Capítulo 15

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Nicolas.

No puedo parar de mover la pierna de manera nerviosa mientras la espera se me hace eterna, sin tener todavía, luego de dos horas y media ningún tipo de información.

Mi mente no para de reproducir su imagen, tirado en el suelo, sangrando todo golpeado, y luego sus ojitos llenos de dolor, cansancio y tristeza.

No sé si llegó a reconocerme, ya estaba prácticamente inconsciente cuando llegué.

Sé que me vio porque pude sentir y apreciar su mirada pero no se si enrealidad logró saber que era yo.

Me duele haber llegado tan tarde, sabía que esto podía pasar, todos estos meses no he pensado en otra cosa que no fuera el, pero era necesario porque ahora está a salvo de todos esos malditos y yo me encargaré de que siga siendo así.

La puerta de la habitación es abierta y yo doy un salto de inmediato ansioso por recibir noticias por fin.

El hombre con bata blanca se acerca a mi sacándose los guantes y ya con su valija en la mano lo que me da a entender que ya terminó.

- doctor. - me acerco. - ¿como está?

Por su rostro puedo interpretar que dentro de todo se encuentra bien.

- está estable. - un alivio me recorre todo el cuerpo. - pero necesito hablarte sobre unas cuantas cosas.

Miro hacia la puerta conteniendo el impulso de entrar, quiero verlo pero a la vez sé que debería escuchar al doctor.

Salimos del pasillo y bajamos las escaleras hasta la sala de la enorme casa.

- bien, dígame.

Pido.

- bueno... Por el momento el chico está dormido, le he dado un calmante para el dolor. - asiento. - es un milagro que no tenga ninguna costilla rota, afortunadamente no se dañó ningún órgano interno, aunque sí tiene una quebradura en el brazo, puedo suponer que el brazo ya estaba dañado y que con uno de los golpes lo empeoró. Aunque insisto que para mí lo ideal sería que fuera a un hospital, lo que he hecho ha sido inmovilizarle el brazo.

Todas esas palabras son como dagas directo a mi pecho, el tener que escuchar lo lastimado que está me destruye por dentro.

- no puedo llevarlo a un hospital por ahora.

- si, estoy al tanto de eso, yo vendré algunos días a controlarlo, sin embargo... con todas las atrocidades que he visto en el cuerpo de ese chico... lo que menos preocupa es su salud física. - arrugo el entrecejo y espero a que se explique mejor. - no ha despertado hasta ahora así que no he hablado con el pero ya me puedo imaginar todo el tipo de trauma psicológico que debe haber en el. Ademas de las lesiones de otras personas también encontré otras que tienen toda la pinta de ser propias, aunque primero necesitaría analizarlo para determinar algo. Me gustaría hacerle un seguimiento psicológico, claro si estás de acuerdo.

Lo pienso un momento aunque la verdad es que no hay mucho que pensar.

- será así si Jay está de acuerdo.

- muy bien. - asiente satisfecho y al momento me entrega una pequeña hoja. - aquí está la receta, debe tomar el medicamento cada ocho horas y estará bien.

- muy bien, muchas gracias. - guardo la receta en mi bolsillo. - ya sabe quien se encargará de pagarle.

- por supuesto, no te preocupes.

Lo acompaño hasta la salida, se despide con un movimiento de cabeza al que correspondo y finalmente se marcha.

No espero ni un segundo para ir a la habitación.

Sálvame (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora