Leo la carta por lo menos cuatro o cinco veces, sin poder creerme lo que estoy leyendo, no puede ser real.
Su nombre no deja de repetirse en mi cabeza una y otra vez.
Nicolas Nicolas Nicolas.
No sé como reaccionar, no sé que hacer, no puedo hacer nada más que releer la nota y tratar de procesar la información que no termina de entrar en mi cabeza y no puedo asimilar pues se siente demasiado irreal, después de tanto tiempo sin saber nada ahora tengo en mi mano una carta que estoy cien por ciento seguro de que es suya.
El resto del día me la paso no pudiendo pensar en nada más que no sea eso, entro varias veces a su chat con la intención de escribirle pero me arrepiento al último momento porque sé que si no me ha escrito por aquí debe de ser por alguna razón.
La ansiedad me carcome por dentro al no poder hacer nada, aún falta mucho para la noche y no sé con que cabeza voy a ir hoy al club, no sé como me voy a enfrentar a todo eso cuando no puedo dejar de pensar en otra cosa que no sea Nicolas.
La típica sensación de opresión en mi pecho me ataca, pero esta vez a diferencia de todas las otras no puedo llorar, hay algo que no permite que mis lagrimas salgan y me dejen liberarme de toda esta frustración, eso me desespera muchísimo.
Las horas se me pasan sin que me de cuenta por estar tan metido en mi mente, cuando quiero acordar la alarma de mi celular ya me está anunciando que debo ir al club.
Doy un fuerte suspiro y tomo fuerzas para ponerme de pie y salir de casa.
Oigo un par de sonidos en la habitación de mamá, me doy cuenta al instante que son gemidos así que me apresuro a salir con una mueca de disgusto en mi rostro.
Camino por las calles distraído, tanto que en un momento un coche casi me atropella al cruzarme la calle sin mirar, me sobresalto al escuchar el fuerte bocinazo y eso hace que me vuelva hacia atrás asustado.
- ¡por que no miras antes de cruzar la calle!
No respondo nada, la sorpresa y el susto me paralizan por unos cuantos segundos hasta que vuelvo a retomar la marcha.
Al llegar el club me recibe con el mismo ambiente bajón de siempre.
No saludo a Mika al llegar, ni siquiera lo nota de todas formas porque está bastante distraída con otras cosas.
Voy por el pasillo hasta la habitación, al entrar todo está en perfecto orden.
Miro la cama por unos segundos y al instante siento un impulso, cosa que no ignoro, me doy media vuelta y vuelvo a salir de la habitación.
Corro por el pasillo, voy a las escaleras y sin dudarlo un segundo abro la puerta de la azotea para salir al exterior, donde el refrescante aire me golpea.
Suspiro repetidas veces tratando de no caer como siempre, sé que si no controlo mi respiración tendré otro maldito ataque de pánico y no me puede pasar ahora.
Al cabo de unos minutos logro calmarme, camino hasta el borde sin asomarme demasiado pues obviamente aún tengo miedo.
Cierro mis ojos con fuerza, poco a poco empiezo a sentirme mejor y un poco más tranquilo y entonces...
- ¡bu!
Dos manos me dan un pequeño golpecito en la espalda que me hace pegar un tremendo salto del susto.
Me doy vuelta con el corazón en la boca para ver a Dylan partiéndose de risa, está doblado por la mitad y se agarra el estómago.
- ¿¡eres estúpido!? - grito realmente enfadado. - ¡que es tan gracioso!
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Sálvame (BL)
RomanceJayden cree que su vida no puede ser peor. Vive en una constante tortura cada día de su vida gracias a un contrato que su padre firmó antes de morir. En este contrato vendía el cuerpo de su hijo para pagar una gran deuda. Jayden se pasa las noches...