Destino verdadero extraño

Capítulo 22: Camino a la Serenissima, Parte 3

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Capítulo 22: Camino a la Serenissima, Parte 3

"¿Estás molesto, Bucciarati?"

La pregunta de Fugo sacó al jefe a cargo de sus cavilaciones, el hombre miraba al rubio mientras el hombre hacía una pausa de 'enseñar' a Narancia. El camión estuvo mayormente en silencio hasta este punto, y el ex estudiante de la universidad ahora parecía bastante... molesto por algo. Bruno no sabía leer la mente, pero sabía que lo que realmente molestaba a Fugo era el hecho de que pretendían eliminar al jefe.

El rubio estaba agradecido por lo que Diavolo le dio como oportunidad de vivir más allá de sus propios errores, no lo adoraba, pero era un firme defensor suyo. Y aunque su causa era justa, eso no significaba que fuera una píldora fácil de digerir. Así como no fue fácil para Bruno aceptar la idea de traicionar a la mano que los alimentaba.

Sin embargo, el razonamiento fue incuestionablemente justo detrás de esta elección radical. Diavolo fue un hombre que unificó brutalmente a los peores criminales de Italia para que se 'comportaran', pero él tampoco era un guardián moral. No cuando las drogas se usaban para destruir a las nuevas generaciones. Aún así, se había hecho una pregunta y él proporcionó una respuesta.

"Las circunstancias son bastante angustiosas. Preferiría no poner en peligro a nadie del equipo", respondió Bucciarati a la consulta de Fugo. "Aún así, es necesario. Necesitamos que nos quiten el calor y, por lo que parece, ya está funcionando".

Eso último provocó una mirada molesta en cierta chica de cabello plateado, ya que acababan de enterarse por radio que el otro vehículo había sido destruido y el convoy más pequeño había sido atacado.

"Esa es una forma de decirlo", comentó Leone secamente, Caren se sentó a su lado cuando acababan de terminar de hablar sobre su padre y su ocupación en un esfuerzo por distraerla del preocupante desarrollo que estaba sucediendo con los demás. Después de todo, había muchas preguntas que hacer si un niño de su edad ya estaba instruido en el combate. Y sé por algo que estos dos al volante podrían hacer un lío.

Pesci y Prosciutto conducían el camión, aceptando el papel sobre la base de que eran caras que no muchos reconocían y que no buscaban. Eran lo más alejado de los mejores usuarios de stand en Passione, pero Abbacchio estaba siendo un poco duro con sus cualidades generales. Pesci era ingenuo, pero rápido, mientras que Prosciutto era un veterano de la mafia al viejo estilo. Era codicioso y corrupto en sus propios deseos, pero estos defectos no se acercaron a romper la lealtad absoluta que tenía por Risotto. Habían estado alrededor la mayor parte del tiempo, habían estado allí para ver nacer a Passione. Lo moldearon con Diavolo, le dieron forma a lo que representa y... Bruno sabía que podían confiar en ellos. Prosciutto al menos. Pesci era un seguidor y estaba claro que estaba haciendo cosas sin preguntarse "por qué" se tomaron algunas acciones.

"No lo harán", comentó finalmente Bruno, pero sus palabras fueron recibidas con burla. "¿Ahora que?"

"¿Cómo es que llegamos a este punto, Bruno?" preguntó Fugo, un tono exasperado filtrándose a través de su garganta. "Aliándonos con traidores, enredándonos con algunos grupos místicos y... y luego teniendo que planear la muerte del Jefe".