El Rol de la Muerte

Capitulo 39

  Julio, entra a una sala de pacientes en coma de un hospital en la ciudad de Montevideo, allí deja unas flores al lado de una mujer llamada Modesta Gutiérrez, la madre de Mateo. A petición de Alan, Julio aceptó visitar cada tanto a Modesta por el tiempo que esté en coma, y una vez despierta, comunicarle que su hijo falleció.
Al salir del lugar, recibe una llamada de parte de Adrián.
  —¿Sí? —dice Julio.
  —Hay un niño que quiere unirse a la investigación, parece de unos 15 años.
  —Decile que deje de molestar y mandalo con sus papás.
  —Ese es el tema, él dice no tenés familia ni hogar, e insiste en que te diga su nombre, se llama Maximo.
  «El nombre que dijo Dyan, el que lo liberó» piensa Julio.
  —Bien, déjalo quedarse, yo voy en camino, mañana por la mañana llegaré, por mientras, alimentenlo y denle un lugar donde dormir y, si es necesario, también denle un baño caliente.

                                  *     *     *

  Nito y Ruf están comprando cosas para el hogar, desde lavandina y desodorante hasta comidas y bebidas. Ruf consiguió trabajo como recepcionista en un edificio de una empresa de papeles. De esta forma, ella en aquel trabajo y Nito en el restaurante, pagan el departamento y compran los productos necesarios para mantener la limpieza.
En el camino de regreso, charlan sobre su futuro.
  —Oye, Nito, ¿Vos tenés pensado qué hacer después de que terminen con eso de La Sombra? Alguna carrera universitaria que estudiar o algo por el estilo.
  —No sé, nunca lo pensé realmente. Aunque creo que me gustaría ser profesor o veterinario.
  —¿Te gustan los animales?
  —Solo uno, en realidad.
  —Contá —dice ansiosa.
  —Cuando era un niño tuve un pato, me lo compré cuando pasó un señor vendiendo animales. Lo llamé Martín, y lo alimentaba cada día, cuidaba de él y evitaba que los perros y gatos se le acerquen. Pero un día, volviendo de la escuela, no lo encontraba, y así quedó, desaparecido. Papá estaba enterrando algo en el fondo de la casa, así que no supe qué pasó hasta ahora, que entiendo que estaba enterrando a Martín, o eso creo, mi papá hacia muchas cosas raras, así que puedo esperar lo que sea de él.
  —¿Alguna vez pensaste en volver a tener una mascota?
  —Cuando tenga una casa más grande.
  —Cambiando de tema, ¿Viste a ese político, Gustavo Spagnoli, que busca acabar con la discriminación a los Benditos? Está postulado para president...
De repente, una espada hecha de magia atraviesa el estómago de Nito y luego lo apuñala en el corazón. Nito cae al piso agonizando. Detrás de él, se revela un hombre encapuchado, que ignora el cuerpo de Nito y se dirige a Ruf.
  —Perdón por aparecer así, de repente. No quise asustarte.
Desde que terminó con Joaquín, Ruf entrenó arduamente para poder manejar  su poder. Ante el misterioso hombre, Ruf se pone a la defensiva con la primera habilidad que aprendió a manejar, escudos.
  —Me presento, soy Carlos, miembro élite de La Sombra. Supongo que gracias a este inútil. —señala a Nito—. Sabés qué es La Sombra.
  —¿Y qué tiene que lo sepa? ¿Qué querés?
  —Es muy simple, quiero que te nos unas, después de todo, tenemos el mismo objetivo.
  —¿Qué te hace pensar que tengo el mismo objetivo que vos?
  —Porque vivimos lo mismo. No me conoces, pero pertenezco al mismo clan que vos, el clan Jiménez, y, al igual que vos, me separaron de mi familia por la Cuarta Guerra Mundial. Mi familia y el resto del clan fueron forzados a pelear hasta morir, los enviaban primeros como carnada para agotar al enemigo.
  —¿Y cómo sabés eso? Son demasiados detalles.
  —Sencillo; un día abrí un portal para ver a mis padres, pero lo que vi fue muerte y destrucción,vi a mi gente morir por culpa de los peces gordos del gobierno, y por eso busco darles lo que merecen. Y vos debés estar igual de resentida. Vení conmigo y juntos vamos a batallar por el bien de nuestro clan. Puedo enseñarte a aprovechar todo tu potencial y usar tu magia al máximo, solo dame la mano y nos iremos a un lugar segu...
Nito golpea a Carlos con un gancho derecho justo en la espada, haciendo que se arrodille del dolor. Toma la mano de Ruf y se pone enfrente de ella.
  —No te alejes. No me sueltes. Y hacé un portal que nos lleve a casa.
  —Maldito —dice Carlos—, no te interpongas ¡Entre mi clan y yo!
Entonces se abre un portal por debajo de Nito y él, junto a Ruf, caen. Al otro lado del portal había una caída directo a piedras filosas. Carlos, al ver que Ruf cae con él, abre otro portal a último momento y evita que caigan en las piedras.
  —¡Estas confundida, Ruf, es todo! Estos servidores del gobierno que tanto daño nos causó te lavaron el cerebro. ¡Yo puedo iluminarte!
  —¡Cállate un rato, ¿Querés?! —grita Nito.
  —¡Esto no te incumbe, miserable!
Ruf comienza a respirar agitada y siente un fuerte dolor de cabeza.
Carlos los marea haciendo que caigan en portales constantemente de un lado a otro de distintos ángulos, cada vez más rápido y más intenso.
  —¡Ruf, necesito que abras un portal a casa! Los portales sólo pueden llevar a lugares conocidos y de los cuales se tenga una imagen fotográfica del lugar, él no conoce nuestro departamento.
Ruf, mareada, comienza a descomponerse. Nito, viendo que ella está por soltarlo por el mareo, la agarra del brazo completo y le da una cachetada. Ruf reacciona y Nito le grita:
  —¡A casa!
Ruf actúa por instinto y abre un portal que los lleva a su departamento.
Carlos los ve entrar en ese portal y, por estar pensando en el porqué Ruf no se les unió, no logra alcanzarlos y los pierde.
  —¿Por qué? Esto está mal.
  Ya en casa, Nito y Ruf se abrazan con fuerza, temiendo que Carlos los encuentre. Nito se lleva a Ruf con él al cuartel general, donde se encuentra con Julio y le cuenta todo lo sucedido. Por esa noche, ambos durmieron sentados en una habitación del cuartel, apoyados uno del otro mutuamente.

  Al día siguiente, en la mañana.
Tiziano entra al cuartel general, y luego de varios minutos, sale de allí con una carpeta titulada "Investigación: La Sombra", camina hasta una plaza, donde se encuentra a Thiago. Tiziano le entrega la carpeta y Thiago se alegra.
  —Sabía que serías útil. A este paso serás un miembro élite en tiempo récord. Estate atento, en cualquier momento vengo a llevarte a alguna misión.
Thiago se despide y se retira del lugar. Tiziano se queda sentado en aquel banco, completamente en silencio.

  Carlos llega con su líder, con las manos limpias
  —Perdone, mi señor. Fallé en matar a quien me mandó a reclutar luego de que rechazara mi oferta.
  —No me pidas perdón.
William levanta un dedo con el que expulsa una fuerte ráfaga filosa de viento, que corta el traje de Carlos y roza su piel, generando algunos cortes.
  —Que no vuelva a ocurrir.
  —Sí, señor.
Inmediatamente, Carlos se retira del lugar.
  —¿Te dieron un sermón? —se burla Jesús.
Carlos lo ignora y se va.
  —Qué amagado, ¿No crees?
  —Sí, eso parece —dice Thiago.