Capítulo 13

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Dylan ya está aquí cuando llego al parque.

Lo puedo ver desde lejos, sentado en uno de los bancos, con la mirada perdida en unos niños que juegan en un tobogán frente a él. Parece distraído.

Me voy acercando a el hasta estar a su lado y cuando estoy lo suficientemente cerca estiro mi mano y toco su hombro llamado su atención, provocando que se gire de inmediato, dejando de mirar a los niños para mirarme a mí.

Sus ojos se iluminan de inmediato.

- ¡Jay! - se pone de pie y se acerca más a mi. - dios por un momento pensé que no vendrías.

- ¿Por que no lo haría? Yo te dije para hablar.

- lo sé pero... - baja la mirada con tristeza. - quizás te habías arrepentido y ya no querías hablar conmigo.

- pues no, aquí estoy para hablar, para escuchar lo que sea que tengas para decirme.

- e—está bien. - se nota totalmente nervioso. - ¿te parece si caminamos?

Asiento y empezamos a caminar por todo el parque, los primeros minutos en un silencio muy denso e incomodo hasta que el lo rompe con voz suave y temblorosa.

- sé que estás aquí porque quieres una explicación de mi parte. - comienza. - te dije que te la daría así que eso es lo que haré.

- eso estaría bien.

Suelta un suspiro y duda buscando las palabras correctas para lo que está por decir.

- Jay yo de verdad quiero ser tu amigo. - gira la cabeza buscando mis ojos pero se los niego. - me caíste muy bien y fuiste la primera y única persona a la que le he contado todos mis problemas. Contigo he podido hablar sobre mis padres sin sentirme juzgado, porque jamás lo hiciste. Nunca me juzgaste y era eso lo que me hacía sentir seguro para contarte mis cosas pero...

- pero se te pasó lo de tu hermano.

Suelto con evidente sarcasmo.

- mi hermano te arruinó la vida Jay. - suena dolido cuando lo dice. - ese hijo de puta te arruinó, destruyó tu vida y... eso me hace sentir terriblemente culpable. Porque es mi hermano Jay.

- aún así debiste decirme la verdad, hubiera sido mejor que toda esa mentira.

- lo sé.

Cierra los ojos con evidente arrepentimiento.

- ni siquiera sé si algo de lo que me dijiste era verdad...

- ¡era verdad! - se apresura a aclarar. - t—todo lo que te dije era verdad. Yo no mentiría con esas cosas, jamás jugaría con eso. Porfavor tienes que creerme que nada de eso es mentira.

Lo miro de reojo, me está mirando y trata de convencerme de que lo que dice es cierto, analizo su expresión tratando de encontrar algún rastro de mentira, sin embargo... parece sincero.

- está bien, te creo. Pero eso no cambia el hecho de que nunca me dijiste que tu hermano era el jefe, me mentiste.

- lo sé, y me arrepiento de ello. - baja la mirada tanto que se me hace imposible ver sus ojos. - de verdad que lo hago pero... Toda mi vida he estado solo, nunca he tenido un solo amigo y yo... al principio no lo vi necesario y luego me caías muy bien y tenía miedo de que si te contaba la verdad tú... ya no quisieras ser mi amigo.

Me adelanto unos pasos más rápido para ponerme delante suyo, el se frena en seco, sin embargo no se atreve a levantar la mirada.

- Dylan, el que seas el hermano de ese hijo de puta no te hace culpable de nada. El hace sus cosas y no tienes nada que ver con eso. - lo tomo de los hombros con gentileza. - no tienes la culpa de ninguna de esas cosas y aparte de eso también eres una víctima suya, porque es tan maldito que usa a su propio hermano para esto.

Sálvame (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora