Capítulo Treinta y Cinco

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Canción sugerida: K - Cigarettes after sex.

"...Recuerdo cuando me di cuenta por primera vez
Que yo también te gustaba
Estábamos sentados en un restaurante
Esperando el cheque
Habíamos hecho el amor ese mismo día
Sin ataduras...".

Archipiélago de Chiloé, Chile.
Costa de Ancud.
15:16 P.M.

Debo moverme, esto...esto está mal. Yo amo a Aida ¿Por qué lo estoy permitiendo?.

¡Joder! No puedo. Muévete Lucia, muévete...

Comencé a pensar en mi novia, su sonrisa, sus ojos verdes cambiantes a Dorado, sus labios y boca exquisita...

_ Para...Para Andrea.- Le dije sobre los labios. _ ¡Para!.

Me alejé de un salto y caí sentada en la arena. Algo en mi interior se sacudió, en plan, es como si una parte de mí faltara o estuviera debilitada. Lo sé, es un lío y más para mí que no logro identificar su origen.

_ ¡¿Por qué hicisteis eso? Yo tengo novia a la cual amo...!.

_ Ella no te merece Lucia....

_ ¡¿Y quién coño te crees para decidir por mí?!. - Me levanté rápidamente. _ ¡Aida es el amor de mi vida, con ella quiero formar una familia!.- Me acerqué, con seguridad, posicionándome frente a ella. Siento mucha rabia. _  ¡No quiero volver a verte ¿Me oyes? NO VUELVAS A BUSCARME!.

_ Pero....

_ ¡PERO NADA, VETE A LA MIERDA!.

La dejé sola, en medio de la playa y retomé mi camino de vuelta a casa, al lado de mi mujer y madre de mis hijos.
Andrea se a pasa'o ¿Cómo me roba un beso si hace minutos le presenté a mi novia? Jamás pensé que era ese tipo de chicas joder, estoy emputecida a tope.

Antes de abrir la puerta, inspiro profundamente para tranquilizar y disminuir mi ira, de seguro Aida lo sintió y pretendo ser sincera con ella, no le ocultaré nada.

Al entrar, todo estaba desolado. Hay cubiertos aún en la mesa y algunos platos recopilados. Entré a mi cuarto y Aida tampoco estaba ahí. Salí para ir hacia la cocina, ahí tan solo divisé platos y vasos sin fregar.

¡Joder! ¿Dónde están?.

De un momento a otro, caí en cuenta del sentimiento horrible que me embargó después del beso de Andrea.

"¡Oh por Dios! Aida".

Ahora todo es claro, esa sensación provenía de mi mate, provenía de mi novia. ¡Madre mía! Que este bien por favor.

"Madre ¿Dónde están?".

Salí, rápidamente, debo tomar un taxi. Algo pasó, estoy segura.

<<Hija, estamos en el hospital de Castro>>. Me habló mi padre por telepatía. <<Ingresaron a Aida y...dicen que no está nada bien. Ven pronto>>.

"¡Voy en camino!".

¡Joder! No de nuevo. Kuyén, protege a mi familia por favor.

Ngen [AiLu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora