Marzo de 2037. Ciudad de Corrientes.
Las ciudades afectadas por Loki fueron abandonados y el gobierno se encargó de que todos los afectados recibieran tratado médico físico y mental, además, se les dio alojamiento. Nito y Ariel consiguen trabajo rápido y alquilan un departamento para dos personas. Tiziano siguió sus estudios y se anotó en la Universidad de Corrientes, estudiando mecánica. Ruf se mudó con su novio y Zira alquiló un monoambiente. Adrián, por su parte, colocó decenas de carteles buscando a Alex, incluso fue con la policía, pero aún no logran dar con su paradero. Mia termina en un orfanato, ya que Román se tuvo que mudar a un departamento pequeño donde no puede criar a más niños y los abuelos de Lautaro acabaron en un geriátrico, donde fallecen luego de unas semanas por la depresión que les causó la muerte de su nieto. Dylan fue retenido por Julio en un lugar oculto y secreto.
Una vez terminada la batalla, Julio y vario soldados fueron a por el cuerpo quemado de Gonzalo, pero no lograron encontrar nada. Pasaron los días y jamás lo hallaron.Nito espera a Mia afuera del orfanato para llevarla a la escuela.
Mia sale y lo saluda. Ambos se encaminan al colegio.
Durante la caminata, Nito nota extraña a Mia. Desde que Lautaro murió, se volvió mucho más callada.
—¿Estás emocionada por empezar un nuevo año escolar? Es tu segundo año en la secundaria.
Mia no responde, solo asiente levemente la cabeza.
Nito la ve a los ojos, y luego de unas cuadras más, se detiene.
—Basta.
—¿Qué cosa? —responde Mia, confundida.
—No hagas eso. No te cierres.
Mia no dice nada.
—Sé que es una experiencia horrible perder a tu padre, sé que aún no procesas lo qué pasó. No hay mucho que pueda hacer más allá que hacerte compañía.
Los ojos de Mia comienzan a cristalizarse.
—No te contengas, si querés llorar, llorá. Lautaro no querría verte así. Si te lo sigues guardando, empeorará, y es muy difícil volver. No bloquees tus emociones, sentilos. Tarde o temprano, te hará sentir mejor.
Mia siente una punzada en el pecho y un gran nudo en la garganta, sus ojos llueven de forma intensa, y su voz se desgarra.
—¡Es injusto! ¿Por qué tuvo que morir? ¡Es muy injusto! —se lamenta Mia.
Nito la abraza y la contiene.
Luego van a un baño público para que Mia se lave la cara una vez termina de llorar. A pesar de todo, ella quiso ir a la escuela.
Mia entra y Nito la despide en la puerta. Se da la vuelta y se dirige a su trabajo, mientras susurra para sí mismo:
—Hipócrita que sos, Nito.* * *
Julio entra a una sala de interrogación, donde está Dylan, encadenado.
—Veo que ya te recuperaste —señala Julio.
—¿Por qué esperaste tanto para venir a interrogarme? Creí que querrías cerrar este caso lo más rápido posible.
—Quería que te recuperaras, así no decías boludeces por la fatiga o algo así.
Dylan no contesta.
—Nos ayudaste en la batalla contra los infectados, y sé que estas cadenas no te detienen y podrías haber escapado hace rato, así que tomaré esas señales como un tratado de paz de tu parte.
Dylan sigue callado.
—Mirá, yo quiero información, vos querés salir. Coopera y, a cambio, te ayudaré a disminuir tu condena lo máximo posible.
—¿Qué te hace pensar que quiero salir? Yo mismo me entregué, dos veces.
—Eso me dejaba pensando, intenté entenderte. Pasar de actos terroristas y múltiples asesinatos a ser un pobre idiota que se deja encerrar para luego luchar de nuestro lado. Intenté buscar cómo una cosa llevó a la otra, pero supongo que, en lugar de yo intentar entenderte, vos podrías explicarte por tu cuenta.
Dylan guarda silencio por unos minutos, minutos que Julio espera, paciente, una respuesta.
—Supongo —comienza Dylan— que sólo no quería morir.
Julio asiente, esperando que siga hablando.
—Dime cuánto sabes —ordena Dylan.
—Sé que no sos el líder de La Sombra y que buscan una extraña buena causa, según ustedes.
—¿Y qué te hace pensar que voy a hablar?
—¿Tienes algo mejor que hacer? Si huyes y buscas que te ocultemos es porque fallaste tu misión aquella vez contra Lautaro y tus compañeros buscan matarte. O eso tenemos teorizado.
Dylan se mantiene callado.
—Se ve que acerté.
—Cuando tenía 6 años, desperté mis poderes, heredados de mi padre. Mi hermano mayor, Uriel, también despertó ese poder, Manifestación de Sombras, lo que nos daba lo que comúnmente se ve en las clásicas películas de ninjas. Cuando yo tenía 13 años y Uriel 17 cuando comenzó la Cuarta Guerra Mundial aquel 2020, nuestros padres fueron forzados a ir a batallar y jamás volvieron. Los primeros días sólos fueron horribles, apenas teníamos para comer. Cuando terminó la guerra y todo el país se estabilizó, yo tenía 16 años y mi hermano 20, ya era mayor de edad así que se volvió mi tutor legal. Varios meses después de la guerra, Uriel siempre estuvo resentido con el gobierno por enviar a nuestros padres a la guerra. Nosotros nos salvamos de ir porque nunca nos registramos como Benditos en el censo anual de Benditos, aún en la actualidad no estoy registrado. Un día, volvió emocionado y me habló sobre un tal "William" y de su invitación a una organización llamada "La Sombra", cuyo objetivo era derrocar al gobierno y a los políticos, responsables de la masacre que tuvimos los Benditos en la Cuarta Guerra Mundial y en toda la historia. Desde ese día, comenzamos a entrenar para manejar bien nuestro poder. Hasta que un día, nos envían a una misión para cada uno por separado, lo que era raro, ya que siempre nos mandaban juntos. Yo tenía que convencer a un señor de unirse, y nunca supe la misión de Uriel. Tras unos días sin verlo, el líder de la organización nos dio la noticia de que Uriel fue encontrado muerto. Cuando llegué a casa ese día, vi una carta en la mesa, la abrí y lo que contenía dentro era un mensaje de Uriel, explicando que se equivocó uniéndose a esta organización, cito: "Esta organización destruirá al país entero, incluyendo a civiles inocentes". Para ese punto, no sabíamos de ningún ataque terrorista, en parte, porque esa información no se las daba a los nuevo, y por otro lado, porque el primer movimiento terrorista se dio años más tarde. Desde entonces, me mantuve del lado de la organización por temor a que me maten, como sé que hicieron con mi hermano. Tenía 19 años cuando hicieron explotar un restaurante de comida rápida donde estaba almorzando el vicepresidente de ese entonces, junto a varios civiles, fue ahí cuando entendí lo que decía la carta. Con el tiempo, fui siendo más descuidado con las reuniones que teníamos los miembros de La Sombra bajo mi autoridad, por eso fue tan fácil que nos encontraras luego de hacer estallar el MarketMall. Estaba preparado para morir, pero cuando Lautaro casi me aplasta la cabeza, instintivamente huí, pasó lo mismo cuando mis colegas intentaron matarme. Todo lo que pude hacer fue huir, después de todo, resulta que no quiero morir aún. Por eso me entregué, para que me resguardaran. Luego, volví a rendirme y creer que moriría en la prisión del refugio, pero llegó ese niño, Maximo, y volvió a darme la oportunidad de seguir viviendo, y lo tomé. Aún no estoy listo para morir.
—¿Quieres redimirte?
Dylan guarda silencio por unos segundos.
—Quiero hacer algo bien antes de morir, para enorgullecer a mi hermano en el cielo, aunque sé que yo iré al infierno, cometí actos imperdonables.
Julio entiende lo que Dylan dice, pasó por algo similar.
—Yo tenía 18 años cuando decidí unirme al ejército, y tenía 21 cuando comenzó la Tercera Guerra Mundial, fue en esa guerra cuando me ascendieron a comandante, así que en la Cuarta Guerra Mundial tenía la misión de guiar al resto hacia la victoria. Debido a esas guerras, perdí mucho tiempo con mi familia. Cuando la guerra aún no acababa, sabrás que casi hubo una guerra civil en el país, después de todo, aún era reciente la unión de Latinoamérica como un único país. Esa guerra se evitó gracias a que ganamos la Cuarta Guerra. Cuando volví a casa con mi familia, me enteré que mi hija, Alicia, que tenía 19 años apenas, fue asesinada por un Bendito un año atrás. Pasé días investigando sobre el tema. Incluso dejé el ejército por un tiempo. Más pronto que tarde, me enteré que el asesino fue liberado gracias a que pagaron para que salga, entonces me armé y acabé matándolo. Cuando mi esposa vio que él murió por las noticias, supo inmediatamente que fui yo, así que me pidió el divorcio, y me dijo algo que aún tengo grabado en la mente: "Alicia no querría que su padre se vuelva un asesino". Entonces, volví a la milicia y en poco tiempo recuperé mi título de comandante. Pensé que, si dejaba de ser Julio Armando Olivera y me volvía solo en "el comandante", cuya vida solo se dedicaría a servir al pueblo, dejando toda su vida atrás, dejando todo lo que me hacía "Julio", para ser sólo un soldado más. Aunque pasen los años, sigo sin poder dormir bien, y me lo merezca. Ni cien años luchando por defender mi país serán suficientes para redimirme de aquel asesinato innecesario, causado por la ceguera que causa la venganza. Aún no me perdono por haberle fallado a mi hija. ¿Sabes a qué quiero llegar con esto?
Dylan niega con la cabeza.
—Para que entiendas que redimirte no es dejar de dañar, es comenzar a ayudar. En lugar de pudrirte en lamentos, mejora para el futuro, ayuda, lucha por lo correcto, y, aunque no puedas recuperar aquellas vidas que acabaste, puedes batallar por evitar que vuelva a ocurrir. Puedes ser mejor. Ayudá para salvar a todos los que puedas.
Dylan se queda callado.
—Mi hermano. Tu hija. Parece que todos nos motivamos por la muerte de algún ser querido. Supongo que ese es el rol que cumple la muerte en todas nuestras vidas.
Julio espera la respuesta de Dylan a todo lo que le contó.
—Cuando yo aún formaba parte de La Sombra, nos manejábamos con una jerarquía, en lo más bajo, los miembros más débiles, divididos en 8 sectores manejados por cada élite, por encima, la élite, justamente, y en lo más alto, nuestro líder. En la élite éramos 8 miembros. Puedo dar información de 7 de ellos, ya que yo dejé un hueco. El primero, Jesús, "el más peligroso", tenía el poder de manipular la materia modificando su forma, incluyendo objetos y cuerpos vivos o inertes. Carlos, "el más poderoso", con el poder de la magia. Javier, "el más leal", el miembro más antiguo de la organización, tiene el poder de manipular la tierra. Kevin, "el más inestable", con el poder de manipular el agua. Braian, "el más impredecible", con el poder de la teletransportación. Luca, "el más rápido", con el poder de la supervelocidad. Y finalmente, "el más brillante", Mateo, con el poder de manipular el viento.
—Ese último está muerto, encontramos su cuerpo calsinado junto a otro que seguro conoces, Antonio.
—Así que seguía vivo. Yo fui su reemplazo cuando fingió su muerte, ocupé su puesto.
—¿Qué más nos puedes decir acerca de La Sombra?
—Su principal objetivo es hacer un golpe de estado un 26 de julio del 2041, calculando que para esa fecha ya serán más de 500 miembros. Buscan vengarse del gobierno y de los políticos por sus crímenes en la Cuarta Guerra Mundial y la discriminación que sufrimos los Benditos. Otro objetivo es crear un súper soldado, usando partes de varios animales para que sea el miembro más poderoso, y la sangre de un niño prodigio llamado Alex, debido a, justamente, ser un prodigio, y también buscan juntar los poderes de los cuatro elementos para volverlo un Elemental.
Julio se sorprende de esto último.
«Eso significa que Alex ya fue asesinado» piensa.
—Así que tenemos hasta el 26 de julio del 2041, cuatro años, para detenerlos.
Dylan asiente.
—¿Y su líder? ¿Qué sabes de él?
—Sólo sé que se llama William, pero nunca lo vi en persona. Por lo que sé, es un Elemental y sólo unos pocos de la élite fueron reclutados por él, al resto nos reclutaron otros miembros de La Sombra.
—Bien, eso es suficiente. Piensa bien eso que te dije sobre ayudar. Agradezco toda la información que nos diste. Te dejaré descansar ahora. Reflexiona.
Julio abandona la sala y unos soldados entran a llevarse a Dylan a su celda.
Saliendo del área militar, Julio llama por teléfono a Adrián.
«Lautaro habría querido esto» piensa.
—¿Sí? —contesta la llamada Adrián.
—Puede que podemos llegar a encontrar a tu amigo, Alex. Veámonos en la cafetería Camila, te contaré todo.
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El Rol de la Muerte
General FictionEn un mundo sanando después de dos terribles guerras, cuatro jóvenes, Nito, Ariel, Tiziano y Lautaro, pertenecientes a una minoría despreciada de super humanos, deciden unirse por un propósito común y embarcarse en una peligrosa misión para investig...