Canción sugerida: Runaway - Aurora.
"Estaba escuchando el océano
Cuando vi una cara en la arena
Pero cuando la recogí
Se desvaneció de mis manos...".Océano Pacífico
709 Kilómetros bajo el marMi mente no deja de recordarme el hermoso rostro de aquella humana.
Lucia es diferente, lo se, no se cómo, pero lo se.
Pertenece a la especie que tanto daño le ha hecho a mi mundo, a la especie que mató a Ngen, la hija de mi amada Luna.
Aún así ¿Por qué sigo pensando en ella? ¿Por qué pienso en sus ojos dorados, en sus labios, en su boca, en su hermoso rostro y figura femenina tan perfecta? ¿Por qué amada Luna?.
Mi mente no puedo pertenecer a ella, no puede.
Pero ¡Oh amada Kuyén! No tengo control alguno. ¿Qué será de este anhelo? ¿Qué será de mí? Estoy cayendo en las manos de mi enemiga.
_ Aida.- Escucho la voz de mi Gobernador. Él sería mi padre si fuera humana, como Lucia.
_ ¿Si?.
_ ¿Qué haces en estos mares? Alex vino a verte desde el viejo mundo, cruzó todo el océano. Te espera en el arrecife sur.
_ ¿Cuál es el motivo de que venga, padre?. Estoy más que segura que él no es mi Ayün...
Pedro me observa muy serio, cambia su semblante y su cola queda en una posición recta. — ¡No debes llamarme Padre, esa es una palabra del mundo humano, de los asesinos de nuestra especie. Te lo prohibo Aida!.
_ L...Lo siento Gobernador, no volverá a pasar.
_ Eso espero Aida. Así que ahora ve al arrecife sur, el heredero del mar mediterránea te espera.
_ Pero no quiero verlo, no ahora.
_ Él será tu futuro compañero, ambos Gobernaran los mares del nuevo y viejo mundo, ese es tu destino Aida. Cuando te de mi permiso y puedas buscar a tu Ayün te aseguro que lo verás en él.
No deseó ese destino. Se que por ser la primera creación de Pedro y Ana, los gobernantes del mar oceánico, debo unirme con Alex, el hijo de los gobernantes del Mediterráneo pero...pero no es lo que mi corazón anhela.
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Ngen [AiLu]
Fantasy|| Ngen. La mitología del amor|| Jamás pensé que un simple, pero maravilloso viaje al otro mundo cambiaría mi vida. ¡Ja! Yo, a mis 17 años había decidido no creer en el cliché más viejo del universo: Amor. Pero ya era demasiado tarde, su sonrisa hab...