limpio, diligente y... bastante difícil de contrarrestar. No tenían medios para alcanzar a su enemigo actual si en realidad estuvieran usando espejos para crear una dimensión personal para operar en un área limitada. La única 'gracia salvadora', si pudiera llamarse así, fue que los espejos dentro de Pompeya estaban colocados en lugares conocidos y Fugo tenía una idea clara de dónde estaban y el camino a seguir para evitarlos. El acercamiento de ritmo lento no hizo nada para calmar los nervios de él y el resto del grupo.

Abbacchio fue el peor debido a lo frustrado que se estaba poniendo. No es inusual, pero tampoco es apreciado en este momento. Caren miró a su alrededor, sus ojos añadieron más atención a cualquier emboscada inesperada en el camino y... Giorno era una anomalía en cierto modo. Por cauteloso que pudiera ser su postura, el joven parecía particularmente en control de su propia inquietud. Bastante único y extremadamente crucial para que al menos uno en su equipo lograra mantener su ingenio en caso de que lo atraparan. Lo último que necesitaba era que su enemigo actual aplicara una táctica de 'divide y vencerás', separándolos unos de otros y luego atacándolos individualmente. Eso sería terrible, pero no fuera de discusión. Si alguien con ese poder fuera empujado a una esquina, su mejor opción sería preparar una sorpresa para engañarlo. Hacer que el conocimiento de Fugo de los espejos normalmente presentes en las ruinas sea nulo, si no mortal para ellos. Es por eso que estaba ansioso por mirar alrededor de las esquinas con miradas rápidas, retrocediendo y luego reanudando la caminata. Y finalmente llegaron al edificio al que debían entrar, su atención aumentó debido a las curvas cerradas de cada corredor. Las viejas paredes no permitían el paso del sonido, dejando solo la conciencia visual como su mejor apuesta para predecir cualquier trampa que se les pusiera.

Y pronto llegaron a ella, la habitación donde estaba la llave. La pintura con forma de perro en el piso a la entrada de la gran sala confirmó que era el lugar correcto, y podría haber entrado y conseguirlo. Pero fue allí donde una sensación escalofriante recorrió su columna vertebral. Abbacchio estaba a punto de cruzar la entrada y entrar en la habitación, pero fue detenido por el mismo Fugo, su mano agarrando con fuerza su brazo antes de alejar al ex policía de cualquier sorpresa.

"¿Qué?"

Fugo lo miró largamente, dejando claro que se trataba de algo serio pero que no podía contar más al respecto. Si el usuario del Stand contra el que luchaban podía usar los espejos para ver, entonces teóricamente podría usarlos para escucharlos. Pronto miró a su compañero rubio, las palabras ya pendientes de su lengua.