Capítulo 11: Tuya y Mío

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Capítulo 11: Tuya y Mío

Bajé al medio de sus piernas lentamente hasta quedar de rodillas, su mirada de ojos dorados fija en la mía completamente oscurecida y a la vez llena de curiosidad por lo que yo le iba a hacer, lo vi relamer su labio inferior y se me erizó la piel.

«Santas vacas de las miradas seductoras».

Realmente este hombre era el único que podía hacerme sentir como la mujer más deseada del mundo con esa mirada que prometía que me quería hacer suya de todas las maneras posibles.

Siempre fui suya...

De todas las maneras posibles...

Pasé la punta de las yemas de mis dedos por sus piernas lentamente subiendo, incitándolo, haciéndole sentir todo lo que él me hizo sentir todas las veces que estuvo conmigo; deseada, amada, mimada, llena de poder. Noté como tomó una profunda respiración cuando tomé su miembro palpitante y erecto entre mis manos tibias.

—Nube... —empezó a susurrar Hades cuando de repente se interrumpió a sí mismo cuando saqué mi lengua y lamí toda su longitud lentamente desde el tallo hasta la punta manteniéndole la mirada fija y luego me lo metí a la boca empezando a mover la cabeza arriba y abajo, primero lento, luego cada vez más rápido agarrando el ritmo al mismo tiempo que escuchaba su respiración más agitada y sus jadeos como rezos de gratitud.

Complacerlo era mi fetiche.

—Oh, joder... Justo así. —murmuró entre dientes y eso me hizo sentir que lo estaba haciendo bien; que él lo estaba disfrutando.

Hades me miró, sus ojos siendo la viva imagen de la lascivia, la vena de su frente marcándose por la euforia del momento, su boca levemente abierta donde jadeaba incitándome a más.

Pareció ahora olvidarse de todo, solo eramos él y yo, y eso era justo lo que quería.

Pasó sus manos por mi cabello para evitar que me estorbaran en la cara armándolo en un moño improvisado que me aguantaba con una mano, veía las venas de sus brazos fuertes brotadas, me imaginaba que por tener que rodar la silla de ruedas, pero vaya que era más excitante para mí verlo.

Todo de él siempre me fascinaba.

Hades empezó a empujarme la cabeza para que me profundizara más y casi me ahogué porque realmente todo no me cabía en la boca, me separé para buscar aire y continué masturbándolo con mi mano de arriba a abajo, él me acarició el cuello y me lo aferró con una mano, jadee sentí que desfallecía cuando me miraba con esos ojos oscurecidos llenos de deseo y apretaba su mano en mi cuello. Todo mi cuerpo estaba caliente, mi respiración echa un caos y mis pezones tan duros que casi me traspasan la tela del vestido.

—Tu boca merece la más alta calificación después de lo que hizo, señorita Queen —susurró con voz ronca mientras yo seguía moviendo mi mano de arriba a abajo por toda su longitud, sentía que estaba al borde y ni siquiera él me había tocado.

—Gracias, profesor Parker, me esforcé mucho —susurré con una leve sonrisa en mis labios llena de satisfacción.

Me encantaba el morbo que se cargaba Hades cuando era posesivo, dominante y decía esas cosas como si aún me diera clases, como si aun viviéramos en la lujuria prohibida.

Amaba a Hades en todas las etapas, como mi profesor, como mi jefe y como... mi futuro esposo.

Él me jaló un poco hacia arriba y me dejé guiar cuando impacté con su boca, su lengua me recibió abriendo mi boca y bailando con la mía de una manera sensual, profunda y deliciosa, seguí moviendo mi mano sobre su miembro hasta que lo sentí estremecerse y me detuve, yo estaba caliente; más que eso, joder, estaba ardiendo y no quería que él se viniera en mi mano, lo quería adentro de mí.

Tuya y mío #4 (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora