Capítulo 16

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Me encuentro totalmente desorientado al abrir los ojos y no poder identificar el lugar en el que me encuentro.

Tengo un pequeño deja bu de los días anteriores cuando desperté adolorido en una habitación que no era la mía sin entender nada.

La diferencia es que aquella vez no tardé mucho en reconocer el lugar y ahora estoy seguro de que no he estado aquí nunca en mi vida, además esa vez solo me dolía el brazo, ahora siento como si me hubiera pasado un camión por encima. Cada parte de mi cuerpo duele terriblemente haciéndome casi imposible levantarme o siquiera moverme.

Mi mirada viaja por la habitación tratando de encontrar familiaridad en algún objeto, en alguna decoración, algo que me ayude a orientarme, sin embargo no tengo éxito, no hay nada en este lugar que halla visto antes.

Con mucha dificultad y soltando un leve gemido de dolor me levanto de la cama, mis piernas tiemblan tratando de soportarme, por un momento pienso que voy a caerme pero logro mantenerme en pie.

Estoy descalzo y solo llevo puesto un short, el que por cierto tampoco reconozco, mi torso está desnudo y eso me preocupa bastante.

¿quien me cambió la ropa?

Los nervios comienzan a florecer dentro de mi cuando veo un espejo a lo lejos y a pesar de la oscuridad que reina en la habitación logro ver algo que me deja pasmado.

Bajo la mirada a mi torso para comprobar que lo que vi no fue producto de mi imaginación.

Tengo horribles moretones por todo el cuerpo, por la zona de las costillas, el abdomen, el pecho... literalmente todo mi cuerpo está cubierto de manchas moradas y marcas horribles.

Bajo la mirada a mis piernas para darme cuenta que estas no se encuentran en mejor estado, también tienen moretones y marcas, el partes hay pequeñas heridas abiertas aunque no sangrando.

La confusión me empieza a abrumar.

Presa del pánico comienzo a caminar por toda la habitación buscando una salida, logro dar con la puerta poco después y la abro sin dudarlo un segundo.

Al salir todo sigue siendo igual de desconocido.

Estoy al final de un largo pasillo.

Hay varias puertas más, puertas que no me molesto en abrir porque voy lo más rápido que mi cuerpo me permite buscando una salida o a alguien que me de una explicación.

Al llegar al final me encuentro con unas escaleras, comienzo bajar por estas.

Este lugar es enorme.

Bajo cada peldaño con mucho cuidado de no caerme.

Al llegar al piso de abajo me encuentro en una especie de sala igual de vacía que la habitación y el pasillo.

Sin saber hacia donde ir comienzo a caminar para cualquier lado, hasta que me encuentro con una puerta corrediza de vidrio y al otro lado un jardín.

Me quedo estático un momento dudando entre salir o no al exterior, aunque no lo pienso por mucho tiempo, simplemente llevo mi mano a la manija de la puerta y comienzo a abrirla.

Sálvame (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora