Ngen [AiLu]

Capítulo Uno

Canción sugerida: Eyes on Fire – Blue Foundation.

"...Ojos en llamas
Tu columna vertebral está en llamas
Callar a cualquier enemigo con mi mirada...".

Bilbao, España
Mansión de la familia "De la Puerta"
7:15 A.M.

Tuve un hermoso sueño.

Soñé que caía por un acantilado, en Ibiza. Mi cuerpo estaba a centímetros de sumergirse en las frías aguas del mar mediterráneo. Al sentir el líquido penetrar cada espacio de mi piel era feliz, sentía la alegría, pero ¿Por qué? El mar me estaba quitando la vida, no podía respirar, no podía moverme...simplemente, no podía. Aún así, era feliz, extrañamente feliz.

_ ¡Lucia!.- Escuché a mi madre llamarme desde el otro lado de la puerta. _ ¡Despierta cariño, el desayuno está servido!.

No tengo apetito, nunca lo tengo por las mañanas.

_ ¡Estoy despierta madre, ya voy!.

Siempre soy la primera en despertar. Incluso antes que mis padres.

Cuando era pequeña, solía levantarme y, en ves de molestar a mi familia, simplemente iba al sofá de la sala y prendía el televisor, pasaba gran parte de la madrugada viendo caricaturas, mis favoritas.

Por esa situación, mis padres me llevaron varias veces al médico. Una pequeña de tan solo 3 años que sufre de insomnio no es muy común. Jamás tuve solución, a la fecha, sigo durmiendo 4 horas. Es suficiente, mi cerebro no necesita más.

_ Luci, te sacaré un par de calcetas. - Ingresa mi hermana Gabi a mi cuarto, sin golpear. Como siempre. _ No tengo, todos están dispares.

_ Primero, debes golpear la puerta antes de entrar a una habitación que no es tuya. Segundo, cómprate y deja de llevarte las mías, gilipollas.

_ No seas egoísta. – Sin más, saca las calcetas y se retira de mi cuarto, dejando la puerta abierta y los cajones de mi ropa interior de igual manera.

¿Es mucho pedir que deje todo como estaba? Digo, se que los Géminis son tendientes al desorden, pero Gabi...¡Dios! Gabi es la personificación del desorden. Y lo peor, solo tiene 15 años, imagínense cuando tenga 20.

Jesús, María y José.

Me levanto de la cama, sin ganas de nada, solo de continuar mi sueño. Amo cuando el mar se apodera de mi subconsciente. Ahí es donde me siento segura, en calma.

Para variar, hoy no desperté con paciencia para soportar a los capullos de mis compañeros, siempre haciendo burla o hablando a mis espaldas. Los detesto, par de energúmenos. Menos mal que las vacaciones están a la vuelta de la esquina. Semanas sin ver a esos idiotas, que regalo.