Jayden.
Mis ojos se abren tanto que me duelen, mi respiración se entrecorta, no puedo creer lo que estoy escuchando, por un momento pienso que estoy alucinando, que no es real.
No sé cómo diablos logro volver a encontrar mi voz, pero las palabras salen de mi boca antes de que pueda pensarlas.
- ¿Ni-nicolas? - digo ahogado por el llanto.
Veo como la pistola baja lentamente, y no puedo pensar en nada más, porque el da unos pasos hacia adelante y de repente está contra mí. Me aprieta con sus brazos y mi cara se hunde contra su pecho.
Pero yo sigo en shock, a pesar de que quiero abrazarlo también, no puedo hacer nada, solo dejar que el lo haga, sentir su olor, el he extrañado tanto y seguir llorando.
- ¿Nicolas? - mi mente no logra creerse lo que está sucediendo, así que me separo un poco de el y levanto la cabeza para ver su rostro, notando entre la oscuridad que el también está llorando.
Asiente y toma mis mejillas con sus manos.
- si Jay... Soy yo, soy yo mi amor. - deja besos en mis mejillas, en mi frente, en mi mentón, en mi nariz y por último uno pequeño en mis labios. - estoy aquí, estoy contigo... Te encontré.
Comienzo a sentir la fuerte opresión en mi pecho disiparse poco a poco, y un enorme alivio me hace poder respirar nuevamente.
Está aquí. Es real. Está conmigo.
Lo rodeo por fin con mis brazos, lo aprieto tan fuerte que siento que voy a quebrarle algo, pero es que siento deseos de no despegarme de el nunca más, de que me sostenga y no me suelte, no quiero que me vuelvan a alejar de el.
Lloro aún más, desesperado, aterrado, feliz, aliviado. Tengo tantas emociones dentro de mi que no encuentro maneras de gestionarlas.
- Nicolas... - vuelvo a decir su nombre entre sollozos. - Nico, Nico... No me dejes, no dejes que me lleven por favor.
Vuelve a sostener mi rostro, acariciando mi cabello con dulzura y niega rápidamente.
- no lo haré, no te van a llevar a ningún lado Jay. - promete y de oye tan seguro que solo puedo creerle. - te voy a sacar de aquí. - me da otro beso. - nadie nos va a separar nunca más, nadie te va a hacer daño nunca más Jayden. - apoya su frente contra la mía. - voy a matar a quien se atreva a siquiera pensar en volver a lastimarte.
- ¿Me lo prometes? Por favor júramelo, júrame que no me vas a dejar... - hipeo desesperado.
- te lo juro, te lo juro mi niño. - sigue limpiando mis lágrimas.
Nos volvemos a abrazar una vez más, lloramos uno contra el otro, compartiendo la alegría y el alivio de volver a vernos pues estoy seguro que el, al igual que yo, supo que la posibilidad de no volver a vernos estuvo ahí.
- Jay - me toma de los brazos y me mira a los ojos, retira un mechón de pelo que se me había caído en el rostro y lo pone detrás de mi oreja. - tenemos que salir aquí. - susurra. - mi padre debe estar por llegar, el nos ayudará pero tenemos que salir de aquí o van a encontrarnos en cualquier momento.
Lo veo volver a sostener el arma con firmeza y sin esperar, tira de mi para ir hacia la puerta.
Me detengo bruscamente sintiendo pánico cuando lo veo a punto de abrirla.
- ¡No! - grito, el se gira para mirarme con el ceño fruncido. - no, no abras. - ruego. - porfavor no abras, ellos están afuera. - tiemblo. - nos van a encontrar, nos van a encontrar y me llevarán. ¡No quiero!
Tiro de su ropa tratando de detenerlos pero el sostiene mis manos rápidamente con una de las suyas, y con la otra me cubre la boca rápidamente. No me había dado cuenta de que había levantado la voz.
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Sálvame (BL)
RomanceJayden cree que su vida no puede ser peor. Vive en una constante tortura cada día de su vida gracias a un contrato que su padre firmó antes de morir. En este contrato vendía el cuerpo de su hijo para pagar una gran deuda. Jayden se pasa las noches...