Capítulo 31

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Luego de lo que pasó en la cocina, Nicolas simplemente me tomó de la mano y me llevó afuera, dónde se encontraba su padre.

A primera impresión me pareció alguien intimidante, creo que eso es algo que sus dos hijos le heredaron, ya que a simple vista te hacen trastabillar, sobre todo cuando te penetran con esa mirada tan intensa.

El tiene los ojos grises igual que el hermano de Nicolas, al parecer es así.

Nicolás los ojos de su madre.

Jason los de su padre.

Físicamente Nicolas se parece muchísimo a su madre, y todo lo mismo pasa con Jason en cuanto a su padre.

Sin embargo todo lo contrario pasa con sus personalidades. En lo poco que pude tratar con Jason me he dado cuenta que tiene una personalidad muy risueña, alegre y expresiva igual a la de su madre, en cambio Nicolas es más serio, callado y conservador y aunque no conozco a su padre, esas son exactamente las impresiones que me ha dado.

Su semblante fue serio al principio cuando me vió, pero se acercó a mi y me extendió la mano diciendo que era un placer conocerme a lo que yo respondí que pensaba lo mismo, luego de eso se fué a estacionar su coche que lo había dejado afuera.

Nicolas dijo que de mientras podíamos ir a sentarnos a la parte de atrás de la casa, dónde hay una parrilla y unas cuantas sillas y sofás.

Gertrudis ya se encuentra aquí, está concentrada picando verduras para una ensalada.

- ¿Te ayudo?

Pregunto acercándome a ella.

- oh, no hace falta cariño, puedo hacerlo yo.

- pero quiero ayudar. - sonrió parandome a su lado. - me gusta cocinar.

- ¿Ah si?

Asiento mientras pelo una cebolla, Nicolas nos mira mientras abre una lata de cerveza.

- ay dios. - oigo a Gertrudis quejarse a mi lado. - Nick cariño, me olvidé de la sal, ¿Podrías traermela?

Nicolas pone los ojos en blanco pero luego me muestra una sonrisa y se marcha en busca de la sal.

- últimamente estoy muy olvidadisa, creo que me estoy volviendo vieja.

Murmura sin dejar de picar la verdura.

- creo que yo también me olvidaría de las cosas si hiciera todo lo que usted hace.

Admito sintiendo como los ojos se me empiezan a poner llorosos por el ácido de la cebolla pero simplemente los aprieto un segundo tratando de aguantar y continuar.

- ay cariño, es que aquí yo tengo que buscar cosas para entretenerme y no volverme loca, necesito estar ocupada porque... Prácticamente estoy sola todo el día. Por eso me emocionan tanto las visitas, más cuando son mis hijos por supuesto, y mi ex esposo. - hace una pausa mirándome de reojo. - ¿Es raro cierto?

- ¿Que cosa?

- pues decir que me gusta que mi ex esposo me visite, no es algo común.

Me encojo de hombros.

- creo que es bonito.

Deja de picar para mirarme.

- ¿Bonito?

- pues... Es bonito que dos personas puedan seguir queriendose aún después de haber terminado su relación sentimental. Todos tienen muy seguro que un ex se convierte en un enemigo porque una relación solo puede terminar porque uno lastima al otro. - termino de cortar la cebolla para meterla en un boul. - y no es así, el amor no tiene que terminar solo porque se lastimen, no tienen por qué llegar a ese punto. Tal vez puede ser porque tengan metas diferentes, porque están aburridos, quieren otra cosa, no se sienten bien con lo que se ha formado y no es necesario que las personas se lastimen. Puedes acabarlo y no significa que no sigas amando a esa persona, tal vez la amas igual de fuerte que antes pero sientes que no es en el mismo sentido. Me parece muy bonito que incluso luego de esa decisión puedan seguir bien, juntarse, y tener una relación, aunque no la misma, el vínculo se mantiene.

Sálvame (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora