Capítulo 33

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Me quedo mirando a Jason sin saber que decir, sin saber que hacer pues no sé si sabe realmente de qué está hablando, ya que puedo notar que está bastante ebrio.

El olor a alcohol que puedo percibir es desagradable. Me recuerda a Gastón.

A pesar de que una parte de mi siente que no es correcto preguntar pues el puede estar contándome esto solo porque está alcoholizado, mi curiosidad es más fuerte.

- ¿Su estrella? - mi voz sale más temblorosa de lo que pretendía.

- si, nuestra estrella. - vuelve a dar un trago a la botella y parece que las palabras que dice luego le queman al salir pues una mueca de dolor se instala en su rostro. - ella no debería serlo, no debería ser una estrella pero lo es. Pero ella... Ella debería estar aquí, porque aquí ella ya iluminaba nuestras vidas de una manera extraordinaria.

- ¿D—de... De quién estás hablando?

- Alana, ay dios... Alana...

- ¿Jason?

Una voz interrumpe las próximas palabras de Jason antes de que salgan. Ambos nos giramos hacia la puerta para ver a la señora Gertrudis allí parada. Su cabello se ve desalineado como si acabara de despertarse.

- ¿Mamá? - este le sonríe. - oh mamá ven, estaba hablando con Jayden, le estaba contando sobre...

- ¿Estás tomando? - se acerca rápidamente y al ver la botella en la mano de su hijo no duda en quitársela, el chico suelta una queja que es ignorada por su madre. - cuantas veces te he dicho que no quiero que bebas. - lo reprende.

- oh vamos mamá es solo por una noche. - Jason intenta quitarle nuevamente la botella pero Gertrudis está preparada para eso y se niega a dársela. - ¡Mamá!

- nada de eso, párate ahora mismo muchachito. - ordena firme. - vamos a tu habitación, tienes que descansar anda.

- dios, no soy un niño mamá. - pero a pesar de que se queja termina por ponerse de pie, antes de marcharse se gira a mirarme una última vez. - pronto seguimos con nuestra conversación Jayden.

Dicho eso se adentra en la casa. Gertrudis parece que va a seguirlo pero antes de hacerlo me mira en silencio antes de preguntar.

- ¿Estás bien?

- si. - asiento.

- ¿Seguro?

- lo estoy.

- está bien. - asiente y lleva una mano a mi mejilla para darme una pequeña caricia. - no entres muy tarde, hace un poco de frío.

Luego se va detrás de su hijo.

Yo me quedo ahí, sentado mirando a la nada y sin poder dejar de repetir ese nombre en mi cabeza.

Alana.

¿Quien es Alana? ¿Por qué Jason dijo eso?

Las fotografías se me vienen a la cabeza. Esas dónde salía una chica sonriente.

Me paso las manos por el rostro sin saber que pensar, solo sintiendo una horrible incomodidad en mi pecho que no me gusta.

Pienso quedarme un rato más pues la brisa es agradable pero entonces mis ojos viajan al terreno, más allá de dónde llega la luz, dónde solo hay oscuridad y... Nada puede verse allí, podría haber alguien observandome y yo... De repente me siento desprotegido y sin pensarlo me pongo de pie y me dirijo a la casa, entro rápido y cierro la puerta con fuerza tras de mi.

La casa se encuentra en un total silencio por lo que supongo que Gertrudis ya debe haber llevado a Jason arriba.

Hago lo mismo, subo las escaleras y vuelvo a la habitación. Nicolas sigue durmiendo profundamente, lo observo por unos segundos como si la verdad pudiera aparecer solo con ver su rostro.

Sálvame (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora