Capitulo 43

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  29 de agosto, 2037.
Nito se levanta temprano, se lava los dientes , desayuna un té, se cepilla los dientes de nuevo, y se prepara para salir, vestido todo de negro. Una camisa, un saco encima, un pantalón largo, zapatos, y un sombrero, y espera en la puerta de su departamento a Ruf.
Ruf se pone un chaleco gris con un top negro y un jean. Se maquilla y luego va con Nito y ambos parten.
Luego de un pequeño viaje de diez minutos en colectivo, llegan a la funeraria, donde esperan que el cuerpo de Tiziano sea llevado al cementerio para enterrarlo.
Ariel ya se encontraba allí, vestido también de traje. Nito se acerca y le da un abrazo.
  —¿Desde cuándo estás acá, esperando? —pregunta Nito.
  —Desde las 4 de la mañana, no podía dormir.
  —¿Volvieron los trances?
Ariel no responde.
Nito no pregunta más.
Pronto llegan Camila y su madre, llorando.
Nito se acerca y trata de consolarlas con un abrazo a ambas. Ariel también y les dedica unas palabras.
  —Tiziano fue un gran hombre. Gracias por criarlo.
  —No —dice la madre—, gracias a ustedes por ser sus mejores amigos. Les aseguro que hicieron que su vida fuera mejor.
Los ojos de Ariel se cristalizan.
Nito lo rodea con un brazo y lo acerca, dándole un pequeño abrazo por la mitad.
Cerca del ataúd estaba Mia, llorando.
  —¿Por qué? —se pregunta, en llantos—, es injusto. Si yo hubiese estado lista podría haberlo salvado.
Nito se acerca y trata de consolarla.
  —No te culpes, nadie pudo hacer nada. Y fue inesperado. Ni aunque hubieses estado lista podríamos haber evitado esto. Él dio lo mejor de sí, nos toca hacer lo mismo. Hay que seguir adelante y honrar su memoria, vivir como él hubiese querido que hagamos.
Mia rompe en llanto y tiembla tal taladro.
  —Por favor —dice tartamudeando—, ustedes no mueran. Son lo único que me queda.
Nito la abraza.
  —No podemos, así que nos vas a tener para un largo rato.
  Llega el auto de la funeraria, suben el ataúd y parten al cementerio. La madre de Tiziano lleva a todos. En el cementerio, todos, excepto Nito, lloran desconsoladamente.
  —Muchas gracias por ser su amigo —dice la madre—, gracias por quererlo tanto.
Pasan unas horas después del entierro y solo quedan Nito y Ariel en el cementerio. Luego llega Julio a despedirlo.
Ariel lo ve, se abalanza contra él y lo agarra del cuello.
  —¿Por qué carajos le diste una misión tan peligrosa como esta? ¡Ahora está muerto por tu culpa y tu negligencia!
Julio no responde.
  —Él tenía mucho por qué vivir, era el único de nosotros que podía tener una vida larga, él debía ser un gran inventor. Él aún tenía razones para vivir. Primero aceptas al hijo de puta de Dylan como aliado y ahora mandás a una misión suicida a Tiziano.
  —Lo sé —responde Julio—, tenía un gran futuro por delante. Me hago responsable de su destino. Ahora ya no hay nada que pueda remediar esto, más que decirles que vengaremos su muerte, analizamos el lugar donde lo hayamos muerto y creemos saber contra quién peleó. Gracias a su ayuda, estamos más cerca de acabar con La Sombra. Encontraremos a Jesús y haremos que pague.
Ariel chista y suelta a Julio.
  —Más te vale que nos lleves con él. Para que quede claro, ya no confío en vos ni te perdono. Cuando tenga enfrente a ese hijo de puta, no importa tus órdenes, yo mismo acabaré con él.
Julio asiente levemente la cabeza y se retira del lugar.
Nito se acerca para consolar a Ariel, pero este lo aleja bruscamente.
  —¡No me toqués! Vos ni siquiera estás llorando por él, ¿Acaso te importó que haya muerto? Insensible de mierda.
Nito no contesta.
  —¡Hablá, decí algo, reaccioná de una maldita vez! Me cansé de tu maldita cara inexpresiva. ¿Acaso sos humano?
Nito se queda callado.
Ariel se da cuenta de lo que dijo.
  —Perdón —dice con la voz quebrada—, sólo —hace una pausa larga—, necesito estar solo un rato. Un rato largo. Voy a caminar por ahí, te veo en casa, no sé cuándo.
Ariel sale del cementerio y va a un camino sin rumbo, a despejarse.
Horas más tarde, Nito decide irse también, no sin antes dejar flores en la tumba de Tiziano.
Nito llega a su departamento y Ruf lo estaba esperando para almorzar, aunque ya era bastante tarde para eso.
  —¿Cómo estás? —pregunta Ruf.
  —Bien —responde Nito—, voy a darme una ducha.
Ruf se sienta en el sillón e invita a Nito a sentarse también.
  —Nito.
  —¿Sí?
Ruf lo abraza. Un cálido abrazo reconfortante.
Nito se aguanta las lágrimas, pero finalmente quiebra y rompe en llanto.
  —Quisiera haberme podido despedir. Pasó igual que con Lautaro, ambos murieron mientras yo estaba inconsciente.
Ruf lo abraza más fuerte.
  —No fue tu culpa.
  —Lo extraño.
  —Sé que sí.
  —También extraño a Lautaro.
  —Me imagino cuánto.
  —¿Era tanto pedir tenerlos unos años más?
  —Es muy injusto, lo sé.
  —No quiero llorar más.
  —A nadie le gusta. Pero es necesario dejarlo salir. Llorar no es malo, es sano. Guardarte todo es peor a largo plazo. Déjate sentir. No temas, nadie te va a juzgar. Vos me ayudaste cuando estaba tan mal con mi ex, déjame ayudarte a sobrellevar esto.
Nito sigue llorando sin parar, las lágrimas no acaban.
Ruf guarda silencio y no lo suelta.
  Ariel llega al hotel donde Héctor se hospeda esperando el día que Ariel esté listo para retomar su viaje. Ariel sube a su habitación y toca su puerta.
  —¿Ya estás listo para el viaje? —pregunta Héctor.
  —¿Tenés un porro para mí?
Héctor se sorprende, pero afirma que sí. Ariel entra al cuarto y comienzan a fumar juntos.

                                  *     *     *

  Camila golpea la puerta del departamento de Nito. Éste abre y la recibe.
  —¿Ariel todavía no vuelve? —pregunta Camila.
  —No, dijo que quería estar solo unos días y no sé en dónde está. No responde mis mensajes.
Camila siente lástima por él.
  —Encontré algo en la habitación de Tiziano, en el campus de la universidad.
Saca de un bolso un cuaderno, cuya tapa dice "Investigación: La Sombra".
  —No sabemos nada de esa investigación que llevaban a cabo, pero creímos que sería mejor que lo tengan ustedes. No te preocupes, no leí nada de su interior.
Nito recibe el cuaderno y agradece a Camila, y ella se va del lugar.
Nito sale de su departamento luego de despedirse de Ruf, y va al cuartel de la investigación y es atendido por Julio. Le entrega el cuaderno y se va.
Pasan unos días y Julio llama a Nito y a Ruf. Ellos llegan y se sientan en una mesa con Julio, quién les invita un café y les pide que escuchen atentos.
  —Intenté llamar a Ariel también, pero no pude contactarlo.
Nito y Ruf asienten esperando la noticia.
  —Leímos todo el cuaderno, y muchos de los datos que contenía ya nos había informado Tiziano cuando aún estaba infiltrado. Y otros no, suponemos que porque eran teorías suyas que no nos sería útil, al menos no hasta confirmarlo. El dato más importante que encontramos fue la identidad del líder de esta organización.
Nito y Ruf se sorprenden.
Julio le alcanza a Nito el cuaderno para que lo lea.
Nito lo recibe y sus ojos se abren como platos al ver el nombre del posible líder de La Sombra.
  Al mismo tiempo, unos soldados enviados por Julio detienen el despegue de un avión porque el sospechoso abordaba en él.
  Nito deja caer el cuaderno.
Ruf lo toma y lee su nombre:
  "William Torres"
  —¿Mí padre?
  Los soldados encuentran a William y lo esposan. Hasta que de su cuerpo comienza a salir vapor y en segundos se transforma en una gran llamarada de fuego que hace explotar al avión entero, con todos sus habitantes dentro.
  Julio recibe la noticia de la explosión casi al instante y envía refuerzos que busquen el cuerpo incinerado de William. Da por terminada la reunión y envía a Nito y a Ruf a su casa. Pero antes, Julio le preguntó a Nito si quería ir a recuperar el cuerpo de su padre, Nito se negó.
  —No quiero verlo. No, ahora que sé lo que estuvo haciendo todos estos años.
  Julio llega a la escena y sus soldados informan que no se pudo reconocer ningún cuerpo, ya que todos estaban carbonizados, posiblemente incluído el de William.

gue desaparecido.
  Ruf llega al departamento y encuentra a Nito escuchando una canción en inglés, cosa rara para la época.
  —¿Qué estás escuchando?
  —Beautiful Boy, de Jonh Lennon.
  —¿Por qué lo estás escuchando? No sabía que te gustaban canciones tan viejas.
  —Papá solía poner mucho esta canción. Me recuerda a él.
  "Close your eyes
Have no fear
The monster's gone
He's on the run
And your daddy's here"

  Ariel vuelve al departamento y le cuenta a Ruf y a Nito que volvía a retomar su viaje. Se despiden y Ariel va a la casa de Zira a despedirse de ella también.
  —Sabés que este viaje solo es para distraerte y que no te hará más fuerte realmente, ¿No?
  —No creo eso. Me entrenaron y entrenarán muchos Benditos fuertes, como hacía Lautaro. Aprenderé mucho.
  —¿Y los trances? ¿Volvieron?
  —Te mentiría si digo que no.
Zira guarda silencio.
  —Pero no tanto como otras veces. Esta vez soy más fuerte que ellos.
  —Deberías ir a terapia, te ayudaría.
  —No lo necesito. Será como el del orfanato, me dirá cosas que ya sé; no puedo proteger a nadie. Mamá, Maximo, Antonio, Lautaro, Tiziano, incluso Nito, que no murió definitivamente sólo por su Demonio.
  —¿No te enteraste?
  —¿Qué?
  —El psicólogo el orfanato, Facundo, fue encontrado muerto entre dos bloques de tierra que aplastaron su cuerpo excepto la cabeza, que estaba intacta.
  —Se lo merecía.
  —En serio necesitas terapia.
  —Basta con eso.
  —Era solo un consejo.
Pasa un rato más de charla y Ariel parte.
Se encuentra con Héctor en la estación donde toman un tren. Al llegar al primer hotel donde se hospedarían, Ariel está sentado en la cama, y deja de reconocer dónde está, comienza a dolerle el estómago, siente una presión en el pecho y un nudo en la garganta, y pierde por un momento sus sentidos. Al recuperar su consciencia, ve a Héctor con un trapo lleno de sangre.
  —¿Recuperaste la consciencia? ¿Qué te pasó?
Ariel no entendía de dónde salió la sangre, ya que él está completamente sano.
  —Entré a la habitación y estabas autolesionandote, ¿Está bien?
Ariel guarda silencio varios segundos.
  —Estoy bien —es lo único que dice. Luego se acuesta en la cama.
Héctor decide no preguntar más y se acuesta en la otra cama.
Ariel, en silencio, rompe en llanto.
  —Mamá —susurra—, ¿Dónde estás?

El Rol de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora