Capítulo 2: ¿Está despierto?

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Actualización 2/2

Capítulo 2: ¿Está despierto?

«No, no, calmate Nube».

La ansiedad estaba dominándome. No podía agarrar emociones fuertes, podía abortar.

 Me fui al sofá de la habitación, mis piernas volviéndose blandas como gelatina, mis manos temblando. Me senté sintiendo que me dolía el pecho, la espalda, los pies, esto del embarazo me había puesto cada vez más sensible y este tipo de discusiones me descomponían demasiado, después de ese accidente, tenía que cuidarme aún más en estos primeros meses de embarazo, la vida de mi bebé estaba en mis manos y tenía que aprender sobre todo el arte del autocontrol, poner paredes a mi alrededor para que nada me alterara.

«Respira, Nube, respira».

Mi sobrina pareció por un momento conmocionada por lo duro de sus palabras hacia mí, pero su orgullo era cada vez más grande como el de Luciano que le evitó retractarse o pedir perdón por sus feos comentarios. se suponía que yo era la adulta, tenía que actuar como tal.

 Suspiré con lágrimas en los ojos y le dije:

—Princesa, anda a buscar algodones en la recepción para que limpies la cara del señor Parker. Y otra cosa, no puedes andar maquillando a las personas sin su permiso, pueden demandarte.

Ella frunció el ceño enojada mirándome con mala cara.

Si estos fueran mis tiempos, ya mi papá le habría dado un jalón de oreja para que dejara de actuar así.

—Y un consejo de vida de tu tía esponja —continué sin importarme que me fuera a volver a gritar—, si sigues diciendo cosas hirientes apropósito, vas a quedarte sola y amargada, así que tienes que ser más prudente, ¿bien?

Ella se le salieron las lágrimas de la molestia, su rostro rojo ante mi corrección porque Erin estaba en esa edad donde no le gustaba que la corrigieran ni le dijeran nada de sus actitudes.

Pero si no se lo decía yo con amor, otro se lo diría pero con odio, la corregía porque la amaba y esperaba que ella lo entendiera.

Sin decir nada solo se dio la vuelta a hacer lo que le dije.

A veces se me olvidaba que Erin ya no era esa niña que creía en fantasía y princesas, sino que era una niña más grande con un temperamento y carácter que había que corregir de lo contrario sería solo una malcriada insoportable cuando entrara en la adolescencia. Culpa de Luciano y mi mamá por consentirla en todo... bueno, y también mi culpa, lo admitía, al ser la más pequeña de la familia y al faltarle una madre, queríamos que no sintiera que le faltaba nada y la complacíamos en todo.

Vaya desastre.

Suspiré y miré a Hades ¿seríamos buenos padres? Era la pregunta que siempre rondaba mi cabeza, no quería que mi bebé creciera sin un padre, no quería hacerlo sola, Hades y yo éramos un complemento, éramos como el Yin y yang, opuesto pero que en algún punto estaba conectados.

Hades y yo éramos dos personas que se encontraron en el momento menos oportuno, pero que sabían que eran el uno para el otro, solo había que espera el momento correcto.

Me levanté acercándome a mi caballero oscuro, su rostro tranquilo y somnoliento pintado en maquillaje como para una noche de gala me hizo apretar los labios en una media risa.

—Si vieras lo que Erin te hizo —me reí entredientes mientras tomaba su mano fría y pálida.

«Sabes lo que pasa cuando te tomo de la mano Nube».

Esas palabras ahora me hacían daño, porque realmente deseaba que apretara mi mano, que me dijera esas palabras y fuéramos a jugar, porque con él siempre era intenso placer.

Poco a poco mi risa se convirtió en llanto, un llanto profundo que me hizo sentir que mi cabeza iba a explotar y mis ojos empezaron a botar lágrimas como cascadas.

«Lo extraño tanto».

Pensar en sus manos recorriendo mi piel, en su mirada penetrante haciéndome estremecer, en su dulce voz, en su manera de subirme a las nubes y hacer que todo fuera esplendido, con él me sentía completa, me sentía amada, mimada y cuidada, sin él... sentía todo oscuro, no podía imaginarme un futuro donde tuviera que soportar su muerte.

—Por favor, te necesito —susurré entre lamentos—, tu bebé también...

Me incliné pegando mi frente de su pecho escuchando su suave respiración, su corazón latiendo, era mi única confirmación de que estaba vivo. Me aferré a su mano y solo le pedía a Dios por un milagro.

«Dios si me cumples este milagro, te juro que no volveré en mi vida a pelear con Hades por absolutamente nada, y en mi vida diré otra grosería, te lo juro».

De repente sentí que una mano tocó mi cabello, me tensé, ¿mi mente me estaba traicionando o era real? No, no podía ser real...  Los dedos empezaron a deslizarse entre mi pelo como si me confirmaran que esto realmente estaba ocurriendo.

Aguanté la respiración.

¿Hades?

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¿HADES????????? AHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!! ¿Qué tal les va pareciendo la historia? comenta aquí un corazoncito si leiste:

Chicaaass les cuento que pues han sido días de muuuuchos procesos que aun no puedo decir nada por seguridad, mi seguridad, se habrán dado cuenta que privaticé casi todas mis redes sociales, han pasado cosas. Pero el amor que les tengo es el mismo, yo sigo siendo la misma y sigo compartiendo lo mismo, solo que con más cuidado de ver quien observa mis cosas... hay gente muy mala, ya les haré story time .-.

Instagram: Ysarisareinamoo

Las amo con mi higado y mi pulmón :D

Tuya y mío #4 (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora