Capitulo 6

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20 de julio de 2035, viernes, último día antes de las vacaciones de invierno.

Nito despierta a las 6:00 AM, acomoda su cama, se cepilla los dientes y lava la cara, se viste para salir, baja al primer piso y abre la puerta de su casa para ir a la escuela.
Ariel se levanta a las 7 AM, se viste y peina, toma su desayuno ya preparado por su tío, se cepilla los dientes y sale de su casa para la escuela.
Tiziano se levanta 6:30 AM, se peina, desayuna, se cepilla los dientes, se viste, se pone sus lentes de contacto, se peina y sale con su hermana para la escuela de ella y luego él se dirige para el suyo, en el camino recibe un mensaje de Nito por un grupo de WhatsApp.

«Hey, ¿Creen que sea posible vernos ahora mismo? Hay algo que quiero mostrarles.»

«¿Estás sugiriendo que nos saltemos las clases? Qué rebelde de tu parte» Contesta Ariel.

«Es que es de esas cosas que es más fácil ver que explicar.»

«¿Dónde nos vemos?» Contesta Tiziano.

«En la plaza Buenos Aires, y es ahora, así que vengan rápido, por favor, si quieren.»

«Yendo no, llegando» Contesta Ariel.

«Somos criminales» Contesta Tiziano.

Una vez que los tres se encuentran donde planificaron, Nito les muestra una caja de casi un metro de alto.
-Mi tío me habló de la gente como vos, no te voy a comprar ninguna plantita ni polvo raro que ofrezcas, te lo digo desde ya -bromea Ariel.
-Yo sí, decime los precios y negociamos -dice Tiziano.
-Aún no abrí el negocio, es un poco temprano, disculpen, clientes adictos -responde Nito-. Hablando en serio, esta caja apareció en la puerta de mi casa esta mañana y tenía una carta para mi papá pegado por encima, se la llevé y la leyó y cuando abrió la caja me dijo que me lo quede pero que lo saque de la casa, pero no sé qué hacer con él.
-¿Qué es? -pregunta Ariel.
-Ábrelo, no tengo palabras para explicarlo.
Ariel abre lentamente la caja para jugar con la tensión e impaciencia de Tiziano por ver qué hay dentro, cuando finalmente termina de abrirlo, ve una especie de niño con una apariencia muy extraña dentro.
-Nito, explicate ahora mismo -exige Ariel mientras cierra la caja rápidamente.
-Juro que no lo secuestré, apareció en la puerta de mi casa como un correo, es todo lo que sé.
-Dejanos dudar un segundo de tu coartada -dice Tiziano y guarda silencio unos cuantos segundos-. Bien, te creemos. ¿Qué hacemos con él?
-No sé, por eso quise llamarlos a ustedes y mostrárselos, pensé en mandarlo a un orfanato...
-No -interrumpe Ariel-, eso no. ¿Es un niño de verdad igual? Quizá nos apuramos y es un muñeco.
Tiziano abre la caja y los tres miran con más detalle al niño.
-Uno muy realista -sigue Ariel.
-Mi papá lo sacó en mi casa, te aseguro que está completamente vivo, después lo metí de nuevo en esta caja y lo traje acá, no parece inteligente, no dijo una sola palabra en todo el día.
-Debe ser tímido, hay que darle su espacio, quizá lo estamos agobiando -dice Tiziano-. ¿Estás bien amiguito? ¿Cómo te llamas?
-No es un perro, no hace falta esa vocecita chillona -dice Ariel.
-Yo sé lo que hago, soy un experto con niños. No malinterpretes nada de lo que acabo de decir, te conozco.
-¿Yo? ¿Cómo podría? Jamás -responde Ariel irónicamente.
-¿Sabés dónde están tus padres?
Esta última pregunta hace reaccionar al niño y comienza a balbucear hasta finalmente formar una palabra.
-Papá -dice, de forma apenas entendible.
Nito, Ariel y Tiziano se sorprendieron por esto y comenzaron a hacer aún más preguntas intentando lograr que siga reaccionando.
-Mamá.
-Vamos, dí algo más útil, ¿Recuerdas donde vives? -exige Tiziano desesperado.
-Es un bebé, ¿Crees que va a saber responder eso? -dice Ariel.
-Y bueno, muchas opciones no tenemos, ¿Tenés alguna mejor idea? Además no parece tan pequeño, yo digo que tiene al menos 5 años, ¿Será que tiene un Demonio tipo Mutante? ¿O se ve así porque es un Bendito con un poder raro que lo hizo así?
--Hey, lo que importa es lo que hay adentro -bromea Nito.
-Seguro es gracioso -sigue Ariel.
-Hay que llevarlo con Lautaro, él sabrá qué hacer -concluye Tiziano mientras cierra la caja.
Nito y Ariel concuerdan y los tres se dirigen al barrio Roma cargando la caja con el niño dentro. Una vez allí, llaman a la puerta de la casa de Lautaro.
-¡Ya va! -grita el hombre desde dentro.
Pocos segundos después la puerta es abierta por Mía y los recibe.
-Oh, son ustedes, pasen, ¿No deberían estar en la escuela? -pregunta la hija de Lautaro.
-Somos adolescentes rebeldes, nos escapamos, ¿Vos no tenías clases también? -responde Ariel.
-Hoy no, el otro día un alumno se convirtió y cerraron la escuela por unos días.
-¿Qué?
-Yo les explico después, pasen, no tenemos todo el día, después voy al trabajo -dice Lautaro luego de acercarse a la puerta.
Todos ingresan al hogar y se sientan en la cocina mientras Lautaro preparaba el desayuno para su hija.
-Si no desayunaron pueden tomar las cosas del estante y prepararse algo.
-Gracias, muy amable, no somos vagabundos por si no se nota -bromea Ariel
-No nos metas en la misma bolsa -responde Nito.
-Muy bien, ¿Qué los trae por aquí? ¿Alguno ya puede usar su Habilidad Especial o algo así?
-Ojalá, pero no, mira esto -dice Tiziano. Luego acerca la caja a Lautaro-, ábrelo.
-¿Un regalo? Qué considerados, son muy buenos amigos.
-Es merca, no seas egoísta y comparte -dice Ariel.
Lautaro abre la caja intrigado y ve al niño dentro, se sorprende y rápidamente vuelve a cerrarla.
-Por favor denme una explicación y ya -exige Lautaro.
-No secuestramos a nadie, apareció en la puerta de la casa de Nito como correo, todo lo que sabemos -se defiende Tiziano.
-¿Se metieron en la trata de personas?
-Todavía no -bromea Nito-. Mi papá solo me dijo que haga lo que quiera con él pero que esté fuera de la casa y se fue a su habitación, salí y aquí estamos.
-Entiendo. Mía, deja el teléfono, no llames a la policía, estas cosas son normales, pero ve a tu habitación, no quiero que escuches esto, estos monos son mala influencia.
-Hey, no rebajes así a los monos, son inteligentes a diferencia de nosotros, ¿Sabés? -dice Ariel.
-Bien, ¿Qué piensan hacer con esto? -pregunta Lautaro.
-Vinimos para que tú nos digas -responde Tiziano.
-Claro, Ariel no mintió diciendo que un mono es más inteligente que ustedes. Bien, un orfanato no, yo no quiero adoptarlo, ustedes tampoco porque son menores, ¿Sus padres pueden quedarse con él?
-El mío básicamente lo echó -responde Nito.
-El mío lo llenaría de traumas -dice Tiziano.
-Yo no tengo -responde Ariel-. Pero puedo hablar con mi tío, quizá podría.
-Listo, solucionado, ¿Ven qué fácil es pensar?
-Cuánta sabiduría desprendes, querido mentor. -Aplaude energéticamente Ariel-. Todavía tenemos mucho que aprender de vos.
-Ojo la forma que me hablas, ¿Querés que llame a tus papás y les cuente de tu conducta?
-Uh -Ariel simula una apuñalada en el corazón-, golpe bajo, esa fue personal, señor "me quedan 5 años de vida".
-Ah, estamos compitiendo se ve.
-Amigos, amigos, paz, están traumatizando al nene -dice Tiziano señalando a Nito.
-Bueeeno -dice Lautaro mientras estira sus brazos-, muchas gracias por su visita, pero ya es hora de ir al trabajo, ustedes no saben lo que es todavía. Si no les molesta, ¿Pueden quedarse a cuidarla a Mía? Les pago cuando vuelva.
-Yo puedo -dice Ariel levantando rápidamente el brazo.
-Yo también quiero plata -dice Tiziano.
-Yo tengo que irme a casa, te acompaño, Lautaro.
-Gracias, cuiden a Mía con su vida o yo les arrebato la suya -dice Lautaro. Luego señala su ojo-; ojito. Vamos, Nito.
Durante el camino, Nito y Lautaro charlan sobre el niño y qué hacer con él en caso de que el tío de Ariel no lo acepta.
-Podemos dejarlo en mi casa, pero como última opción, no quiero otro hijo -dice Lautaro.
-Es raro de todas formas, ¿Seguro que no es un Demonio Mutante?
-Es difícil saberlo a simple vista, pero lo dudo, hasta ahora esos casos no te achican, te agrandan, y nunca hubo casos de bebés Endemoniados como para que él sea uno.
-Hay que ponerle un nombre.
-Veremos si logramos que lo diga él mismo.
-Parece bizco.
-¿Por qué?
-Es que sus ojos parecen al borde de salirse y que no logra enfocarlos, si lo ves bien, parece que está mirando a los costados y no al frente.
-Prefiero no verlo tanto, me da escalofríos pensar cómo terminó así y en correo, alguien lo envió.
-Mi papá conoce mucha gente extraña, seguro alguno se lo mandó, no sabría decir con qué intenciones. A todo esto, ¿Qué es eso que dijo Mía de su escuela?
-Ah, eso, un alumno, al parecer, se enojó mucho y se transformó en una criatura de como 2 metros y comenzó a destruir todo, salió a la calle y todo, varios civiles salieron heridos, pero por suerte ningún alumno y la escuela tampoco fue tan dañada.
-Un Metamorfo.
-Claro. Por lo que ví, llegaron varios policías y un Bendito con el poder de Manifestación de Armas lo neutralizó usando su bola manifestante, y lo durmieron. La familia estaba intentando saber dónde lo llevaron, pero nunca recibieron respuesta, posiblemente lo sacrificaron.
-¿No corroboraron siquiera si podía volver a su forma normal?
-Ningún Metamorfo pudo, se cansaron de investigar, Nito.
-Es triste.
-Sí, pero hay que ver el lado bueno, nadie salió tan perjudicado, físicamente.
-¿Crees que él sintió algo? El Metamorfo, el niño.
-Habrá perdido su consciencia y vuelto salvaje en cuanto se transformó, tranquilo, no habrá sentido ningún disparo.
-¿Cómo lo sabes?
-No lo sé, pero prefiero pensar eso, me tranquiliza un poco.
-¿Y Mía cómo está?
-Ella estuvo en su salón en todo momento entonces no vio nada, tampoco tiene miedo porque piensa que yo siempre llegaré de sorpresa como un héroe y la voy a salvar mágicamente.
-Eres capaz.
-No soy mágico, Nito, no tengo un sentido arácnido o un sexto sentido que me advierta de todo, si algo así vuelve a pasar y Mía está cerca, algo en mí morirá también.
-Cómo te gusta presumir que eres un padre ideal.
-Envidioso.
-Lo admito, sí.
Entre bromas, llega el punto del camino donde debe separarse y cada uno va a su camino.
Por mientras, Mía, Ariel y Tiziano intentan hacer hablar al niño.
-...Mario, Marsilio, Martiniano, Martirio, Mateo, Matías, Maturino, Matusael, Matusalén, ¿Es eso un nombre? -pregunta, indignado, Ariel.
-Vamos, sigue leyendo, algún nombre lo hará reaccionar -ordena Mía.
-Bien -toma un sorbo de agua-, como usted diga, jefa. -Ariel dirige la mirada nuevamente a la lista de nombres-. Maurilio, Maurino, Maximiano, Maximo...
El niño mueve su cabeza hacia Ariel.
-¡Reaccionó! Dilo de nuevo -dice Tiziano, entusiasmado.
-¿Maurino? ¿Maximiano?...
El niño no reacciona.
-¿Maximo?
El niño nuevamente mueve su cabeza e incluso su cuerpo y se inclina hacia Ariel.
-Muy bien, el niño se llama Maximo -dice Mía.
-Hey, ¿Te llamas Msximo? -pregunta Tiziano para asegurarse.
-Maxi...mo -responde el niño.

24 de julio, martes, las vacaciones de invierno ya iniciaron.
Nito se despierta 7:32 AM, acomoda su cama, se cepilla los dientes y lava su cara, baja las escaleras y va para su cocina, allí encuentra a su padre.
-Buen día, señor
William no responde.
Nito se dirige a los estantes para tomar su taza y poner agua a hervir, mientras esta se calentaba notó que su papá sellaba una carta y tenía unas maletas a su lado. Nito no menciona el tema.
-Me voy, toma esta carta y léela, ve buscando trabajo.
Nito toma la carta y ve a su padre salir de la casa y el agua comienza a hervir, lo carga en su taza, termina de preparar su té y saca la nota del sobre de la carta mientras desayuna:
"Nito, ya te cuidé la primera mitad de tu vida y te preparé para el mundo que vas a tener que enfrentar para que sobrevivas la segunda mitad, ya pagué la luz, gas y agua para este mes, compré comida que, si racionas correctamente, podría durar meses, te dejé todo servido para que tengas tiempo suficiente para conseguir trabajo y seguir sobreviviendo. No me volverás a ver. No te volveré a ver.
Cuidate, es una órden, no hagas que mis últimos 15 años criándote hayan sido en vano, sobrevive.
- Gonzalez William".
Nito guardó la carta nuevamente en el sobre y terminó su desayuno, más tarde salió de su casa en busca de algún trabajo accesible para comenzar a reunir dinero antes de que inicien las clases.

El Rol de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora