Capítulo 37

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Luego de lo sucedido volvemos a la cabaña, sin embargo no entramos, sino que vamos hacia la playa otra vez.

Porque si algo es mejor que ir a la playa, es ir a la playa de noche.

Vamos de la mano por el camino, la brisa me acaricia el rostro, la luna ilumina todo y el sonido de las olas chocando es como música para mis oídos.

- dios, me duelen las piernas, creo que nunca había caminado tanto. - se queja Nicolas mientras nos sentamos en la arena.

Yo lo miro divertido.

- yo creo que no es la caminata sino la edad.

Abre la boca y se lleva una mano el pecho fingiendo indignación.

- discúlpame mocoso por no tener tanta energía. Sinceramente soy más de andar en coche.

Volvemos a reír, me muevo hacia el y apoyo mi cabeza en su hombro mientras nos disponemos a mirar las olas.

- ¿Crees que estará bien? - pregunto refiriéndome al niño, ya que no he parado de pensar en el.

- espero que sí. - suspira. - no me cabe en la cabeza como criaturas tan pequeñas pueden andar tan desamparadas y que nadie haga nada por ellos. ¿Dónde está la policía, los servicios sociales...?

- ellos no harán nada, nunca lo hacen. - digo con amargura. - a ellos no les importa que haya un niño solo en la calle, solo les importa que si suelto esté ahí. Créeme que si necesitara ayuda, la policía sería lo último a lo que recurra.

Sus brazos me rodean y me atraen más hacia el, siento un beso en mi cabello y suelto un suspiro. Se tira hacia atrás llevándome consigo, haciendo que ambos quedemos tumbados sobre la arena.

Nos quedamos en silencio, solo sintiendo la tranquila brisa nocturna.

- Nicolas...

- ¿Si?

- ¿Podemos quedarnos aquí para siempre?

Suelta un suspiro y vuelve a acariciarme el cabello, luego lo hace con mi mejilla.

- no por ahora. - si bien esperaba que esa fuera la respuesta, el oírlo hace que me sienta triste. - pero te prometo... Te prometo que voy a solucionar todo esto. No sé cómo pero voy a buscar la manera y vamos a hacer caer a esos bastardos. - la mención me hace estremecer. - voy a terminar lo que te prometí, porque... No es suficiente haberte sacado de ahí si no puedo hacer que seas libre por completo, si tengo que esconderte, si no puedes salir a la calle sin miedo y sin correr peligro.

- está bien, me has sacado de ahí y ya estoy muy agradecido con eso. - confieso porque es la verdad, nadie habría hecho lo que Nicolas ha hecho por mí.

- lo sé, pero quiero hacer más Jay, quiero que estés completamente a salvo, que seamos felices, que estemos juntos y podamos hacer lo que queramos.

Suspiro y volvemos a quedarnos en silencio.

- ¿Nicolas?

- dime.

- ¿Puedo besarte? - el silencio vuelve y por un momento creo que se ha quedado mudo. - ¿Te sorprendí?

- mucho a decir verdad. - ríe el y luego... - claro que puedes besarme Jay.

Me incorporo lentamente y levanto la mirada, el está acostado y también me observa. Comienzo a acercarme poco a poco, me estiro hasta llegar a sus labios y rozo los míos sobre los suyos, muy lento, paciente, sintiendo su aliento mezclarse con el mío. Parece impaciente pero no se mueve en ningún momento, solo espera a que lo haga por mi mismo y no tardo mucho.

Sálvame (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora