En verdad estaba cansado.
Abro los ojos para tomar mi teléfono y mirar la hora. Casi me da algo cuando veo que son las doce del mediodía.
Aunque claro, llegué a la una de la madrugada y de una jornada agotadora.
Aprovecho para bañarme y pasar un buen rato en la ducha. Me tomo mi tiempo ya que aunque dormí bastante no tengo apuro.
Una vez salgo de la ducha me visto con unos jeans azules y una camiseta morada bastante grande y de mangas largas.
Bajo las escaleras hasta el primer piso y una vez ahí solo me encuentro con el típico silencio que desde hace un tiempo es lo único que puede haber en esta casa.
Voy hasta la cocina que también se encuentra vacía, abro la heladera y por supuesto no hay nada para comer, ahí es cuando recuerdo que no he hecho la compra.
Suspiro y salgo de la cocina yendo directamente a la sala para tomar mis llaves y salir de casa.
Me tocará ir a comprar comida, aunque la verdad no tengo mucha hambre pero quiero dejar comida para mamá pues ella no suele hacer la compra y no quiero que se valla a trabajar sin comer.
Decido tomar el metro pues me duelen demasiado las caderas como para ponerme a caminar tantas cuadras hasta el supermercado.
Bajo del metro y camino un poco hasta llegar al supermercado, no tardo mucho pues tampoco tengo demasiado dinero así que compro lo que puedo.
Estoy por volver a la estación a tomar el metro de regreso pero que Rossi, mi mejor y única amiga trabaja cerca de aquí, en una cafetería que queda a unas pocas cuadras así que decido ir a verla un rato.
La campanilla suena cuando abro la puerta de la cafetería y de inmediato me invade el riquísimo olor a café.
Es curioso porque yo odio el café, sin embargo el café en si no me gusta. Me parece un asco y demasiado amargo.
Hay varias personas sentadas tomando y comiendo, todas en sus mundos y sin prestar atención a mi llegada. Yo camino directamente al mostrador donde Rossi se encuentra atendiendo a una chica. Ella me ve de reojo pero solo me habla cuando la chica termina de pedir y se marcha a sentarse en su asiento.
- valla valla, hasta que mi niño se digna a visitarme.
Sonríe y yo también lo hago. Ella no espera ni un segundo para abrir la pequeña puertita y salir a mi lado de la barra para darme un abrazo, el cual devuelvo con mucho gusto.
Amo sus abrazos, realmente el único contacto físico que tolero últimamente es el de ella, es el único que me hace sentir seguro.
- he estado un poco ocupado últimamente y se me ha complicado venir a verte.
- ¿ah si? Y que es eso que te ha mantenido tan ocupado como para no venir a ver a tu mejor amiga
- pues... En cosas de la universidad, me tiene matado.
Miento pues Rossi no sabe nada sobre lo que hago, ella no sabe nada sobre Eder ni sobre ninguno de ellos. No podría decirle. Se volvería loca y querría matarlos y la verdad no quiero ponerla en peligro, prefiero que piense que aún sigo en la universidad aunque hace seis meses que no voy.
- oh claro, seguro que eso te tiene ocupado. - sonríe picara mientras me pellizca la mejilla. - ¿No será que andas de chulo con alguna por ahí?
Sonrió y niego con la cabeza.
- no seas tonta Rossi, solo son los estudios.
- ya, solo eso.
Asiente poco convencida, yo suelto una pequeña carcajada.
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Sálvame (BL)
RomanceJayden cree que su vida no puede ser peor. Vive en una constante tortura cada día de su vida gracias a un contrato que su padre firmó antes de morir. En este contrato vendía el cuerpo de su hijo para pagar una gran deuda. Jayden se pasa las noches...