Capítulo 23

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Nicolas.

Abro la puerta de la habitación, que por cierto está bastante oscura así que me dirijo hacia la ventana para subir las persianas solo un poco pues no quiero que la luz lo moleste.

Me acerco a la cama y lo veo allí, aún duerme plácidamente justo como lo dejé con la diferencia de que ahora no está solo, sino que a su lado y mi abrazadito a el está Grif.

Se ven muy tiernos los dos así, no puedo evitar sonreír.

Me acerco a la cama y me siento en el borde de esta, llevo mi mano hasta su cabello y se lo peino delicadamente hacia atrás, luego llevo mi mano a su mejilla, dándole suaves caricias, sintiendo su perfecta piel.

- Jay... - lo llamo en un susurro pero no se mueve ni un poquito. - Jay, cariño, despierta.

Vuelvo a intentar, esta vez sí que se remueve y abre sus ojitos minimamente pero los vuelve a cerrar de inmediato con molestia.

Grif también se despierta y se acerca más a Jay dándome la espalda como diciendo que los deje en paz, que no los moleste.

Luego de varios intentos Jay por fin logra abrir los ojos y me mira por unos segundos sin decir ni una palabra.

- buenos días hermoso.

Lo suelto sin pensar, sin cuestionarme si realmente debería decirlo, solamente lo siento y lo digo, por suerte eso no parece molestarlo.

- buenos días.

Responde mientras lleva su mano a el felino y comienza a acariciarlo, este se acurruca aún más, como buscando la manera de meterse dentro de su cuerpo.

- ¿Cómo has dormido?

- muy bien - hace una pausa para mirarme. - lamento haberte hecho quedar ayer, no sabía si tu...

- no digas tonterías Jay, dormir a tu lado fue lo mejor que me pasó en la vida, nunca había dormido tan cómodo.

Percibo como una pequeña sonrisa se forma en la comisura de sus labios.

- preparé el desayuno, por eso te he despertado, para que vallamos a comer.

Noto como la emoción nace dentro de el.

- ¿De verdad? ¿tu cocinaste?

- si, traté de hacer un desayuno elaborado pero me salió mal y terminé por tirar todo así que al final hice tostadas con mantequilla, jugo de naranja y huevo, ¿Que te parece?

- es genial.

Ensancho aún más mi sonrisa y me acerco para darle muchos besitos en la frente y las mejillas.

- vamos anda, te llevo a desayunar.

Lo destapo y lo cargo en mis brazos como princesa, el sigue sin soltar a Grif así que los término cargando a los dos.

- ¿Enserio tienes que llevar a esa bola de pelos para todos lados?

Pregunto mientras salgo de la habitación.

- Grif también tiene que comer, debe tener hambre.

- si, seguro que si.

Bajo las escaleras sin ningún tipo de dificultad ya que, aunque Jay ha ganado peso desde que llegó, aún sigue siendo muy liviano, de hecho creo que lo que me hace más peso es el gato gordo al que también tengo que llevar.

Llegamos por fin a la cocina donde dejo a Jay parado en el suelo, el lleva su mirada inmediatamente a la isla donde está la comida, mi corazón se acelera al ver su sonrisa y sus ojitos brillar.

Sálvame (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora