Capítulo extra: Juego de hipnosis

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Capítulo extra: Juego de hipnosis

La mano de Hades se deslizó por mi brazo hasta entrelazar nuestras manos su toque se sentía como una tensión eléctrica que me atraía a él, su mirada de ojos dorados fija en la mía cuando preguntó:

—¿Sabes lo que pasa cuando te tomo de la mano, Nube?

Sonreí para responder:

—Placer, mucho placer.

Vi como sus labios mantenían una leve sonrisa y murmuró:

—Cierra los ojos.

Le obedecí cerrándolos, mi corazón latiendo desenfrenado.

—Empezaré a contar, cuando llegué a 5, estarás completamente a mi merced obedeciendo cada orden que te dé —escuché la voz de Hades a mi oído: — 1, 2, 3, 4... 5

Abrí los ojos sintiéndome fuera de mí, mi respiración agitada, una fuerte, extraña y familiar energía rondando por todo mi cuerpo.

—Dame un momento, quédate quieta —murmuró y se separó de mí, caminó hacia la puerta, sus caderas y sus hombros balanceándose como si modelara para una pasarela, la cerró y le pasó el seguro, para seguidamente voltearse hacia mí, sus ojos dorados traspasándome, su postura erguida como si fuera el rey del mundo.

—Acércate. —ordenó.

Comencé a caminar hacia él moviendo mis caderas, sabiendo que todo de él me deseaba, cuando estaba como a cinco pasos de tocarlo, ordenó:

—Detente.

Todo mi cuerpo se detuvo, mi respiración acelerada, como si tuviera la necesidad de obedecerlo.

—Quiero que te quites ese vestido y me seduzcas mientras lo haces. —ordenó.

—Sí —susurré.

—Continúa —ordenó Hades.

Empecé a balancear mis caderas bajo su intensa mirada mientras me mordía los labios, me sentía como la mujer más sexy del planeta. Comencé a tocar el borde del vestido que llevaba comenzando a alzarlo hasta lanzarlo a un lado de la habitación quedando tan solo en mis bragas y sostén de encajes que traía debajo. Hades deslizó sus ojos desde mi cabeza hasta mis pies y miró mis pechos relamiéndose los labios, su mirada oscurecida y lujuriosa sin dejar de mirarme.

—Continúa, desnúdate —demandó—, pero no te quites los tacones rojos, sabes que me enloquecen.

Estiré mis labios en una leve sonrisa y me di la vuelta sin dejar de mi mover mi cintura mientras desabrochaba mi sostén y sonreía mirándolo bajo mis pestañas hasta lanzarla a un lado de la habitación, me cubrí con mis brazos moviendo las caderas y luego deslicé mis manos por mis cintura aún de espaldas hacia él hasta detenerlas a los costado de mis bragas; empezando a bajarlas lentamente siguiendo el vaivén de mis caderas, dejándolas caer a un lado y arrimándola con mis tacones al suelo, quedando tal y como me lo pidió; enteramente desnuda luciendo solo mis tacones rojos.

Me voltee hacia él lentamente deslizando mis manos por mis pechos sin dejar de mover mis caderas y noté como sus ojos se deslizaron por todo mi cuerpo lentamente estremeciéndome un poco, el deseo llenándome cada vez más cuando se relamió sus labios.

Hades sin poder quedarse quieto dio unos pasos hacia mí y se detuvo frente a mí, dejé de respirar cuando su nariz rozó la mía, sus manos en mi cintura cuando susurró:

—Luces.

Gemí al sentir que se me erizaba la piel, todo mi cuerpo empezando a cosquillear ante el intenso deseo que recorría mi piel y me llenaba mi vientre de vapor caliente, me arquee sin dejar de gemir, sus manos sosteniendo mi cintura con fuerza; evitando que me cayera, su leve sonrisa adornaba sus labios, disfrutando y gozando de todo lo que me provocaba.

Tuya y mío #4 (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora