Capítulo Cuarenta y Ocho

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Canción sugerida: Dancing in the moonlight - King Harvest.

"Lo conseguimos casi todas las noches
Y cuando esa vieja luna se pone tan grande y brillante
Es una delicia sobrenatural
Todo el mundo estaba bailando bajo la luz de la luna...".

Archipiélago de Chiloé, Chile.
Bosque de Lemuy.

<<¿Qué ocurre Alfa Suprema?>>. Preguntó Carla sin dejar de correr por el extenso bosque.

<<¿Hermana, esta todo bien?>>. Ahora Noelia compartía aquella preocupación de la Beta, Lucia estaba extraña. Algo en su rostro y esencia habían cambiado.

"Eh perdido la comunicación con Aida". Respondió mientras esquivaba un enorme tronco a medio caer. "No lo se, pero... me siento rara. Una parte de mí está helada. Joder, no se como explicároslo".

Lucia ocultaba algo más, algo que había recordado: Su muerte.

"No es real, debe ser un error". Pensó sin permitir que nadie escuchara aquello. "Aida no me asesino, es un error claramente".

<<Nos estamos acercando>> Dijo Noelia <<Puedo sentirlo>>.

En un hermoso paraje, donde los pinos y arces decoraban el ambiente, se encontraba una humilde pero hogareña cabaña. Todo parecía en calma.

Parecía.

La puerta estaba destrozada y en el marco de esta se observaban pequeños rasguños.

Las Lobas detuvieron el paso, a excepción de Carla. Comenzó ha acercarse para ver en su interior. Su corazón latía a mil y temía, pero no permitiría que aquello fuera un obstáculo, era una guerrera y la beta de Ngen, la creadora del mundo.

Al observar el interior de la cabaña, desde la puerta, su estomago se retorció y un gran nudo se formó en su garganta.

4 cabezas yacían en el suelo, sus ojos habían sido devorados y parte de su cerebro.
Solo eso quedaba de una mujer, un hombre, un pequeño de 6 años y... un bebé.

<<¡Oh por Kúyen!>>.

"Sal de ahí Carla, os lo ordeno". Dijo Lucia. Vio, a través de los ojos de su beta, semejante cobardía.

Inocentes habían perecido a causa del Dios de la maldad.

<<Lo mataré>>. La furia en el tono de voz de Noelia era palpable, incluso en el subconsciente. <<Maldito...>>.

"No te aferres a la venganza, hermana. El que hace mal, paga con mal aunque no lo quiera. El universo encuentra la forma, no nos rebajemos a él".

Lucia levantó la cabeza y olfateó el ambiente. Su corazón anhelaba saber de su amada, pero debía silenciarlo, su creación le necesitaba. Ahora más que nunca.

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