Capítulo Treinta y Tres

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Canción sugerida: Young and Beautiful - Lana Del Rey.

"He visto el mundo, lo eh hecho todo, ahora
Tengo mi pastel
Diamantes, brillantes y Bel-Air, ahora noches calurosas a mitad de Julio.
Cuando tú y yo éramos siempre rebeldes...".

Bilbao, España.
Bosque localizado a las afueras de la ciudad.
21:50 P.M. Luna Llena.

<<¡¿JESUS!?>>. Escuchó el Lobo de pelaje castaño. Su amiga le reconoció la voz.

Él también era el beta reencarnado de Escarlata.
A diferencia del otro Lobo, Jesús no tenía parientes que provinieran de aquella especie, todos eran simples humanos.

"Si Amaia, soy Jesus y él es Jordi, somos los Betas de Lucia ¿Puedes creerlo?".

Amaia dejó de mirarlos, ahora sus ojos estaban absortos a sus patas y cuerpo. La Loba comenzó a temblar y su postura entró en la desesperación de la ignorancia.

<<¿Q...qué soy? S...soy un...un>>.

"Eres una Loba". Le dijo sin más Jordi, el Lobo de pelaje negro. "Eres la reencarnación de Antara, la Beta de Escarlata. Nuestro deber es para con ella. Somos sus mas fieles aliados. Te convertisteis en Loba cuando la Diosa Luna lo vio propicio, te guió hasta aquí como a nosotros y permitió vuestra conversión. Sabes que Lucia está pronto a volver y nos necesitará más que nunca".

<<¿Cómo sabes eso?>>. Le preguntó Amaia más calmada.

"Podemos comunicarnos con Lu amiga, así, como lo hacemos ahora. No hemos hablado directamente pero si escuchado algunas cosas". Le explicó Jesús.

<<Necesito saber de ella...>>.

"Háblale". Le aconsejó Jordi. "Nosotros no hemos querido puesto que no nos conoce del todo. A diferencia tuya, tú eres su amiga".

Amaia cerro sus ojos e intentó calmar su acelerado corazón.

Amaia cerro sus ojos e intentó calmar su acelerado corazón

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Archipiélago de Chiloé, Chile.
Barco de "Ngen Ltda.".
17:50 P.M.

_ Mi mundo se ve hermoso desde aquí.- Me dijo Aida. La tengo abrazada mientras vemos, desde la Proa, el mar y el tímido sol que se asoma entre las nubes cargadas de agua._ Esto me encanta.

_ En España tenemos más barcos, podemos llevar a nuestros chavalillos y estar unas semanas navegando. Mis padres lo hicieron conmigo cuando era pequeña.

Aida dejó de observar el horizonte para detenerse en mis ojos. — ¿Tú visitasteis el mar cuando eras una pececilla?.

_ Si. Fue muy guay, por las noches me quedaba perdida viendo la Luna y como los peces saltaban haciéndome reír....

Ngen [AiLu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora