Capitulo 42

0 0 0
                                    

  Ariel llega al parque y es recibido por Nito, Ruf y Zira. Nito le explica brevemente su misión. Solo unos pocos saben sobre el súper soldado que Las Sombra creó, Nito y Ariel forman parte de esos pocos.
Ariel propone ir a los juegos mientras siguen vigilando la posible aparición del monstruo. Nito se resiste pero termina cediendo. En los juegos Nito es quien menos juega, prefiere ver a sus amigos divertirse.
  —Sos como un abuelo, divertite un poco —dice Ariel.
  —Yo me divierto a mi manera.
  —Abuelo.
  —Nene de 6 años.
Así pasan el día hasta que llega el atardecer.

  Tiziano dispara directo a la cabeza de Carlos, este reacciona rápido y crea un escudo que lo protegió. Todos se sorprenden por el ataque y se ponen a la defensiva, pero son rápidamente rodeados por los soldados que Julio envió. Los miembros élite logran desaparecer y más de la mitad de los subordinados huyen posterior a ellos, y unos pocos con expresión indiferente con súper fuerza que parecían muertos causaron problemas para ser arrestados. Thiago, antes de irse, lanza una mirada furiosa a Tiziano, y dice, solo moviendo los labios: "Esto no acaba acá".
Los soldados logran atrapar a unos treinta miembros de La Sombra, los esposan y llevan a unas camionetas del ejército, donde planean llevarlos a una prisión subterránea para interrogarlos a todos.
  En paralelo, Modesta Gutiérrez despierta del coma, luego de que Julio pagara su tratamiento.

  Nito, Ariel, Zira y Ruf compran un helado cada uno y lo disfrutan sentados en una banca.
  —No podés elegir crema del cielo, es horrible —dice Ruf.
  —A mí me gusta —responde Nito—, si te soy honesto, no diferencio el sabor de los helados, todos saben igual para mí.
  —Ah, sos un terrorista.
  —¿Qué vas a hacer al respecto?
  —Te voy a fusilar.
  —Ruf tiene razón, vos estás muy mal como para comer ese sabor —dice Ariel.
  —A vos te gusta la pizza con ananá, no tenés derecho —acusa Zira.
  —Bue.
  —Tiene razón —dice Nito.
  —Cerrá en orto vos.
  —Abrimelo primero.
  —¿Eh?
  —¿Eh?
Todos ríen.
  —¿Y Mia cómo está?
  —Todavía nadie la adopta, pero también está entrenando, dijo que quiere ser como su papá y me pidió que la entrene.
  —¿Y qué le dijiste?
  —Le di el Mjolnir y le dije que cuando pueda levantarlo la voy a entrenar, aún es una niña como para meterse de lleno en esto de querer volverse fuerte, nosotros sufrimos más de lo que nos divertimos cuando entrenamos, nosotros estábamos bien por nuestra regeneración pero ella podría romperse algún hueso si se sobre exige.
  —Hiciste bien. Zira, quiero un pancho, acompáñame.
  —¿Me vas a comprar uno? —pregunta irónicamente Zira.
Antes de irse, Ariel le susurra al oído a Nito:
  —Después contame de Ruf, es obvio que te gusta.
Y se va con Zira. Nito se pone rojo y Ruf lo nota.
  —¿Estás con fiebre?
  —No, no. Es el calor, nada más.
Y siguen hablando de los helados, cuando de repente Nito patea a Ruf y la saca de la banca. Ella se recompone rápidamente de la caída y ve la banca partida por la mitad y a una criatura de más de dos metros cuya mano estaba en la banca. Él aplastó la banca, y Nito apenas pudo reaccionar para salvarse a él y a Ruf.
Nito lo reconoce a la bestia como el súper soldado que Tiziano mencionó.
Ruf, aún en el piso, lanza un disco de magia que corta el cachete del monstruo. Este último reacciona lanzando un potente golpe que ella apenas puede defenderse con un escudo. Ella sale disparada por unos metros, y Nito le da una órden:
  —¡Llamalo a Ariel, yo lo distraigo! ¡Si los tres trabajamos juntos podremos con él!
Ruf obedece y corre hacia el puesto de panchos.
Nito se levanta y piensa por dónde huir para ser perseguido por la criatura.
«Es sólo una bestia, me seguirá si llamo su atención».
  —Te conozco —dice el monstruo.
Nito se sorprende.
  —Ah, ya recuerdo, eras amigo de Ragnarok. ¿Está por acá? Quiero mostrarle lo fuerte que soy ahora. Quiero la revancha.
Entonces Nito entiende. Gracias a la infiltración de Tiziano, los pocos que sabían del súper soldado, sabían que usaron la sangre de Alex para él, y al usarlo, accidentalmente lo trajeron a la vida de nuevo.
  —¿Alex? ¿Alex Nolasco?
  —Oh, así que ese era mi apellido. No lo recordaba. Supongo que tampoco importa, soy muy poderoso para mis padres ahora, mi apellido perdió todo su valor.
Nito se prepara para correr, pero Alex lo alcanza primero y le acesta un poderoso golpe que lo manda a volar.
  —¡Tráiganme a Lautaro, estos estorbos no son nada contra mí!
Mientras Nito se recomponía, Alex volvió a alcanzarlo y le acesta otro golpe que lo deja en el piso agonizando.
Alex le da una patada pero Nito se agarra de la pierna, y la bestia patea al aire para que se suelte, tras un pequeño rato, Nito se suelta y se volando de nuevo.
Antes de recuperar la compostura, Alex vuelve a llegar a él y vuelve a patearlo, esta vez, mandándolo al otro lado del parque.
Antes de que Alex vuelva a alcanzarlo, aparece Ariel.
  —¡Es Alex, está completamente consciente! —advierte Nito.
Alex le da un gancho derecho para callarlo.
  —Decime, ¿Dónde está Lautaro? Se ve que logró acabar con Loki, por algo tenía una estatua.
Ariel guarda silencio.
  —Oh. —Alex entiende lo que pasó—. No me digas que murió.
Se le marca una vena a Alex y rechina sus filosos dientes.
  —Hijo de puta, ¿Cómo pudo morirse antes de nuestra revancha?
La tierra comienza a temblar, lo que paraliza a Nito. Ariel no pierde el tiempo y se lanza con toda su fuerza y velocidad para intentar derribar a Alex, pero al conectar el ataque, siente que golpeó una pared. Alex ni se inmuta. La bestia responde el ataque con un fuerte golpe que lanza a Ariel contra la rueda de la fortuna haciendo que, por el impacto, se derrumbe. Nito arremete y, usando su poder de rayo, golpea en la pera a Alex, con la fuerza suficiente y cargado de una potente electricidad como para hacerlo retroceder e incluso noquearlo.
Alex retrocede. Nito esperaba que caiga, pero en su lugar, comienza a reír. Una estruendosa risa que se escucha hasta fuera del parque.
  —¡Pésimo! ¡Tu golpe fue pésimo!
Alex intenta devolver el golpe, pero su cuerpo no responde. Nito lo nota y entiende:
  «Dylan dijo que no tiene sistema nervioso, entonces no puede sentir dolor. Pero eso no significa que no lo sufra».
Ariel llega y se lanza con las piernas extendidas e impacta en Alex. Nito corre y se lleva a Ariel consigo, la bestia ríe a carcajadas al entender lo fuerte que es ahora.
  —¡Soy imparable!
Ocultos, Nito le explica a Ariel.
  —Ese bicho no siente dolor pero su cuerpo sí puede ser dañado, solo tenemos que romperle algún brazo o pierna.
  —¿Cómo? Nuestros ataque son surten efecto.
Nito piensa un breve momento, hasta que se le ocurre la solución.
  —Ruf puede. Lanzó uno de sus discos mágicos y logró cortar el cachete de ese monstruo.
Por mientras, Ruf y Zira se encontraban evacuando a los civiles, momento que Ruf aprovecha para llamar a Julio y le explica lo sucedido.
  —Tiziano, cambio de planes. Andá al parque de diversiones y ayuda a Nito y compañía. Dylan también está allá, pero podrían necesitar ayuda.
Tiziano asiente.
De repente, uno de las varias camionetas que transportaban a los integrantes de La Sombra capturados explota.
Todos los soldados bajan de las camionetas sin entender lo que pasó. De pronto, explota otro. Julio ordena sacar a los prisioneros de las camionetas, en ese momento ve a uno de ellos explotar, y lo entiende.
  —¡Los prisioneros explotan, aléjense!
Tiziano lo entiende como una trampa.
  «¿Acaso sabían de mi infiltración? ¿Por qué los subordinados tienen bombas dentro suyo? No, alguien implantó explosivos en los prisioneros en el tiempo que estuvieron en las camionetas, por eso recién ahora empiezan a explotar. Es un plan macabro para callarlos».

  Nito llega con Ruf y Zira y les explica brevemente la situación.
  —Ruf, ¿Estás lista? Te necesitamos.
Ruf duda, pero decide luchar, aún llena de miedo, apenas pudiendo respirar.
Ariel es superado ampliamente por Alex, y cuando éste está por aplastar su cabeza, recibe una puñalada por detrás de un shuriken. Alex se da la vuelta y ve a un ninja, Dylan.
  —Vos, hijo de pu...
Alex lo calla de un golpe que lo manda lejos.
  —A vos no te conozco.
  —No soy de mostrarme mucho.
Dylan se clona y ataca a Alex desde varios ángulos. Alex reacciona golpeando el piso con tanta fuerza que hizo caer a todos los clones, luego, ágil, acabó con todos. Corrió a toda velocidad contra Dylan y lo noquea de un poderoso golpe que lo deja en el piso.
En ese momento, Nito hace presencia por su cuenta mientras Zira y Ruf intentan que Ariel despierte y así poder contarle el plan. Por mientras, Nito debe mantenerlo distraído.
Nito suspira, respira profundamente y dice:
  —Habilidad Especial: tipo Potencia: Dios del Rayo.
Los ojos de Nito se vuelven blancos, desprende electricidad de su cuerpo, siente su cuerpo mucho más ligero y su velocidad y fuerza son ampliamente aumentados. Así, Nito arremete y logra hacer retroceder a Alex de un fuerte empujón.

  Tiziano intenta idear una forma de evitar que los prisioneros sigan muriendo, pero no se le ocurre nada.
Los prisioneros comienzan a flotar y a ser lanzados a edificios en medio de la ciudad sin importar los civiles, creando una masacre.
Los gritos desesperados de la gente, los soldados incapaces de hacer nada, Tiziano sin ideas, Julio sin órdenes, todo invade la mente de Tiziano.
Hasta que de repente Tiziano está en otro lugar.
  «¿Un bosque? No. Esos carteles. Estoy en el parque bosquejo de la ciudad. ¿Qué hago acá? ¿Habrá sido Carlos? É puede levitar y hacer levitar otras cosas. ¡Cierto! Él debió ser quien implantó los explosivos con sus portales y me debió teletransportar acá con otro portal».
  —Hola.
Tiziano voltea a la defensiva.
  —No hablamos mucho, "compañero" —dice Jesús.
  —Creí que Thiago vendría a por mí.
  —Él quería hacerlo, pero el jefe no se lo permitió como castigo por haber permitido que un enemigo se infiltre.
  —Tiene sentido, ese William es bastante estricto, ¿No?
  —Basta de tanta charla, el jefe ya está muy molesto. Y yo nunca lo decepcioné, y esta vez no será la excepción.
Tiziano se pone a la defensiva.
  —Vení con todo.

  Nito logra mantener a Alex a raya, pero lentamente comienza a ser superado.
En ese momento llega Ariel ya recuperado. Carga toda su velocidad y se lanza contra Alex, Nito se involucra carga toda su energía y fuerza en su puño y ambos golpean el pecho de la bestia al mismo tiempo y lo hacen caer de rodillas.
  «No puedo moverme, ¿Qué pasó?» piensa Alex.
Cuando se le dificulta respirar, lo entiende.
  «Conque mi cuerpo sufre».
Nito y Ariel siguen el siguiente paso de plan, hacer que Alex caiga y Ruf, usando un portal donde pondría su espada mágica y así atravesar la cabeza de la bestia. Pero antes de caer, Alex evita terminar de caer usando tierra. Luego crea un pico filoso del suelo que atraviesa la cabeza de Nito, y otro que tenía el mismo objetivo en Ariel, pero él reacciona a tiempo y logra casi esquivarlo, siendo su piera lo único que es atravesado. Ruf se mantiene oculta al haber visto el destino de sus dos amigos, temblando de miedo. Zira espera afuera del parque por sus amigos. Alex, ahora que conoce su debilidad y a lo dañado que estaba su cuerpo, decide retirarse del lugar, enterrándose bajo tierra para huir.
Pronto llegan refuerzos, que llevan el cuerpo de Nito y Dylan, ambos inconscientes.

A la madrugada de esa noche, Ariel, ya sanado, llama a Tiziano, que normalmente sigue despierto a esa hora, queriendo contarle todo lo sucedido, pero no contesta.
En ese momento, Dylan se cruza con Ariel.
  —No sé qué trato hiciste con Julio, pero yo aún te odio. No te creo nada que no sabes dónde está Maximo. ¿Y qué haces con esa máscara todavía? Este va dificultar respirar.
  —Es parte de mi poder, no puedo sacarmelo, es como una maldición.
Ariel se aleja de él maldiciéndolo. Se sienta en el cuarto donde está Nito y prende la tele para ver las noticias, y ahí ve sobre el atentado en la ciudad, y entre los desaparecidos que van siendo registrados, ve el nombre y cara de Tiziano. Ariel se levanta rápido de su asiento y corre a toda velocidad al centro de la ciudad.
Al llegar, ve a Julio.
  —¡¿Dónde está Tiziano?!
  —Lo acabamos de encontrar, está saliendo del parque bosquejo.
Ariel corre rápidamente y, al llegar, ve que están subiendo un cuerpo cubierto por una sábana en una ambulancia.
Ariel se acerca lento y asustado, temiendo lo peor, ansioso y negado. Levanta la sábana y ve la cara inerte de su amigo. Rápidamente vuelve a cubrir su cara con la sábana.
  —¿No hay nada que hacer?
  —No. Ya está muerto. Pronto llegarán las autoridades para llevárselo.
  —Yo también voy a esperar.
Ariel se sienta en el piso al lado del cuerpo de su amigo y comienza a recordar todos los momentos que pasaron juntos.
  —Otro más —susurra entre llantos—, perdí a otra persona más. No puedo salvar a nadie. El psicólogo del orfanato tenía razón, aunque lo intente, sigo sin ser lo suficiente fuerte.

El Rol de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora