Sálvame (BL)

Capítulo 30

Abro los ojos con pesadez, tratando de ver algo pero la habitación está bastante oscura por lo que se me hace muy difícil.

Miro hacia mi costado en la cama, dónde estaba Nicolás, ahora está vacío.

Botezo perezoso y me pongo de pie resfregandome los ojos.

Salgo de la habitación de Nicolás, dirigiéndome a la que Gertrudis me dió para mi, a dónde han llevado mi maleta hace un rato.

Tampoco es que tenga mucha ropa, de hecho mucha de la que tengo es en realidad de Nicolas, pero el dijo que podía quedarmela si me gustaba así que me he adueñado de ella.

Busco en la maleta algo que ponerme, saco unos jeans azules algo anchos y una camiseta gris de mangas largas, luego de tener todo me dirijo al baño y me doy una ducha rápida ya que siento que huelo horrible.

Salgo al pasillo pasándome la mano por el cabello para acomodarlo un poco. Creo que ahora sí está demasiado largo, ya casi no puedo ver porque me cae constantemente sobre los ojos.

Bajo las escaleras buscando a Nicolás o a Gertrudis, sin embargo luego de recorrer la sala no hay rastro de ninguno de los dos, entonces decido ir a la cocina.

Al cruzar la entrada puedo ver qué efectivamente hay una persona en la cocina, pero no se trata de ninguno de los que estaba buscando.

Hay un chico.

No puede verme cuando entro porque está de espaldas a mí, se encuentra mirando hacia el interior de la heladera abierta delante de el, al parecer busca algo.

Pienso en darme la vuelta y marcharme pero antes de que pueda moverme escucho un maullido y enseguida reconozco que proviene de Grif, al bajar la mirada puedo ver a este justo a un lado del chico, lo mira con impaciencia, cómo si estuviera esperando algo.

- ya voy, ya voy. - lo oigo decir, supongo que le está hablando a Grif. - ¿Que demoños puedo darte para que dejes de joderme, bola de pelos? - Sigue buscando hasta que al parecer encuentra algo porque estira su mano y saca de la heladera un paquete de carne molida, entonces mira a Grif enseñándole la carne. - ¿Esto te sirve?

Miau

El felino parece contestarle, algo que el toma como un si, porque abre el paquete y lo pone sobre un recipiente, dejándolo en el suelo para que Grif corra a devorarlo.

- al fin logro que te calles.

Entonces antes de que pueda reaccionar el se da la vuelta quedando frente a mí.

Se sorprende al verme allí parado y yo simplemente no sé que hacer, así que simplemente lo miro sin decir una palabra.

Noto como me escanea de pies a cabeza unas cuantas veces y luego vuelve a mis ojos para mostrarme una pequeña sonrisa.

- hola.

Dice sin más ladrando la cabeza.

- hola.

Repito el saludo y enseguida aprieto los labios y bajo la mirada hacia Grif.

- Grif... - me acerco a el para hacerle caricias, siento como su mirada me acompaña en todo momento.

- ¿Es tuyo?

Pregunta entonces.

- si. - asiento sin mirarlo. - lamento si te estaba molestando es que... Es un poco comelón.

Suelta una pequeña risita y no puedo evitar levantar la mirada para escanearlo también aunque trato de ser un poco más disimulado de lo que el fue.

Su cabello es castaño oscuro, ojos grises y rasgos que se asemejan mucho a los de Nicolas.