54. Golpe duro.

1K 38 1
                                    

54

AIDEN

Suspiro viendo como ella y Jossie se meten en el ascensor. Antes de que se cierre me mira con frialdad, y es peor eso a que no me mire. Preferiría que no me hubiera mirado.

Cierro de un portazo, y cuando vuelvo al salón todos están estupefactos.

—¡Os lo dije! — grito viendo a Grace marcharse a la habitación de Judith, donde ha estado quedándose estas dos semanas —. ¡Os dije que esto iba a pasar! — esta vez miro a Hollie —. ¡Me dijiste que se lo ibas a contar!

—¡No he tenido tiempo!

—¿No has tenido tiempo para decirle a tu mejor amiga que su madre está viviendo en su habitación? — recrimino gesticulando demasiado —. ¡Hollie, joder! Me callé porque me prometiste que se lo dirías, ¡y le he estado mintiendo! ¿¡Ahora qué!?

—¡Lo arreglaré!

—¿¡Cómo!? — pregunto desesperado.

Si no le hubiera hecho caso y se lo hubiera dicho a Judith nada más enterarme, esto no estaría pasando. Pero no. Aiden tuvo que dejarse llevar por la compasión, como siempre. Y ahora Judith estará furiosa conmigo, con Hollie y con todos.

—¿Os podéis tranquilizar? — Josh se pone en medio alzando las manos —. Por favor, vamos a pensar.

Cuando voy a quejarme de nuevo, Grace sale de la habitación de Judith.

—Grace...— Hollie se acerca —. Lo siento.

—Lo siento yo, querida— dice ella abrazándola —. Siento haberos causado problemas con Jud, me iré y...

—No— Hollie niega —. Todo se solucionará, Grace, tú no vas a ninguna parte.

Niego con incredulidad, porque después de lo que le hizo a su hija no sé como Hollie la aprecia y la ayuda tanto. ¡No lo entiendo! Es cierto que en el tiempo que ha estado aquí ha sido amable con todos, nos ha hecho el almuerzo cada día y se ha portado bien... ¡Pero una cosa es eso y otra es...

—Lo siento mucho— dice de nuevo.

Y tiene que sentirlo, pero por abandonar a su hija.

Cuando Grace se presentó en la puerta hace dos semanas buscando a Judith, encontró a Hollie y no a su hija. Le contó a la rubia que quería recuperar la relación con Judith, y al mencionar que no tenía dónde quedarse, Hollie le ofreció la habitación de Judith a un precio amistoso. Grace claro aceptó enseguida, pero cuando Hollie nos lo contó...

Al principio todos nos negábamos, nos pareció una mala idea, sobretodo a mí. Pero la rubia y su labia y persistencia fueron suficientes para convencer a los demás. Y claro, hicimos una votación y obviamente perdí. Le dije a Hollie que no podía quedarme callado, que no podía ocultarle a Judith tal cosa. Pero ella, con su insistencia, e intentando darme lástima, me prometió que sería ella quien se lo contase a su amiga. ¡Y aquí estamos dos semanas después!

Los dejo hablando y discutiendo y me marcho a la mini terraza. Desde luego, que vaya plan. ¿Ahora qué? ¿Ahora qué?

Suelto un suspiro antes de sacarme el teléfono del bolsillo, obviamente no tengo ningún mensaje suyo, pero yo necesito decirle algo. La llamo, pero no me lo coje. Pienso en ir hasta el McDonalds, pero Jossie estará delante y no quiero que discutamos en su presencia, y conociendo a mi pelirroja se pondrá como las locas a gritarme, más tratándose de este tema tan delicado para ella. Desisto de ir en su busca y le envío un mensaje.

Aiden:
Por favor, llámame cuando puedas. Deja que te lo cuente todo y después podrás mandarme a la mierda si quieres, pero escúchame.

El corazón quiere lo que quiereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora