Capítulo 66: Rompí fuente
NUBE QUEEN
No era orine.
Mis manos temblaban cuando lo toque con la yema de mis dedos y lo acerqué a mis ojos para ver de cerca ese liquido blanco empaparme, era espeso, ligeramente traslucido y extraño. No sentía dolor pero sabía que esto no era normal, como me había dicho el doctor, esto... joder creo que acababa de romper fuente.
Me cambié rápidamente las bragas, y salí de la habitación sintiendo que me había metido en un sueño o en una clase de pesadilla donde mi corazón latía desenfrenado, y sentía que ni siquiera podía respirar con normalidad.
Ya venían los bebés y yo no estaba ni en lo más mínimo preparada, ni psicológica ni físicamente, no tenía el bolso que había preparado para el hospital con las cosas porque realmente NUNCA se me pasó por la cabeza que pudiera entrar en trabajo de parto en mi luna de miel, sabía que tras romper fuente, podía entrar en trabajo de parto las siguientes 24 horas, lo más curiosos es que no sentía ni una pizca de dolor.
Salí rápidamente de la habitación encontrándome con uno de los guardias afuera, creo que se llamaba Fred, había logrado que no despidieran a John, sin embargo Hades lo movió de lugar; ahora no era mi guardaespaldas personal.
Él me miró pareciendo alertado al ver mi rostro lleno de pánico.
—¿Se encuentra bien señora Parker? —preguntó colocando una mano encima de su arma completamente alerta.
—Sí, sí —me apresuré a decir mirando a mi alrededor el pasillo vacío— ¿Y Hades?
—Salió —dijo aún sin bajar la guardia—, ¿qué necesita?
Tragué pesadamente saliva y dije:
—Llévame al hospital.
Él pareció ligeramente confundido mirándome de arriba a abajo como si quisiera ver si estaba lesionada.
—¿Qué? Pero el señor Parker... —preguntó confuso como si de repente no hablara el mismo idioma que yo.
Me acerqué a él tomándolo de la corbata del uniforme para que viera que hablaba en serio.
—¡Llévame a un puto hospital! —grité los más claro posible para que me entendiera— ¡ACABO DE ROMPER FUENTE!
Él pestañeó un par de veces analizando lo que dije y afirmó con la cabeza, fuimos al auto rápidamente.
—¿Puede caminar? —me preguntó—, déjeme cargarla.
—No... —empecé a decir sin embargo él me ignoró pareciendo nervioso y me cargó en sus brazos como una bebé.
Estaba asustada mientras me metió al auto y decía por el intercomunicador que tenían todos los de seguridad que yo estaba en trabajo de parto y que me llevaría al hospital.
—¡Hades! —dije con una mano en mi barriga intentando controlar mi respiración—, Hades, intenta comunicarte con Hades.
Así estuviéramos peleados necesitaba tenerlo aquí, él era médico, él sabría qué hacer para mantenerme en calma además de que aunque nunca se lo dije; él también era mi equilibrio, si él estaba conmigo, sabría que todo estaría perfectamente bien porque él era mi calma en medio de mi tormenta, por eso me casé con él, porque sabía que era la única persona capaz de tranquilizarme ahora.
«Santas vacas Hades ¡aparece!».
HADES PARKER
—¿Qué quieres decir con que se fue? —pregunté incrédulo frunciendo el ceño con el teléfono a mi oreja.
—Ha desaparecido señor —dijo Antonio, el encargado de las cámaras de seguridad de la casa de Taylor—, salió en la tarde de ayer y no ha vuelto a llegar a casa.
Pasé una mano por mi boca completamente irritado, convencido de que algo le había pasado a Taylor y esa era la razón por la que no había vuelto. Cada vez sentía que nos pisaban los talones y trabajan con ventaja, pero ¿cuál era su objetivo? ¿por qué no nos dejaban malditamente en paz? Sabía que para que todo acabara tenía que acabar con esa red de extorsión que se había formado en mi contra con el objetivo de robarme dinero encabezada por Melisa y esa mente suya influenciada por Kora.
La policía también andaba en su búsqueda, pero era como si cada vez que ellos tuvieran una pista; estas se esfumaran en el aire, eran unos inútiles, por eso tenía un servicio privado pero aún no habíamos podido dar con ella o lo involucrados.
—¿Qué pasó con él rastreador que llevaba Taylor? —pregunté.
—Se ha desactivado.
Apreté la quijada, a menos que Taylor haya enloquecido otra vez, él no se quitaría ese rastreador por voluntad propia, él sabía que con eso estaría a salvo. Se suponía que estaba mejorando, aquí había algo más.
—Activa una búsqueda —exigí—, hay que encontrarlo.
Colgué y saqué la caja de pastilla de mi bolsillo otra vez y me tomé una pastilla, ya me había tomado una en cuanto salí de la habitación solo para que Nube no me viera, pero no me parecía hacer efecto, así que me tomé la tercera entrando en esa tranquilidad familiar que me gustaba. Toqué mi pierna, y apreté los ojos, maldición, ¿como renunciar a estas pastillas cuando era lo que mi cuerpo necesitaba?
Nube no podría comprenderlo, pero yo sí sabía controlarme, yo me podría controlar, solo que ahora que miraba el frasco me di cuenta de algo importante... ¿me estaba volviendo dependiente? ¿podía dejarlas cuando quisiera? Pensar en dejarlas empezaba a elevarme la ansiedad, veía la preocupación en la cara de Nube reflejarse en mi mente, pero ella siempre fue algo exagerada... ¿seguía siendo exagerada o ella veía algo que yo ignoraba?
—Señor —dijo Demetri con la respiración agitada robando mi atención—, ¿dónde estaba?
Lo miré sin comprender por qué me estaba preguntando tal cosa, no era como si tuviera alguna cita con él.
—Aquí —dije sin ocultar el sarcasmo de mis palabras, no me había ido muy lejos, solo al pateo del hotel, además de que todo estaba resguardado; era un lugar muy seguro para nosotros— ¿Qué ocurrió?
—Es Nube, señor —dijo Demetri, parecía querer decir algo más pero lo interrumpí diciendo:
—Dile que ya subiré, solo necesitaba un poco de aire.
Realmente mucho aire porque ella no comprendía que cuando discutíamos o cuando estaba bajo algo de estrés, el dolor de mi pierna se intensificaba y las pastillas en mi mano eran mi único alivio.
—Señor —dijo Demetri tragando pesadamente saliva— Fred se la llevó al hospital.
Sentí que palidecí en menos de dos segundos escuchando lo que había acabado de decirme, ¿hospital?, me voltee hacia él entrando en razón de sus palabras.
—¿Qué? ¿cuándo se fue al hospital? —pregunté, no me había tardado ni un poco.
¿Acaso ella había cometido una locura? ¿había saltado por la ventana? Solo podía imaginarme lo peor.
—Hace un momento —dijo Demetri—. Rompió fuente.
«Los bebés».
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Tuya y mío #4 (completa)
RomanceNube se encuentra embarazada de un amor que se disputa entre la vida y la muerte en una camilla de hospital, pero parece haber un buen pronóstico para esto cuando Hades por fin despierta... Pero hay un problema, Hades tiene problemas para caminar t...